Las grandes eléctricas españolas han sido señaladas por el Presidente Pedro Sánchez para asumir un impuesto temporal para recaudar aproximadamente unos siete mil millones de euros en dos años.
Ciudad de México, 14 de agosto (SinEmbargo).- Iberdrola, Endesa y Naturgy, los tres gigantes de la energía eléctrica en España, cerraron la primera mitad de 2022 con un beneficio conjunto de 3 mil 548 millones de euros, marcado por el incremento de los precios del gas en toda Europa. Las ganancias equivalen a un 24 por ciento más comparado con el mismo periodo de 2021.
De acuerdo con datos oficiales difundidos por las tres compañías, Naturgy ha sido la más beneficiada pues en tan solo seis meses esta empresa ganó 557 millones de euros.
“El importe neto de la cifra de negocios ordinaria del primer semestre del ejercicio 2022 asciende a 16.737 millones de euros con un crecimiento del 83.4 por ciento comparado con el primer semestre de 2021, principalmente como resultado de los mayores precios de la energía en el período”, indicó Naturgy en un cable remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En tanto, Iberdrola, señalada por sus constantes escándalos de corrupción, generó ganancias por dos mil 075 millones de euros, 36 por ciento más que en el mismo periodo de 2021. Endesa, por su parte, obtuvo beneficios por 916 millones de euros, 10 por ciento más respecto al año pasado, gracias a la venta de su negocio de movilidad eléctrica a su matriz, Enel, la compañía eléctrica controlada por el Estado italiano.
Los resultados llegan luego de la evolución de las tres compañías en 2021. Durante el año pasado dichas empresas sumaron un beneficio conjunto de 6 mil 533 millones de euros, la cifra más alta desde el ejercicio 2014.
Según especialistas, las eléctricas se vieron beneficias por la sentencia del Tribunal Supremo que desechó el canon hidroeléctrico implementado por el Gobierno del Partido Popular en 2015. La anulación obligó al Estado a devolver más de mil 900 millones de euros a las empresas y cargó ese importe al déficit público.
España se encuentra en medio de un debate sobre aprobar o no, el cobro de impuestos a temporales a las grandes compañías energéticas para recaudar aproximadamente unos siete mil millones de euros en dos años.
Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno español, anunció el pasado 12 de julio que el impuesto a “los grupos dominantes” del sector eléctrico, gasista y petrolero entrará en vigor durante 2023 y 2024, y buscará recaudar dos mil millones de euros al año de los beneficios extraordinarios de estas empresas en 2022 y 2023.
El aumento de los costos del combustible provocado por la guerra de Rusia en Ucrania ha ejercido una gran presión financiera sobre toda Europa, lo que genera preocupaciones sobre un posible invierno complicado.
El pasado 11 de agosto, el Canciller alemán Olaf Scholz anunció medidas de emergencia para tratar de recuperar su soberanía energética y superar la dependencia a los combustibles rusos, cuyo suministro se ha puesto en duda a causa de la guerra. Alemania ha recuperado el carbón como fuente de energía, que es altamente contaminante, pero deberá hacer más en el corto plazo si quiere superar sin protestas el invierno crudo.
El Gobierno ha dado luz verde a las empresas de servicios públicos para reactivar las centrales eléctricas de petróleo y carbón cerradas como parte de los esfuerzos para reducir la dependencia del país del gas natural ruso. Scholz dijo que el Gobierno también está considerando extender la vida útil de las tres plantas nucleares restantes del país más allá de fin de año, mientras toma medidas para aumentar masivamente la generación de energía renovable a corto y mediano plazo.
Scholz dijo que impulsará la construcción un gasoducto que aumente el suministro desde Portugal a España hasta la zona central de Europa.
Un día antes, el 10 de agosto, entraron en vigor las medidas del plan de ahorro energético aprobadas por el Gobierno español, y que consisten en la regulación de los termostatos y del alumbrado.
El aire acondicionado en grandes superficies, comercios y edificios públicos, se determinó por ejemplo, que no podrá estar por debajo de los 27 grados centígrados. En invierno, la calefacción también estará sometida a restricciones en estos lugares, y la temperatura no podrá superar los 19 grados. Para contribuir a preservar estas medidas, los edificios y los locales estarán obligados al cierre automático de las puertas a partir del 30 de septiembre.
Estas medidas se encuentran en el marco del plan de ahorro energético propuesto por la Unión Europea, que busca que los países de Europa reduzcan su consumo energético en un 15 por ciento, a excepción de España y Portugal, que deberán reducirlo en un siete por ciento por la llamada “excepción ibérica”.
La situación de España, que no es tan dependiente del suministro de energía de Rusia, es diferente de la de otros países, que aunque han adoptado diferentes medidas, aún no tienen una normativa definida.
Con información de AP y Europa Press