La organización reveló que el máximo órgano militar de Irán ordenó a los comandantes de las fuerzas armadas de todas la provincias que “reprimieran con severidad” a las personas que salieron a las calles para protestar por la muerte de Mahsa Amini.
Ciudad de México, 14 de octubre (SinEmbargo).- La muerte de al menos 23 adolescentes en Irán a manos de las fuerzas de seguridad evidencia hoy la firme intención del Gobierno iraní de evitar que la ciudadanía levante la voz en contra de las instituciones ante las protestas que desencadenó el asesinato de la jóven Mahsa Amini en Teherán el pasado 16 de septiembre por la “policía de la moral”, supuestamente por no llevar el hiyab conforme la ley.
Sin embargo, entre disturbios por todo Irán para acabar con el Gobierno de la República Islámica, se veían miles de puños arriba, de mujeres jóvenes que también alzaban la voz: “Mujeres, Vida, Libertad”. Ahí estaban Nika Shakarami y Sarina Esmailzadeh, dos adolescentes que abandonaron sus hogares para unirse a la lucha, sin pensar que sería la última batalla que darían en su vida, y que las convertiría en los nuevos rostros de las protestas.
Las familias buscaban a ambas menores de apenas 16 años entre las calles y redes sociales. El destino de una de ellas se supo a pocas horas de su desaparición; de la otra no se supo nada hasta diez días después. El resultado: el mismo. Habían sido asesinadas por las fuerzas de seguridad, dijeron sus familias y defensores de derechos humanos. El cráneo de una niña fue aplastado y a la otra niña le rompieron la cabeza con golpes de bastón.
Los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad han sometido a las familias de las jóvenes a hostigamiento e intimidación intensos para que grabasen declaraciones en vídeo en las que reiteraban la historia oficial de que sus hijas se habían “suicidado” al saltar de un tejado; luego recibieron los cuerpos magullados y desfigurados.
En este, el episodio de disturbios civiles más grande y sostenido en Irán desde 2009, las imágenes dicen todo: carteles pegados en secreto en los muros de las ciudades de todo Irán y en las pancartas que llevan los manifestantes. Cada uno de sus nombres son un grito de guerra contra el Gobierno de la República Islámica.
Las mujeres y las niñas avanzan sin miedo en la primera fila desde que estallaron las protestas hace casi un mes; los jóvenes también destacan desafiando las repetidas represiones de los servicios de seguridad que ha cobrado un precio mortal de 28 niños y adolescentes, más otros tantos que han sido detenidos, según el Comité para la Protección de los Derechos del Niño de Irán.
Por su parte, Amnistía Internacional compartió en un comunicado una lista con 23 nombres de adolescentes y las circunstancias de su muerte como “consecuencia de fuerza ilegítima ejercida en las protestas habidas entre el 20 y el 30 de septiembre de 2022”. Se trata de 20 hombres, de entre 11 y 17 años, y tres mujeres, dos de 16 años, Nika y Sarina, y una de 17.
“El homicidio ilegítimo a manos de las fuerzas de seguridad iraníes de al menos 23 adolescentes arroja más luz sobre la mortífera determinación de aplastar las extensas protestas en curso que desencadenó la muerte bajo custodia de Mahsa (Zhina) Amini, de 22 años, el 16 de septiembre y que se han convertido en lo que muchas personas de Irán califican de alzamiento general contra las instituciones de la República Islámica”,
Según AI, la mayoría de los hombres murieron por heridas de balas; dos murieron al ser alcanzados por perdigones disparados a corta distancia; y un hombre más, y tres mujeres, fallecieron después de ser golpeados. Todos, a manos de las fuerzas de seguridad.
Del total de manifestantes y personas ajenas a las protestas que han muerto en ellas, el 16 por ciento son menores de edad, según los datos recopilados por Amnistía Internacional, quien tiene constancia de los nombres y datos de 144 personas —entre hombres, mujeres y menores— que las fuerzas de seguridad de Irán han matado entre el 19 de septiembre y el 3 de octubre, aunque, con base en sus investigaciones sobre denuncias de homicidios, prevé que el número de víctimas mortales sea mayor.
