Los de Sinaloa siguen peleando en las calles de Baja California, pero en los últimos meses la pugna interna del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha resultado en más muertos, refirieron a ZETA tres investigadores.
Este pleito intestino y la reestructuración de la dirigencia del CJNG también generó la ola homicida iniciada hace tres semana en Tecate, que acumula 16 muertos. Y los más de 670 homicidios violentos cometidos entre mayo y agosto de 2019 en Tijuana, incluidos los de dos hombres asesinados el 5 y 6 de agosto, cuyos restos fueron tirados y acompañados con amenazas criminales que aprovecharon los ataques al grupo de “Los Cabos”.
Baja California, 14 de agosto (Zeta).– El inicio dela pugna al interior del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) sucedió -de acuerdo a investigadores- cuando miembros de la célula criminal identificada como “Los Cabos” decidieron salirse del grupo mafioso.
Los traficantes disidentes e inconformes con la nueva estructura quedaron entre dos fuegos: sus enemigos de Sinaloa y los de Jalisco que buscaban fidelidad y les retiraron su “protección”.
En medio de esa purga criminal, la mañana del viernes 2 de agosto asesinaron en Baja California Sur a Ricardo Álvarez Olivares “El Bebé” o “El Cabo 39”, y sucedió la captura de Edgar Herrera Pardo “El Caimán” o “El Cabo 8” la madrugada del domingo 4 de agosto en San Luis Potosí.
“El Cabo 39” creyó que poco más de mil 500 kilómetros de distancia entre Tijuana y La Paz eran suficientes para evitar a los matones. Los de Sinaloa al servicio de Víctor Hugo Mejía “El Griego” o de José Luis Mendoza Uriarte “El Güero Chompas”, y los de Jalisco con Israel Alejandro Vázquez Vázquez “El Cabo 50” a la cabeza.
Pero fue sorprendido y asesinado cuando salía de su casa en Baja California Sur. Su pareja, una mujer que salió del domicilio, lo identificó mientras cargaba a un bebé en brazos y trataba de mantener lejos a otros dos niños pequeños.
A Edgar Herrera Pardo “El Cabo 8” lo aseguraron como a muchos de los traficantes, siguiendo la huella de su pareja en turno. Estaba confiado. Había sido herido en un atentado el 5 de mayo en Guadalajara, después regresó a Tijuana y tramitó un amparo para no ser detenido, por eso no se la esperaba.
Los de Sinaloa siguen peleando en las calles de Baja California, pero en los últimos meses la pugna interna del CJNG ha resultado en más muertos, refirieron a ZETA tres investigadores.
Este pleito intestino y la reestructuración de la dirigencia del CJNG también generó la ola homicida iniciada hace tres semana en Tecate, que acumula 16 muertos. Y los más de 670 homicidios violentos cometidos entre mayo y agosto de 2019 en Tijuana, incluidos los de dos hombres asesinados el 5 y 6 de agosto, cuyos restos fueron tirados y acompañados con amenazas criminales que aprovecharon los ataques al grupo de “Los Cabos”.
“TODA LA GENTE DEL 8 ASÍ VAN A QUEDAR SI NO SE ALINEAN CON LOS BUENOS SIGUES TÚ GASTÓN Y FERNANDO”, escribieron con letras azules en una cartulina blanca y la dejaron afuera del bar 7 de Copas en la zona comercial de la delegación La Mesa, al lado de un maletín que contenía la cabeza cercenada de un hombre aún no identificado.
Y otra más en la colonia Urbi Villa, donde el mensaje ensangrentado se colocó a un costado del cadáver de un hombre con evidencias de tortura, al que tiraron a un lado de la calle Sierra Madre. La advertencia fue:
“ESTO LE VA A PASAR A LA GENTE VOLTEABANDERA CHAPULINES LA LIMPIA SIGUE CABOS… LO DEMÁS ESTÁ ROTO Y MANCHADO”.
En este conflicto interno de sangre en el CJNG impera la violencia generada, de acuerdo a las autoridades, por los siguientes identificados como criminales:
Alejandro Estrada “El Lic del Diablo”. Abogado sin antecedentes penales que ha tenido como clientes a Alfonso Lira Sotelo (asesinado en septiembre de 2018) y José Soto “El Tigre” (libre). Salió ileso de un atentado armado en Tijuana en febrero de 2016.
