Entre 2014 y 206, aumentó en un 103 por ciento el ingreso de mujeres a la cárcel por delitos contra la salud, mientras que el incremento en hombres fue de prácticamente la mitad, 52 por ciento.
El informe “Políticas de droga, género y encarcelamiento en México”, realizado por la organización EQUIS Justicia para las Mujeres A.C. con apoyo de la Oficina en Washington para Asuntos, resaltó que las políticas de drogas afectan de manera distinta a las mujeres, ya que en México los delitos de la salud son la primera causa se encarcelamiento de las mujeres a nivel federales y, la segunda, estatal.
El trabajo de investigación expone que las mujeres entran al mundo del narcomenudeo por tres motivos principales: por la necesidad de mantener un hogar como jefas de familia, las relaciones de pareja y las adicciones.
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Ciudad de México, 14 de noviembre (SinEmbargo).- México tiene un discurso a favor de la mujer en el extranjero, pero la actual política de drogas las pone en una situación de vulnerabilidad ya que cada año más mujeres son encarceladas por narcomenudeo, reclamaron hoy organizaciones civiles.
En el 2014 fueron 940 féminas ingresaron a las cárceles por delitos contra la salud; en el 2015 fueron mil 617; y el año pasado mil 911, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), retomados en el informe “Políticas de droga, género y encarcelamiento en México” de la organización EQUIS Justicia para las Mujeres A.C.
Mientras que en los últimos año los ingresos de mujeres a centros penitenciarios por ese delito representaron un alza del 103 por ciento, el incremento en hombres fue sólo de la mitad, 52 por ciento hombres, explicó Isabel Erreguerena Citeri, representante de la organización EQUIS.
Coletta Youngers, experta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), sostuvo que México es uno de los países más activos en instancias internacionales para atender a las mujeres en reclusión, sin embargo, “ahora es tiempo de pasar de la retórica a la práctica”.
“Si es cierto que hay más hombre encarcelados por delitos de drogas, pero la tasa de mujeres está creciendo mucho más alto“, dijo Youngers.
El año pasado 32 mil 121 personas ingresaron al sistema penitenciario a nivel federal, 29 mil 417 hombres y 2 mil 704 mujeres.
De las mujeres privadas de la libertad en el fuero federal el mayor número de casos, 266, tenían cargos por posesión; secundado por 241 de comercio de estupefacientes.
Las políticas de drogas afectan de manera distinta a las mujeres. En México los delitos de la salud son la primera causa se encarcelamiento de las mujeres a nivel federales y, la segunda, estatal.
De acuerdo con el informe, las mujeres entran al mundo del narcomenudeo por tres motivos principales. Por la necesidad de mantener un hogar como jefas de familia, las relaciones de pareja y las adicciones.
“Una mujer nunca es sólo una mujer. Se cruza con muchas asuntos”, dijo Ana Pecova, Directora Ejecutiva de EQUIS Justicia para las Mujeres A.C.
La experiencia de una mujer encarcelada, señaló, varía según la etnias, identificad de género, si existe discapacidad, o condición migrante, enlistó entre varias de las posibilidades.
“Lamentablemente, las políticas de drogas no reflejan esta diversidad de experiencias. En México no sólo no contamos con herramientas para contar estas experiencias, sino que no tenemos información”, alertó Pecova.
De acuerdo con el informe, las mujeres entran al mundo del narcomenudeo por tres motivos principales. Por la necesidad de mantener un hogar como jefas de familia, las relaciones
“Todos estos roles de género. Tienen que ser madres buenas, buenas parejas. Pero por otro lado, se les castiga porque son mujeres que delinquen, consumen drogas e, incluso, ejercen la prostitución”, resaltó Isabel Blas Guillén, investigadora de EQUIS.
La tortura acompaña una gran parte de las detenciones de mujeres. A través de testimonios recolectados por Equis se pudo encontrar que actos de asfixia, humillaciones, desnudos forzosos, en incluso violaciones son prácticas utilizadas por las policías a la hora de la detención y reiteradas en Agencias del Ministerio Público.
“La tortura sexual es un crimen que no se investiga”, concluyó Blas, quien lideró las entrevistas empíricas en el Centro Femenil Federal de Morelos, en el Centro de Reinserción Social Tepepan y en Centro Femenil de Oaxaca, “Tanivet”.
La prisión preventiva debería ser el último recurso durante la realización de una investigación judicial, apuntaron las organizaciones civiles.
“Muchas personas en otros países imaginan que se trata de historias como la ‘Reina del Sur’, cuando en realidad hablamos de mujeres pobres”, lamentó Youngers.