Nombre: Ángel Josabad Alonso Castro
Originario: San Luis Potosí
Profesión: Químico Farmacobiólogo
Ocupación Actual: Profesor investigador en la Universidad de Guanajuato.
Ciudad de México, 5 de julio (SinEmbargo).- La medicina alternativa tiene profundas raíces en la cultura de nuestro país. Sin embargo, a pesar de su arraigo, es vista con recelo por un gran sector de la población. Por otra parte, hay quienes mantienen una profunda creencia en ella, lo que provoca una opinión que no admite medias tintas. Los caminos de la ciencia, sin embargo, ahora están conduciendo a este punto de la sabiduría popular y no sólo están dándole la validez necesaria ante los ojos de un público más amplio, sino que también están dando con nuevos descubrimientos por medio de su uso.
México cuenta con una gran biodiversidad de fauna y en la última década, ha habido un interés por los estudios etnozoológicos en México. Por lo tanto, se necesitan más investigaciones en este ramo con el fin de recabar información sobre el uso de la fauna con propiedades medicinales en el país. Por otra parte, los estudios etnozoológicos son necesarios con el fin de descubrir nuevos medicamentos para la salud humana.
Este punto es en el que precisamente se ha enfocado Ángel Josabad Alonso Castro, quien actualmente se encuentra probando en diferentes modelos, tanto en células como en animales, enfermedades relacionadas con el cáncer, diabetes y obesidad, entre otras enfermedades. "Buscamos compuestos de origen natural... para ver si pueden tener efectos beneficios e algunas de esas enfermedades", dice. Pero eso no es todo, al mismo tiempo, este investigador es uno de los responsables de llevar a cabo el primer listado de fauna mexicana a las que se le atribuye propiedades medicinales.
–La incorporación de elementos de origen natural es un tema que no se ha dado de manera formal en la medicina mexicana. Existe aún un recelo. ¿Cómo se lleva este proceso actualmente?
–Estamos haciendo ahorita una encuesta a nivel nacional con personal médico... sobre si ellos aceptan y recomiendan plantas medicinales. Sabemos que la población en general... aceptan el uso de medicina tradicional para prevenir empíricamente diferentes enfermedades. El problema ha sido con la resistencia del personal de salud... Hay mucho personal que si lo utilizan, pero que no lo recomiendan.
–¿Por qué?
–Dentro de las razones principales está porque no hay un sustento científico. De ahí es que es nuestra labor principal [la del equipo de investigación] dar un sustento científico a lo que ya se utiliza... que se usa comúnmente. Y con lo que respecta a la población en general... piensan que todo lo natural es bueno, es seguro, no es tóxico. Pero pues también tenemos que entrar nosotros para diferentes pruebas de tipo toxicológico para evidenciar que realmente sea ese un producto seguro.
–¿Esta renuencia del personal de salud puede deberse más a un asunto político que de convicción?
–De las preguntas que nosotros teníamos dentro del cuestionario, es más la renuencia por... no están convencidos de si sirven o no. O sea, lo mencionan más como una charlatanería. No mencionaban mucho el aspecto político, sino más bien necesitan una evidencia científica.
–¿Por qué crees que existe esta imagen?
–Porque no se han realizado pruebas. Muchos de los productos que se sacaron al mercado no tenían algún sustento científico... Algún estudio clínico. En muchos casos no existe. Eso es en lo que ellos más se enfocan y en parte tienen mucha razón.
–¿Crees que influya en algo que se trate de un conocimiento transmitido de manera oral?
–Dentro del cuestionario también pusimos eso... Si ellos [los médicos], para que se pudiera ampliar un conocimiento general de algo que ya se sabe desde hace mucho tiempo, estarían de acuerdo que dentro de las carreras se impartiera alguna materia, y más de un 70 por ciento estaban de acuerdo con eso.
La investigación de Alonso-Castro sobre el uso de la fauna medicinales en la medicina tradicional mexicana se trata de una compilación que no existía en México. "Existe, sobre todo en Brasil, a nivel Latinoamérica. Aquí en México no lo teníamos", dice. "La idea de esto fue proporcionar un compendio de toda la información que se tiene para que, a partir de eso, pudieran darse cuenta los investigadores que tenemos muchísimos recursos en el país y realmente no se ha podido utilizar nada."
El investigador cuenta como especies como la víbora de cascabel –cuya carne presuntamente tiene propiedades medicinales– se encuentra sobreexplotada en algunas partes del norte de la República debido a esta creencia. Otro ejemplo similar es el de el zopilote, cuya carne también tiene cualidades anticancerígenas, de acuerdo las creencias de algunos habitantes de Durango, pero que –de acuerdo con investigaciones recientes– sólo es buen antimicrobiano. De ahí la importancia de ir más allá de la mera creencia popular.
"En cuestión de fauna medicinal es muy poco lo que se ha estudiado y parte de lo que concluí es que falta muchísimo por estar realizando en ese sentido, pero que también muchas de las especies que se tratan ahí están en peligro de extinción", agrega Ángel.
Antes de este estudio, lo único que se tenían en cuestiones de etnozoología eran datos relacionados al conocimiento empírico que había de la fauna. Sin embargo, en el caso del estudio realizado por Alonso-Castro, este buscó enfocarse en la parte química, así como en los compuestos que ya han sido encontrados en los productos de origen animal.
–¿Crees que esta investigación pueda dar pie a una mayor conciencia de conservación animal?
–Es gran parte de la idea por la que hice esto. Estas especies se las están acabando, no salen en las noticias o si salen es nada más en medios locales, pero hasta ahí. No se hace nada... Creo que no se han tomado las medidas necesarias para esto.
–¿En el aspecto de investigación para nuevos medicamento también es buena base?
–La etnomedicina sí te puede servir como un punto de inicio para poder realizar tus investigaciones.
–¿Para ti cual es la importancia de estas visiones alternativas en la ciencia y en la medicina?
–Pueden dar lugar a nuevos medicamentos a partir de animales, plantas, de microorganismos... Lo habían dejado en stand-by durante 20 años, pero cada vez están volviendo más a lo mismo... Cada vez son más los simposios que se están haciendo sobre eso... Es un boom que está regresando. Partir de estas fuentes naturales.