Jesús Alfonso Trapero “El Jeshu”. Ex policía municipal, ha operado criminalmente para todos los cárteles de droga que han tenido actividad en Baja California. Lideró a los de Jalisco en Tecate y actualmente es cabecilla operativo del CJNG en zona costa. “El Trapos” es quien da los permisos para matar, “incluso cuando no son temas internos es quien controla”, afirmaron integrantes del CJNG detenidos a las áreas de inteligencia.
Elementos de la #FGR cumplimentaron en #SanLuisPotosí dos órdenes de aprehensión en contra de Edgar “H” y Maine “C”, por su probable responsabilidad en la comisión del delito contra la salud. https://t.co/0H4Oj0GyZQ pic.twitter.com/B9ISDagzTF
— FGR México (@FGRMexico) August 4, 2019
Israel Alejandro Vázquez Vázquez “El Cabo 50” y/o “El Goofy”. Brazo armado del CJNG, iniciado en el cártel con Arturo Gómez Herrera “El Gross”, asesinado en octubre de 2016 en Guadalajara y Juan José Pérez Vargas “El Piolín”, capturado en la misma ciudad en septiembre de 2017 y muerto en el penal de Puente Grande en mayo del año en curso.
Como en 2006, cuando inició el enfrentamiento entre los cabecillas y los jefes de grupos de sicarios del Cártel Arellano Félix (CAF), pleito que abrió la puerta a la entrada y empoderamiento primero del Cártel de Sinaloa en 2011, y en 2014 de la mafia de Jalisco, hoy en la zona costa de Baja California grupos de matones y las nuevas cabezas del CJNG protagonizan otra a guerra por la venta de droga en las calles y el control del territorio bajacaliforniano para el trasiego de enervantes a Estados Unidos.
En las calles, delincuentes menores mencionan a las autoridades otro protagonista que estaría operando contra “El Lic del Diablo” y compañía:
David López Jiménez “El Cabo 20”. Aprehendido el 10 de febrero de 2019 en Mexicali, y, de acuerdo a versiones de delincuentes detenidos, sigue operando criminalmente desde la cárcel. Aunque en audiencia él aseguró ser vendedor de autos usados, rentar siete departamentos y que la Policía Estatal Preventiva (PEP) le había sembrado la droga y el arma con la que lo aseguraron.
A finales de 2018 y principios de 2019, López Jiménez se enfrentó con Héctor Manuel Morales Guzmán “El Gallero” porque estaba matando a sus operadores delictivos; y con “El Cabo 50” porque lo amenazó y le calentó el terreno cuando presuntamente Vázquez ordenó el asesinato de los policías Fidencio Figueroa Rodríguez y Omar Araujo (en cuyo expediente no se han consignado presuntos responsables), atacados en un restaurante de la colonia Sánchez Taboada el 23 de enero.
“El 20” ingresó con los de Jalisco de la mano del CAF, se escindió de los operadores del CJNG desde enero de 2019. Entonces empezaron a colgar mantas acusándolo de traidor y amenazándolo de muerte, en ese tiempo se trasladó a Mexicali, donde lo capturaron.
El más reciente narcomensaje lo dejaron sobre un cadáver en Camino Verde el 8 de junio:
“AHI ESTA TU GENTE GUSTAVO GERMAN AYALA ALIAS EL TAVO PATACHIN O COBRE Y TU DAVID LOPEZ JIMENEZ EL 20 DEJA DE MANDAR HACER MARRANADAS DESDE LA CARCEL SIGUES TU RUBEN, RICHI, PABLO, PELON, MENA, ASI VAN AMANECER PIRUJAS VOLTEADAS….ATT…. LA CLICA DE LOS CABOS”.
Junto a López Jiménez, el organigrama de las autoridades contempla a Gustavo Germán Ayala “El Patachín”.
DESBANDADA DE “LOS CABOS”
Las autoridades identifican dos hechos que recrudecieron el enfrentamiento interno del CJNG a partir de mayo de 2019:
* El 5 de mayo, la privación de la libertad en una zona residencial de Guadalajara, de Héctor Manuel Morales Guzmán “El Gallero”, quien había quedado como jefe operativo criminal en lugar del “Piolín”, “pero por la drogas andaba bien loco y estaba mandando matara a su gente”. Operativo criminal en el que hirieron a balazos a Edgar Herrera Pardo.
