Ciudad de México, 8 de julio (SinEmbargo).– Luego de que los griegos acudieran a las urnas el pasado domingo, en un referéndum crucial para el futuro de su país y, tal vez, de la zona euro. Se impuso un histórico "no" en contra contra las nuevas medidas de austeridad que la Troika de acreedores internacionales exige a Atenas para librar los fondos de rescate. Sin embargo, los problemas de la nación helena están lejos de terminar.
Hasta hace unas horas, a los bancos griegos tan sólo les quedaban mil millones de euros en liquidez para surtir los cajeros de todo el país, cifra que sigue disminuyendo y cuya permanencia peligra tan sólo si se considera el cobro de 120 euros (2 mil 90 pesos, aproximadamente) semanales que le corresponde a cada pensionado. Es así que la desesperación ha orillado a algunos a buscar nuevos horizontes, aunque estos residan en el mundo virtual.
Pese a que el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, insiste en que la victoria de hace unos días no representa una posible salida de de la la nación helena de la zona euro, varios expertos, y al parecer muchos griegos, presienten lo contrario. Así, el optimismo se topa ahora con los hechos. Luego de que una semana atrás no se cumpliera con el pago de mil 600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) y el consecuente cierre de bancos en este país para impedir que los ciudadanos pudieran seguir sacando efectivo, el "Grexit" o salida de Grecia de la zona euro para volver a la dracma aparece como el siguiente gran tema a discutir en la agenda.
De este modo, con la economía paralizada casi en su totalidad debido al llamado “corralito” financiero en el que los bancos y la Bolsa están cerrados y los retiros de efectivo están limitados a 60 euros (alrededor de mil 45 pesos) diarios, la aparición del dracma se cierne sobre las cabezas de los griegos como una especie de fantasma del que muchos quieren escapar.
Entonces, ¿qué es lo que está haciendo el pueblo griego para evitar volver a la era del dracma?
Según múltiples reportes, muchos ciudadanos griegos han decidido proteger los euros que han conseguido rescatar del banco a un refugio virtual, convirtiéndolos a bitcoin. De esta manera, evitan la posibilidad de que sus ahorros puedan ser devaluados en caso de que finalmente se llegue a instaurar el dracma o cualquier otra divisa paralela para no hundir la economía ante el cierre actual de los bancos.
Los nuevos clientes con peticiones de compra de al menos 50 euros (870 pesos, aproximadamente) en BTCGreece, la única Bolsa de bitcoin con sede en Grecia, aumentaron un 400 por ciento entre mayo y junio, reveló Thanos Marinos, fundador de ésta. Por otra parte, el depósito promedio en canje se cuadruplicó para llegar a unos 700 euros (12 mil 200 pesos), publicó International Business Times.
"Creo en bitcoin como moneda y como la mayor innovación tecnológica de nuestros días. Es importante señalar que el gobierno griego ya está trabajando en soluciones de cadena de bloques y hay gente en el suelo tratando de introducir proyectos de solución de cadena de bloques para la economía griega", dijo Marinos.
De acuerdo con el sitio Bitchain, la adopción de una moneda digital similar a bitcoin podría sufragar las pensiones y los pagos a los trabajadores del sector público. Esta moneda se podría llamar "digidracma", la cual –a diferencia de bitcoin– sería una moneda digital paralela, respaldada con activos importantes de Grecia.
Sin embargo, el verdadero interés de los griegos está en el bitcoin, una moneda que no está sujeta a ningún regulador y que además puede transferirse desde un smartphone, lo que sortea el "corralito" impuesto por el gobierno griego.
OTRAS OPCIONES
Junto con la posibilidad de cambiar todos los euros por criptodivisas, hay quien cree que existen otras soluciones, como en el caso de Stephen Fidler del Wall Street Journal quien propone cinco alternativas:
Quedarse en la eurozona
El Banco Central Europeo (BCE) podría aumentar la liquidez para los bancos, manteniendo con vida al sistema bancario griego. Pero para que esto suceda, el gobierno debería aceptar algunas de las condiciones de sus acreedores a cambio de un alivio en la deuda.
Salir de la eurozona y mantener el euro
De acuerdo con los analistas, ésta es la opción más viable, pero también la peor, ya que Grecia perdería el acceso a la liquidez del BCE, lo que volvería al sistema bancario muy sensible a futuras crisis. Así mismo, habría que encontrar en primer lugar la manera de aumentar las reservas que el BCE tiene de la moneda y mantenerlas en un nivel sostenible para el funcionamiento de la economía.
