Los petroprecios han regresado a cotizar por debajo de los 40 dólares después de que el aumento de los contagios de coronavirus en las principales economías generó dudas sobre una recuperación sostenida de la demanda por las posibles nuevas restricciones de movimiento.
La pandemia ha golpeado la demanda de petróleo debido al parón de la economía global: las restricciones al movimiento, el teletrabajo y la reducción de los viajes redujeron el consumo del energético.
Viena, 14 de septiembre (EFE).- La OPEP ha empeorado su previsión sobre el consumo mundial de crudo en 2020 y 2021 en medio de la creciente incertidumbre sobre el efecto de una segunda oleada de la pandemia en la economía global.
El desplome del consumo de petróleo será este año de 9.5 millones de barriles diarios (mbd) -un 9.5 por ciento- respecto a 2019, 400 mil barriles diarios más que hace solo un mes, lo que sitúa la cifra total de consumo diario prevista en 90.2 mbd.
Estos cálculos se incluyen en el Informe sobre el mercado de crudo que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) difunde cada mes y que recoge datos de agosto.
El pasado mes la OPEP ya rebajó sus previsiones de consumo en 100 mil bd, por lo que en los últimos dos meses la organización con sede en Viena ha empeorado las previsiones del consumo petrolero en medio millón de barriles diarios.
Para 2021, el pronóstico de la demanda mundial se ha reducido también en alrededor de 400.000 barriles, y se prevé un crecimiento de 6.6 mbd, con un consumo global de 96.9 mbd.
“Además de los aspectos relacionados con la COVID-19, persisten numerosas incertidumbres, incluidos altos niveles de deuda, inflación, riesgos geopolíticos, desafíos relacionados con el comercio, así como la posibilidad de un Brexit duro”, resume la OPEP el complicado panorama económico que se observa en el horizonte.
MENOR DEMANDA DE LA OPEP
La sed al petróleo procedente de los 13 socios del grupo también es revisada de forma notable respecto a los datos de hace un mes.
De esta forma, la demanda de crudo de la OPEP en 2020 se revisa a la baja en 0.7 mbd para situarse en 22.6 mbd, alrededor de 6.7 millones de barriles diarios menos que en 2019, indica el informe.
Aunque la OPEP ha rebajado en 1.1 mbd la demanda de su petróleo para 2021, se prevé un fuerte rebote que aumentará la demanda del crudo de la organización hasta los 28.2 mbd, unos 5.5 mbd más que este año.
Este empeoramiento de la demanda va de la mano de una caída de la previsión económica mundial en una décima, de una contracción del 4 al 4.1 por ciento.
“Se espera que China sea la única economía importante que muestre un crecimiento positivo este año, aunque la recuperación en EU y la zona euro parece estar ganando terreno. Se prevé que este impulso se traslade a 2021, cuando se calcula que el crecimiento mundial alcance un 4.7 por ciento”, indica el informe.
El precio del petróleo ha vuelto a caer por debajo de los 40 dólares después de que el aumento de los contagios de coronavirus en las principales economías genere dudas sobre una recuperación sostenida.
La pandemia ha golpeado la demanda de petróleo debido al parón de la economía global, con las restricciones al movimiento, el teletrabajo y la reducción de los viajes haciendo que se desplomara el consumo de energía.
BUSCA ESTABILIDAD DEL MERCADO
Con motivo de cumplir este lunes 60 años de su fundación, la Organización de Países Exportadores de Petróleo aseguró que continuará trabajando para lograr la estabilidad del mercado de crudo.
Además, este grupo de trece naciones recuerda en un comunicado la visión “pionera” del venezolano Juan Pablo Pérez Alfonso y del saudí Abdullah al-Tariki, considerados los “padres” de la OPEP, a la hora de impulsar un proyecto inédito para hacer frente al poder dominante que tenían entonces las grandes petroleras internacionales.
En la prensa ha sido tildada con frecuencia de “cártel” debido a la política de fijar precios que mantuvo, con escaso éxito, antes de pasar a la práctica actual, que consiste en establecer topes máximos de producción, lo que suele implicar cerrar los grifos cuando se desploman los precios y abrirlos cuando se disparan.
Los ajustes de esas cuotas y otras decisiones son adoptados por la conferencia ministerial, su órgano ejecutivo, integrado por los ministros del sector de cada país.
“Lo que está claro es que lo que se puso en marcha ha resistido la prueba del tiempo; la OPEP sigue teniendo los mismos objetivos básicos, de orden y estabilidad en los mercados mundiales del petróleo”, afirma en el comunicado el secretario general de la organización, Mohamed Barkindo.
A pesar de la grave crisis que afrontan los países exportadores de petróleo por la pandemia del coronavirus, que ha causado un desplome inédito del consumo energético mundial, Barkindo asegura que la entidad con sede en Viena que dirige “está preparada para hacer frente a los muchos retos” que le esperan en el futuro.
Además, anuncia que el aniversario se celebrará en Bagdad, aunque de momento se desconoce la fecha, después de haberse aplazado debido a la pandemia del COVID-10 los festejos que estaban preparados ya.
El nuevo virus ha llevado a la organización y a sus aliados, entre ellos Rusia, a aplicar este año el mayor recorte de la producción petrolera que se ha visto en la historia del sector, con el fin de compensar el extraordinario exceso de la oferta y apuntalar los desmoronados precios del barril.
La reducción, de 9,7 millones de barriles diarios (mbd), entró en vigor el 1 de mayo pasado, de acuerdo a un plan escalonado de dos años que la moderará paulatinamente, a medida en que se recupera el mercado.
La próxima conferencia ministerial de la OPEP está convocada para el 30 de noviembre próximo en Viena.