* El 15 de mayo, la repentina y extraña muerte por bronco aspiración de Juan José Pérez Vargas “El Piolín” mientras comía.
Ante la ausencia de estos jefes criminales, que eran a los que conocían de la calle, los nuevos cabecillas pidieron fidelidad pero no la obtuvieron de todos “Los Cabos”, algunos decidieron incorporase al grupo rebelde del “20” y/o “El Cabo 20” y Germán Ayala. Otros que alegaron ser fieles a las familias del “Piolín” y “El Gallero”, o no estar interesados en continuar el grupo, de plano decidieron independizarse. De acuerdo a las versiones extraoficiales, ese fue el caso de Edgar Herrera Pardo “El Cabo 8” y Ricardo Álvarez Olivares “El Cabo 39”.
En Tijuana, el primer cuatrimestre tuvo un promedio de 173 asesinatos al mes, en el segundo cuatrimestre subió a 214 asesinatos mensuales. En la misma comparativa, Rosarito pasó de 11 a 16 muertes violentas, y Tecate de 6.2 a 9.3 ejecuciones al mes.
En mayo, la condición de inseguridad también se agravó porque las fuerzas federales redujeron en 80 por ciento su cooperación en labores preventivas por el cambio a una Guardia Nacional que no empieza a trabajar porque sigue capacitándose y en labores de reconocimiento, ante los problemas de la Policía Federal y la llegada de migrantes.
“EL CABO 8”
En 2015, cuando las autoridades aceptaron finalmente la presencia del CJNG en Baja California -en noviembre después que dos traficantes de armas de esa mafia asesinaran a los agentes municipales Víctor Inzunza y Janey Cacolan-, el organigrama en poder de las autoridades ya contemplaba la presencia de “El Caimán” o “El Cabo 8”, su ascenso se dio de la mano de Juan José.
Pérez Vargas “El Piolín” y como cabecillas de sicarios tras el asesinato de Arturo Giovanni Gómez Herrera “El Gross” en noviembre de 2016. Israel Alejandro Vázquez Vázquez “El Cabo 50” y/o “El Goofy”, quien ahora encabeza a los matones del CJNG, estaba bajo sus órdenes.
De acuerdo a versiones de los agentes ministeriales de Jalisco, “El Caimán” acompañaba como escolta al “Gallero” cuando lo desaparecieron en Guadalajara en mayo.
Los archivos judiciales indican que Herrera Pardo regresó a la frontera y el 20 de junio presentó ante el Juez Primero de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en Baja California con residencia en Tijuana, el juicio de amparo indirecto 582/2019 contra el Juez de Control de Partido de Tijuana, contra cualquier “orden de aprehensión, investigación, presentación, detención o arresto”.
El 17 de julio, el expediente se sobreseyó por “inexistencia del acto reclamado”.
Sin embargo, antes de la una de la mañana del 4 de agosto, once elementos de la Unidad de Operaciones de Alto Impacto, cinco autos y un oficial de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la República (FGR), solicitaron apoyo de la fiscalía estatal de San Luis Potosí para ejecutar una orden de aprehensión en su contra.
De acuerdo al boletín de la FGR, siguieron a su novia desde Querétaro y los aseguraron después que vieron que se encontraron y abordaron un transporte público, “… el Ministerio Público Federal solicitó y obtuvo del Juez de Control Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, adscrito al Centro de Justicia Federal en el Estado de Jalisco, el mandamiento de captura”. El detenido “… cuenta con una orden de aprehensión con fines de extradición a los Estados Unidos de América”.
Herrera fue detenido bajo la causa penal 421/2019 y la carpeta de investigación FED/SEIDO/UEIDMS.JAL/0000704/2019 de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos en Materia de Secuestro, pero no se ha informado en cual secuestro se le implica, hasta el momento el único donde ha sido mencionado ministerialmente es en el de Héctor Manuel Morales Guzmán “El Gallero”, presuntamente como víctima.
