La nueva entrega reflejará como el dinero, el arte y la creación influyen en el hecho de ser mujer, pues se busca que una fuerza quede plasmada al final de la película y no solamente haya una ambición romántica.
Por María D. Valderrama
París, 14 dic (EFE).- Hace 150 años que Jo, Meg, Amy y Beth March son referentes para las niñas de medio mundo, pero la valiente historia de Mujercitas revive ahora con un eco particular de la mano de Greta Gerwig y Saiorse Ronan, que dan al clásico un aire más combativo y feminista.
La película, que llega a los cines el próximo 25 de diciembre, se suma a una larga lista de adaptaciones que han quedado en el recuerdo, pero recupera con más ambición el personaje de Jo March: "Ella nos dio permiso para soñar en grande", comenta Gerwig en una entrevista con Efe durante la presentación del filme en París.
"Los temas que trata el libro son el dinero, el arte, la ambición y la creación, y la forma en la que esto interactúa con el hecho de ser mujer. Son las mismas cuestiones que están en el debate ahora mismo de manera tan intensa", dice Gerwig, que ha devuelto a todas las hermanas una fuerza de carácter y determinación propia.
Gerwig no esconde que este proyecto ha tenido un significado personal: la película está llena de guiños a la autora del libro, Louisa May Alcott, de quien alaba su valentía y la convicción con la que vivió según sus ideales, y su libro "que permitió a muchas mujeres ser valientes".
"Cuando May Alcott escribió la novela no quería que Jo se casara. Fue una decisión de audiencia porque su editor probablemente le dijo que era la elección inteligente para el negocio. Por eso a esta Mujercitas quería darle un final que gustara a May Alcott, honrando la decisión empresarial que tomó pero dándole un giro", explica la directora.
La testaruda protagonista y aspirante a escritora que rechaza la idea del matrimonio, Jo March, interpretada por la joven actriz Saoirse Ronan, es más contestataria ahora que nunca.
Una fuerza que queda plasmada al final de la película, en el discurso en el que denuncia que la sociedad relegue a las mujeres a una ambición meramente romántica. "Aprendí mucho de esa escena", confiesa Ronan.
La actriz de origen irlandés ha entrado en Hollywood pisando fuerte: a sus 25 años, cuenta con tres nominaciones a los Óscar, tres a los Globos de Oro -ganó el último por su interpretación en Lady Bird-, y cuatro a los BAFTA.
"Amy Pascal, productora de la película, dijo que no necesitábamos otra versión de Mujercitas, pero que cuando Greta entró en el proyecto y lanzó sus ideas, se dio cuenta de que necesitábamos la versión de Greta Gerwig", dice Ronan a Efe.
La joven actriz protagonizó en 2017 Lady Bird, la muy elogiada ópera prima de la californiana Greta Gerwig, que hasta entonces había destacado como actriz en algunas películas alternativas. La fusión funcionó bien y podría darles nuevas y prometedoras alegrías.
Sorprende que la necesidad de esta nueva adaptación viniera de sus productoras, Amy Pascal, Denise Di Novi y Robin Swicord, las mismas de la versión de 1994 con Winona Ryder, una apuesta que vino sin duda de la voluntad de recuperar la novela después del huracán que causó el movimiento "Me Too" en la meca del cine.
Al reparto se añaden Meryl Streep, en la piel de tía March, Laura Dern, Florence Pugh, Eliza Scanlen, Chris Cooper, Louis Garrel y otra de las estrellas emergentes de Hollywood, Timothée Chalamet, que también trabajó en Lady Bird.
"Durante el casting, Greta buscaba personas con alma en las que brillase la empatía, creo que necesitamos más de eso", comenta Chalamet, que interpreta al vecino Laurie.
"Hay una escena en la que todas las chicas se van de la casa y los tres hombres se quedan solos, en silencio, y se ve cómo toda la energía se ha ido con ellas", comenta el estadounidense.
Una escena que refleja la apertura de mente de un intérprete que con solo 23 años se ha metido ya en la piel de abusón, de un toxicómano, de un homosexual adolescente y, próximamente, lo hará en la de Enrique V de Inglaterra. En Mujercitas, Chalamet se queda al margen para que brillen las protagonistas.
Tras el rodaje, Gerwig se prepara para protagonizar Tres hermanas, de Chejov, en el teatro de Nueva York, y va meditando los múltiples proyectos con los que llaman ahora a sus puertas.
"Es el mejor momento que hemos tenido para contar historias siendo mujer. Quiero hacer películas de mujeres y chicas y quiero que sean tan importantes como las historias de hombres", afirma. De momento, lo está logrando.