“Las fuerzas de seguridad de Irán han matado a casi dos docenas de menores de edad en un intento de aplastar el espíritu de resistencia de la valiente juventud del país. Si la comunidad internacional fuera una persona, ¿cómo podría mirar a los ojos a estos y estas jóvenes y a sus progenitores? Tendría que agachar la cabeza avergonzada por su inacción ante la impunidad generalizada de que gozan las autoridades iraníes por sus crímenes sistemáticos y sus violaciones flagrantes de derechos humanos”, manifestó Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“Las autoridades iraníes han hecho caso omiso reiteradamente de todos los llamamientos para que pongan fin al uso ilegítimo de la fuerza y enjuicien a los responsables de homicidios ilegítimos, desapariciones forzadas, y tortura y otros malos tratos de manifestantes, transeúntes y personas privadas de libertad. El precio de esta impunidad sistemática se está pagando con vidas humanas, incluidas las de menores de edad. Los Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU deben celebrar con carácter de urgencia una sesión especial y adoptar una resolución que establezca un mecanismo de investigación y rendición de cuentas de carácter independiente e internacional sobre Irán”.
El día más letal de la represión fue el 30 de septiembre en Zahedpan, provincia de Sistán y Baluchistán, cuando diez de las 23 víctimas adolescentes, que pertenecían a la oprimida minoría baluchi de Irán, fueron asesinados, siete de ellos, recibieron disparos en el corazón, la cabeza u otros órganos vitales, de acuerdo con la investigación de Amnistía Internacional.
Mientras, otras fuentes y pruebas recabadas por AI, revelan la crueldad con la que Javad Pousheh, de 11 años, perdió la vida después de que las fuerzas de seguridad le dispararan en la parte de atrás de la cabeza durante la represión violenta de una protesta.
Las 13 personas adolescentes restantes murieron en las provincias de: Teherán (5), Azerbaiyán Occidental (4), Alborz (1), Kermanshah (1), Kohgilouyeh y Bouyer Ahmad (1), y Zanyán (1). Dos de ellas eran de nacionalidad afgana: Mohammad Reza Sarvari, de 14 años, y Setareh Tajik, de 17.
AUTORIDADES IRANÍES DIFUNDEN HISTORIAS FALSAS
Ante las declaraciones de funcionarios y el papel de los medios de comunicación que aseguraron que el creciente número de muertes de menores se atribuían al aumento de “suicidios” y no a homicidios cometidos por las fuerzas de seguridad, el abogado de Mohammad Reza Sarvari, a quien las fuerzas de seguridad mataron a tiros durante las protestas en Shahr-e Rey, provincia de Teherán, el 21 de septiembre, publicó en Internet una copia del certificado de defunción del joven, en el que constaba como causa de la muerte “hemorragia y tejido cerebral destrozado” por “ser alcanzado por un proyectil de movimiento rápido”.
Las fuerzas de seguridad dispararon tanto perdigones como balas contra el joven Amir Mehdi Farrokhipour, de 17 años, durante las protestas en Teherán del 28 de septiembre. Fuentes informadas dicen que murió por heridas de bala en el pecho, sin embargo, funcionarios de los servicios de inteligencia obligaron a su padre a grabar una declaración donde dijera que su hijo había muerto en un accidente de coche, bajo amenazas de muerte o daños contra su familia.
La última oleada de homicidios de manifestantes está enraizada en una profunda crisis de impunidad sistémica por los crímenes más graves de derecho internacional que prevalece desde hace tiempo en Irán y que, dada la escala y la gravedad de las violaciones de derechos humanos pasadas y en curso, no ha abordo suficientemente el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Por ello, la organización urgió a buscar un mecanismo internacional de investigación y rendición de cuentas para obtener, consolidar, preservar y analizar pruebas de los crímenes más graves de derecho internacional cometidos en Irán y de otras violaciones graves de derechos humanos de un modo que cumpla las normas generales de admisibilidad en las actuaciones penales y ayude en la investigación y el enjuiciamiento de los presuntos responsables penales.
Las autoridades iraníes han reaccionado con anterioridad a las protestas con constantes similares de uso ilegítimo de la fuerza, incluidos medios letales, que, por ejemplo, causaron la muerte de cientos de manifestantes y transeúntes, 21 menores de edad entre ellos, durante las protestas de noviembre de 2019.