Javier Milei sacudió el domingo el escenario político argentino al convertirse en el precandidato presidencial más votado luego de aglutinar los sufragios de los argentinos descontentos con la dirigencia política tradicional que en los últimos años ha sido incapaz de combatir la inflación, la inseguridad y la corrupción.
–Con información de Associated Press, Democracia Ahora y Radio Francia Internacional
Ciudad de México, 14 de agosto (SinEmbargo).– “Hacer volar el banco central”, eliminar la moneda argentina, regular la venta de órganos y permitir la libre portación de armas, son algunas de las propuestas que abraza el ultraderechista argentino Javier Milei, quien este domingo se convirtió en el candidato más votado en las primarias de ese país, un economista volcado en la política al estilo incendiario de Donald Trump y abrazado del partido de extrema derecha español Vox.
Ese es Javier Gerardo Milei, quien el próximo 22 de octubre de 2023, el mismo día de la elección presidencial en la Argentina, cumplirá 53 años. Un político de melena alborotada, pero de porte cuidado, que se define como “anarcocapitalista“, se presenta como libertario, seguidor de la escuela austriaca de Friedrich Hayek, denuncia la omnipresencia del Estado y su intromisión en la vida de los ciudadanos de a pie, que se opone a la interrupción legal del embarazo y la educación en temas de género e identidad en las escuelas públicas y que al mismo tiempo es señalado de hablar con su perro fallecido Conan —a quien siempre se ha referido como su hijo— y con el mismo Dios, quien según él le pidió meterse a la política.
“Yo vi tres veces la resurrección de Cristo, pero no lo puedo contar. Dirían que estoy loco”, dijo Milei a un amigo, como recoge en El loco: La vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina, un amplio texto biográfico editado por Planeta, el periodista Juan Luis González, quien da cuenta además cómo “en una de sus conversaciones con ‘el número uno’ —como se refiere a Dios— éste le reveló el motivo por el que tenían tanto contacto. Dios, como había hecho antes con Moisés, le dijo que tenía para él una ‘misión’. Tenía que meterse en política, y le dijo algo más: que no tenía que parar hasta llegar a ser Presidente”.
Milei sacudió el domingo el escenario político argentino al convertirse en el precandidato presidencial más votado luego de aglutinar los sufragios de los argentinos descontentos con la dirigencia política tradicional que en los últimos años ha sido incapaz de combatir la inflación, la inseguridad y la corrupción.
Apodado “El Loco” desde sus tiempos en los que estudió en el colegio Cardenal Capello, en donde cosechó una fama de arquero bueno, aunque agresivo, como reseña La Nación, y con su banda “Everest” que tocaba covers de los Rolling Stones, Milei estudió Economía y completó su primera maestría, que combinó con otra en la Universidad Di Tella en la Universidad de Belgrano estudió Economía y abrazó su concepción del liberalismo.
Este economista libertario se ha convertido en la estrella de este año electoral en Argentina. Todos los canales de televisión hablan de él. “Su nombre se filtra en conversaciones de taxis y peluquerías, pronunciado tanto por quienes lo ven como la última oportunidad para arreglar la economía como por quienes le tienen pánico a sus propuestas”, describe en un texto en Democracia Abierta el periodista argentino Juan Elman.
No siempre fue así. Hace apenas tres años, Milei era invitado a los programas de televisión por sus exabruptos y era casi considerado un bufón. Pero hoy, todos los sondeos lo sitúan en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de noviembre de 2023 y algunos incluso le dan posibilidades de ganar. Javier Milei es líder del partido La Libertad Avanza, que creó en 2021, y ya es algo más que una estrella emergente de la política argentina.
Elegido Diputado por Buenos Aires en noviembre de 2021, está en proceso de dinamitar un sistema político que hasta ahora ha funcionado sobre la antinomia peronismo/antiperonismo y el enfrentamiento de dos grandes coaliciones, en este caso, según sus últimas denominaciones, Frente de Todos, que agrupa a las distintas corrientes peronistas, y Juntos por el Cambio, alianza dominada por una formación de centro-derecha, Pro, pero que debe su implantación territorial al viejo partido radical, de centro, cuando no de centro-izquierda.
La primera coalición está en el poder desde 2019, con Alberto Fernández como Presidente y la expresidenta Cristina Kirchner como Vicepresidenta. Fernández sucedió a Mauricio Macri, fundador de Pro, que ganó la Presidencia al frente de la segunda coalición, entonces llamada Cambiemos. Pero para Milei, todo da igual: todos estos políticos, sean del bando que sean, son miembros de una “casta”, alejada de la gente, que él denuncia, cosechando sonoros aplausos en una sociedad marcada por la decepción o el rechazo a su clase dirigente.
“La indignación que tiene mi generación es muy profunda. Le tiene un profundo asco a los políticos. Creo que Javier ha sabido canalizar muy bien ese rechazo. Él existe por los políticos, que están desconectados de la realidad de mi generación y que no saben el daño que han hecho. Hicieron la vista gorda a nuestras necesidades y nos toman el pelo”, expresó a Democracia Abierta Mila Zurbriggen, de 24 años, criada en la provincia de Formosa, norte del país, y ahora residente en Buenos Aires.
Milei, que se identifica con líderes de ultraderecha internacional como Jair Bolsonaro, Santiago Abascal y Donald Trump, se presenta como un outsider que va a acabar con la “casta política”. En esto ha tenido éxito: nunca antes se ha debatido tanto sobre los sueldos y privilegios de políticos.