Una junta monetaria
Se trataría de la creación de nueva moneda cuyo tipo de cambio se pondría a la par con el euro. Esto daría un impulso para que la economía del país se ponga en orden, con el objetivo de atraer euros del exterior. Sin embargo, una crisis futura podría vulnerar a la economía ante la limitación de euros en el país.
Un sistema dual
Apenas el gobierno griego se quede sin euros, emitirá pagarés denominados, los cuales se podrán cambiar por euros o dracmas, dependiendo de lo que suceda en los próximos meses. Sin embargo, la incertidumbre podría hacer que los pagarés denominados en euros tengan un valor menor al reflejado en el papel e incluso podría hacer que los ciudadanos griegos comenzaran a acaparar los euros en la economía y usarán los pagarés como moneda.
Un nuevo dracma
La emisión de una nueva moneda causará inevitablemente una devaluación del dracma respecto al euro y el resto de monedas del mundo. Esta debilidad beneficiaría las exportaciones de productos griegos, pero encarecería las importaciones, lo que se traduciría en un aumento de la inflación.
FUTURO INCIERTO
De acuerdo con Sathis Kalyvas, politólogo de la Universidad de Yale, con la victoria del “no”, el gobierno griego podría encontrarse con que los países de la eurozona se nieguen a negociar un acuerdo mejor porque desconfían del mandatario Tsipras. Así mismo, lo grave de la situación económica de Grecia en las últimas semanas haría las negociaciones más complicadas.
Por su parte, Kalyvas, agregó que la Unión Europea tendrá que dar con “un plan muy generoso”, para mantener a Grecia en la eurozona, dado que el coste de la crisis se ha disparado más de lo esperado. esto ha dado como resultado un estira y afloja entre todas las naciones que pudieran estar involucradas.
A esto se suma la negativa del FMI para participar en un tercer rescate a menos que incluya un considerable alivio de la deuda griega. Otros países europeos, por su parte, han descartado aliviar la deuda hasta que Atenas acometa más reformas financieras.
Mientras tanto, la criptomoneda parece ser una alternativa, incluso hasta coherente, si se toma en cuenta la incertidumbre del pueblo griego ante su futuro.
El bitcoin es una “moneda digital” que emergió en 2009 y que solo existe en las computadoras. Es creada, distribuida y autenticada sin la intervención de bancos ni gobiernos, acuñada a un ritmo regular por una red de máquinas en todo el mundo y regidas por la oferta y demanda. Los bitcoins son como dinero en efectivo porque no están vinculados a la identidad del dueño y las operaciones realizadas con bitcoins son irreversibles y no dejan rastro. Sin embargo, también son como las transacciones con tarjetas de crédito porque no tienen existencia física real.
Para 2011, el precio de un bitcoin era de nueve dólares (alrededor de 141 pesos) y tuvo una tendencia al alza hasta superar los 100. Entonces, todo sucedió de forma vertiginosa. Empezaron a aparecer notas en todos los medios del mundo, el bitcoin se hizo popular y los especuladores se unieron al fenómeno. Así, el 10 de abril llegó a cotizarse al valor récord de US$ 266. Desde entonces, el precio ha caído y vuelto a subir, motivado por temas tan dispares como hackeos y caída de servidores por sobresaturación de demanda. La cotización diaria se puede consultar en Bitcoin Charts.
El uso del bitcoin en la economía de algunos países está empezando a convertirse en algo más que una moda alentada por la novedad. El gobierno de Honduras, por ejemplo, se ha asociado recientemente con la empresa de tecnología Factom para construir un sistema de registro de títulos de propiedad seguro e inmutable con blockchain para mitigar el fraude.
Así mismo, Argentina es es uno de los primeros países en adaptar bitcoins en transacciones comerciales, ya que la población prefiere guardar el dinero en efectivo en lugar de usar una cuenta del banco, debido a las restricciones para la compra y el ahorro en moneda extranjera, dio a conocer la empresa Proexpansión.
La alternativa virtual no parece extraña si se examinan ciertas tendencias de la economía griega en los últimos meses, en la que figuran soluciones poco usuales que han emergido en el panorama en busca de una salida al problema en el que está sumida la nación helena. Así, los antecedentes en la industria de los videojuegos del ex ministro de Finanzas Yanis Varoufakis, así como la aparición del bitcoin en el horizonte parecieran ser parte de una tendencia enfocada en aspectos tecnológicos.
Sin embargo, lo cierto es que el elemento tecnológico aparece más como consecuencia de la desesperación que de una postura a favor de la innovación técnica. Aún así, no deja de llamar la atención el giro que en el futuro pudiera tomar la economía de Grecia con estas bases.