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El capítulo indagó en la relación entre Alpha y su hija Lydia (Cassady McClincy) y presentó a Gamma (Thora Birch), cuya devoción por Alpha podría causar una separación entre la líder y Beta.
Madrid, 14 de octubre (Europa Press).- El segundo episodio de la décima temporada de The Walking Dead se centró en los Susurradores, remontándose al momento en que Alpha (Samantha Morton) conoció a Beta (Ryan Hurst), un inquietante encuentro que supuso el principio del enemigo más aterrador hasta la fecha. Además, el capítulo también indagó en la relación entre Alpha y su hija Lydia (Cassady McClincy) y presentó a Gamma (Thora Birch), cuya devoción por Alpha podría causar una separación entre la líder y Beta.
El episodio tiene numerosos flashbacks que se desarrollan siete años antes. El primero de ellos es una escena protagonizada por la pequeña Lydia (Havana Blum) y su madre. Todavía no lucían máscaras, pero estaban cubiertas de sangre y caminando entre una horda de zombies. Entonces se encuentran con una mujer que ha sido atacada por los caminantes, una imagen aterradora que hace que Lydia grite y atraiga a más zombies hacia ellos. Deciden refugiarse en un centro de rehabilitación de drogas y alcohol llamado Second Lives, aparentemente vacío. Pero entonces descubren un hombre con pasamontañas sosteniendo un machete, y Alpha le dice que si la va a matar, también tendría que matar a su hija, porque no pensaba irse sin ella. El hombre les permite pasar la noche, y Lydia le pregunta a su madre si el hombre es un monstruo. “Todos somos monstruos ahora”, responde ella.
Alpha deambula por los pasillos tarareando, el hombre la escucha y le pide que pare, diciéndole que le gusta el sonido que hacen los muertos. “Me gusta. Es la única canción que nunca quiero terminar”. Esta es una pista importante para la identidad pre-apocalipsis de Beta. En los cómics, Beta solía ser un famoso jugador de baloncesto. En la serie, parece que fue un popular músico. Beta no quiere escuchar el canto de Alpha porque necesita abandonar por completo su antigua vida. Convertirse en la mano derecha de Alpha le permite hacer eso. Esa noche, Lydia se queda a dormir con Alpha. “Te quiero mamá”, dice la niña. “Nunca me dejes, por favor”. “Deja de llamarme así”, le dice bruscamente el personaje de Morton, sentando las bases para su complicada relación en la línea de tiempo actual.
Alpha vuelve a explorar y es atacada por los caminantes, pero el hombre misterioso con el que tuvo previamente el encuentro la salva. “Me gusta matar contigo”, le dice. Es entonces cuando la líder lo llama Señor B, que posteriormente dará pie a Beta.
El personaje de Morton trata de quitarle la máscara que lleva, pero él la detiene y le pide que se vaya. Antes de hacerlo, va a su habitación mientras busca a Lydia y ve una foto de dos hombres. Justo entonces aparece un caminante y ella lo mata, pero B trata de detenerla asegurando que es el otro hombre de la foto.
Mientras se arrodilla y llora a su amigo caído, A le revela que el mundo les estaba mostrando un nuevo camino. “Camina conmigo en la oscuridad”, dice. “Camina conmigo y nunca estarás solo, mi B”.
En el presente, Alpha y Beta tienen un problema con un miembro de su grupo. Frances (Juliet Brett) está deprimida y distante porque Alpha le había hecho abandonar a su bebé. Mientras ella, Beta y su hermana Mary están reunidos, Frances comienza a llorar y sus sollozos llaman la atención de los caminantes. “Pagarás”, le amenaza Beta. De vuelta en el campamento de los Susurradores, Beta está a punto de matarla cuando Alpha lo detiene, se lleva a Frances a una cueva llamada “el lugar más profundo” y le hace quitarse la máscara y arrodillarse ante ella. Pero en lugar de matarla, Alpha la abraza, porque conoce el dolor de perder un hijo.
Pero el momento de misericordia es breve. Cuando el satélite que se vio en el episodio anterior hace su descenso, el ruido agita a los zombies y en el caos, Frances aprovecha para atacar a Alpha, pero su propia hermana la separa y la arroja a la horda.
“¿Te arrepientes de lo que hiciste?”, Alpha le pregunta a Mary. “Ella no estaba comprometida”, responde sobre su hermana. “Ella ya no nos pertenecía. Tenía que proteger a Alpha”.
“Lo que hiciste fue tu destino”, le dice Alpha. “Es la forma más pura y honesta de poner orden en el caos. Tu pureza nunca será olvidada”. Más tarde, Alpha convierte a Mary en un miembro completo del grupo, otorgándole el nombre de Gamma.
Por su parte, Beta está distante y preocupado por que la líder se vuelva blanda, mostrando piedad por alguien que no lo merecía. La había visto escabullirse del campamento por la noche, por lo que la siguió y descubrió que había construido un nido para Lydia con el conejito de peluche de su hija. Todavía se preocupaba por ella. “Es mi hija, es mi bebé. No podría matarla”, apunta.
Beta acuerda mantener su secreto del resto del grupo, y deciden ir a enseñar a sus enemigos una lección por cruzar la frontera y apagar el fuego. Alexandria les ha declarado la guerra.