Un centro cultural en Abu Dhabi hace realidad El Juego del Calamar

14/10/2021 - 1:32 pm

Los concursantes pasaron por 15 pruebas, tales como “luz verde, luz roja”, “Dalgona”, también conocido como “galletas de azúcar”, el juego de las canicas, o el “Ttakji”, que consiste en voltear los cuadrados de origami.

Madrid, 14 de octubre (Europa Press).- Con el éxito de El Juego del Calamar, no han sido pocos quienes han pensado en qué ocurriría si lo relatado en la serie, donde un grupo de personas con dificultades económicas accede a jugarse la vida en una letal competición, fuera real. Una duda que ahora obtendrá respuesta, ya que la competición mostrada en la serie de Netflix ya ha tenido lugar en Abu Dhabi. Eso sí, en una versión menos sangrienta que la narrada en la ficción asiática.

El Centro Cultural Coreano ubicado en este país árabe ha organizado recientemente una versión del juego en el que, si bien evidentemente los concursantes que perdían no morían, sí que podían llevarse una notable remuneración económica en caso de que pudieran superar todas las pruebas.

Aunque los organizadores no hicieron pública la cuantía del bote final, difícilmente se acercaría a la mostrada en la serie, que era de 45 mil 600 millones de wones (algo más de 33 millones de euros). A pesar de esto, los concursantes pudieron pasar por un total de 15 pruebas, tales como “luz verde, luz roja”, “Dalgona”, también conocido como “galletas de azúcar”, el juego de las canicas, o el “Ttakji”, que consiste en voltear los cuadrados de origami y con el que se recluta al protagonista.

Como no podía ser de otro modo, la prueba final fue El Juego del Calamar. Todo ello estuvo rodeado por decorados que hicieron sentir a los participantes que estaban en las instalaciones vistas en la serie, así como proyecciones que recrean el andén de metro en el que Seong Gi-hun da comienzo a su aventura.

Los participantes, divididos en dos grupos, llevaron camisetas con el logotipo de la ficción y los números de participantes, mientras que los organizadores portaron el ya icónico mono de color rosa y pistolas Nerf de balines de gomaespuma.

A comienzos de este mes, y a pesar de que la serie no es apta para menores de 18 años dadas sus altas dosis de violencia, unos niños en un colegio belga replicaron el juego de “luz verde, luz roja”. El inocente a priori juego infantil que rápidamente se torció cuando los que caían eliminados fueron apaleados por los organizadores.

Pese a su arrollador éxito y a la expectación generada, el creador de la ficción, Hwang Dong-hyuk no planea estar implicado en una potencial segunda temporada. “No tengo planes bien desarrollados para El juego del calamar 2. Es bastante agotador pensar en ello. Pero si lo hiciera, seguramente no lo haría solo. Consideraría usar una sala de guionistas y querría múltiples directores con experiencia”, confesó a Variety.

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