Antes de entrar a la política, Milei era un economista que trabajaba como consultor de grandes empresas financieras, el Foro Económico Mundial y el G20. Unos años atrás empezó a aparecer en programas de TV como comentarista y panelista, en los que cultivaba un estilo agresivo: siempre terminaba a los gritos con algún interlocutor, especialmente si era progresista. Se postuló por primera vez en 2021, cuando fue elegido Diputado.
Lejos de algunas caricaturas que lo retrataban como un fenómeno de clases acomodadas, a Milei le fue mejor en las comunas más pobres de la capital argentina, en el sur. En esta campaña son varias las voces que alertan sobre la penetración del libertario en zonas populares y de raigambre peronista.
“Hay muchos jóvenes de familias de clase media baja, con una estética masculinizada, rockera por momentos y atravesada por determinadas culturas juveniles”, dijo al reportero Juan Elman la antropóloga Melina Vázquez, que investiga la participación política juvenil. Milei apela a esos grupos cuando se presenta en los actos con chaqueta de cuero y rock nacional como banda de sonido.
En cualquier otro momento, agrega Vázquez, “estos jóvenes estarían representados por el peronismo, tanto por la estética como por las consignas que despliegan”. Es esto lo que distingue a los militantes de Milei con otros movimientos juveniles liberales. “Hay un intento por pensar y construir una derecha popular. Es una puesta en escena que no tiene nada que ver con lo que mostraba el PRO (el partido del expresidente Macri). Se busca salir a la calle, usar bengalas, hacerse ver. También hay una condición más de clase: algunos se reivindican como trabajadores de Rappi (una plataforma de servicios de reparto a domicilio), precarizados”.
El propio Milei ha pasado por tiempos difíciles. En El loco: La vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina, el periodista Juan Luis González narra la difícil infancia en la que pasaron Javier y su hermana Karina a manos de su padre Horacio Norberto Milei, “un chofer del colectivo 111 que en pocos años iba a dar grandes saltos en el escalafón social”. Sobre su infancia, narra el autor de esta biografía: “La vida de Javier y de su hermana dos años menor eran un tormento. Palizas, golpes, humillaciones, maltratos y la falta de amor por parte de su padre fueron una constante en la infancia del futuro Diputado, una larga serie de suplicios que incluían la atípica fórmula de que la madre no era víctimas sino victimaria”.
Precisamente por eso, la prensa argentina reseña cómo Milei se refiere a sus padres como “progenitores”, mientras que la devoción hacia su hermana es tanta que se refiere a ella como “El Jefe”. En septiembre de 2021, la presentadora Viviana Canosa le preguntó cómo era el vínculo entre ellos. “Vos sabés que Moisés era un gran líder, pero no era bueno divulgando. Entonces Dios le mandó a Aarón para que, digamos, divulgue. Bueno…”, respondió, emocionado. “Kari es Moisés y yo soy sólo un divulgador, nada más”, indicó Javier.
En su libro El camino del libertario, también editado por Planeta, el propio Milei cuenta otros tiempos de “oscuridad” cuando adoptó a Conan. Por esas mismas fechas quedó desempleado y ganó una indemnización que, narra, dividió para sobrevivir cuatro años. “Eso daba una cifra mensual que, sujeta a que Conan, siguiera teniendo las mejores condiciones de vida posible, me permitía gastar por día el equivalente a una pizza. Podía comer una pizza por día: ¡y lo hacía! Obvio, llegué a pesar 120 kilos, pero lo importante era, y siempre es, que Conan esté bien”.
De esta manera, Javier Milei ha señalado que para él lo más importante es su hermana, Conan, fallecido en 2017 por un cáncer, y sus cinco “nietos”, Conan, a Murray, a Milton, a Robert y a Lucas, a quienes les dedicó su triunfo en las primarias. Cinco mastines ingleses que son clones de Conan y por los cuales pagó 50 mil dólares más impuesto.
Precisamente a la muerte de Conan, y el impacto emocional que le produjo, según relata Juan Luis González, “Karina, su hermana, indispensable para él como Conan, intentó ayudarlo. Estudio para convertirse en medium, y empezó a ser ella misma quien comunicaba al recién fallecido can con su dueño, una actividad que al día de hoy es central en la vida de la menor de los Milei, que dice poder hablar con animales vivos y muertos y que en base a eso toma decisiones importantes”, porque según esta narrativa Conan está sentado “al lado del ‘número uno’ para protegerlo, y que gracias a eso había comenzado a tener pláticas con el mismísimo Dios”, se lee en El loco: La vida desconocida de Javier Milei.
Milei fue cuestionado sobre esto por el reportero Martín Sivak de El País a finales de julio pasado.
—¿Es cierto que usted mantiene una conversación telepática con Conan?
—Sí, también dicen que mis perros son mis asesores y son fabulosos, porque mirá todo lo que logré en términos de resultados.
—¿Pero entonces usted habla con Conan?
—Lo que yo haga puertas adentro de mi casa es problema mío. Y si es, como dicen, mi asesor político, la verdad es que les pasó el trapo a todos. El señor Jaime Durán Barba [consultor político] se la pasa organizando reuniones utilizando esa reflexión. Conan es muchísimo mejor asesor político que él. Como no pueden con mis ideas, entonces se meten con mi vida espiritual usando recursos públicos. ¿Vos sabías que hasta me revisan la basura?