En cuanto a la orden de extradición, se constó a las autoridades de Estados Unidos, pero no confirmaron, también se revisaron los expedientes no sellados en el Departamento de Justicia y su nombre no fue ubicado.
Únicamente se localizó el expediente 17CR0219CAB contra su jefe directo ,el fallecido José Pérez “El Piolín”, hasta ahora el único de los operadores del CJNG en Baja California que ha sido acusado por el gobierno de Estados Unidos; lo imputaron en la Corte del Distrito Sur de California en septiembre de 2016 por conspiración para distribuir sustancias controladas destinadas a importación y conspiración para importar sustancias prohibidas.
El caso fue sellado el 27 de enero de 2019, lo mismo que la orden de arresto autorizada el 30 de enero de 2017. Partes de este expediente aún permanecen sin acceso público y podría ser el caso en el que esté incluido “El Caimán”.
“EL CABO 39”
En Tijuana su residencia estaba marcada en el fraccionamiento El Florido, donde viven sus padres, pero fue asesinado en Baja California Sur. Ricardo Antonio Álvarez Olivares “El Bebé” o “El Cabo 39” acababa de cumplir 29 años de edad en junio.
Aunque oficialmente era comerciante y empleado en la farmacia botánica propiedad de su familia, de acuerdo a datos de las áreas de inteligencia de Baja California, primero fue operador criminal del Cártel de Sinaloa, bajo el mando delictivo de Luis Francisco Lozano Beltrán “El Paco Trokas”, asesinado por un comando armado en noviembre de 2015 mientras hacía prueba de manejo de una camioneta de lujo en una agencia de Culiacán, Sinaloa.
Las autoridades no precisan en qué año, pero después ubican a “El Bebé” con Jalisco y con nuevo apodo, “El Cabo 39”. En enero de 2018 las autoridades bajacalifornianas informaron que empezaron a buscarlo como uno de los responsables de homicidios en la pugna contra el Cártel de Sinaloa, pero no existe ninguna investigación formal n orden de aprehensión por ese delito en su contra.
El 26 de marzo de 2017 su nombre fue incluido por primera vez en una narcomanta colgada en el puente Casa Blanca de la Zona Este de Tijuana. Según versiones de los policías, la amenaza provenía de Víctor Hugo Mejía “El Griego”, cabecilla de sicarios de Cártel de Sinaloa:
“HORA SI BAN A SABER LO KE ES AMAR A DIOS EN TIERRA AGENA, PORKE ESOS ES TIERRA AGENA PA USTEDES MUGROSAS MUÑECAS DE JALISCO TU CHAMAKA CABESONA DEL JP ARIMENSE A TIJUANA CULO Y LAGARTIJA KE TE HACES LLAMAR CABO 8 AKI SE SIENTAN CULOS AKI ES DE ALGUIEN YA SABEN EN ESTOS DIAS DE SIENTO Y CABO 96 O HAKER CARLOS INOJOSA MALDITA MUJERSUELA 4 OJOS Y TU BEBE CABO 39 MALDITO TRAIDOR MORDISTE LA MANO KE TE DIO DE TRAGAR A Y TAMBIÉN PONDRAS A TUS COMPAS SI PUSISTE A TU PRIMO PINCHI CULO POR 3 MIL PESOS PERO AKI VAS A MAMAR JUNTO A TUS PINCHES BRINCOLINES RATA LACRAAA YA BIERON AL PENDEJO DEL MEHER COMO LE FUE PEOR BAN A KEDAR USTEDES EN MALETITAA Y TODOD LACRAS ATTEEE SI SARGENTOOO YA SABEN KIEN…..PINCHE CABO DE MIERDA”.
Todavía en noviembre de 2018, las área de inteligencia informaron que Álvarez Olivares encabezaba por el CJNG la pugna contra José Luis Mendoza Uriarte “El Güero Chompas” de Sinaloa, por la venta u trasiego de droga en la zona de La Presa en Tijuana.
La madrugada del 22 de mayo de 2019, en un puente del fraccionamiento Terrazas del Valle, lo amenazaron de nuevo:
“Ricardo Antonio Pérez Olivares cabo 39 el bebé el mata primos ni con los fierros que te dimos la vas a librar hijo de tu puta madre quedaste bien formal en entregar al pendejo del cabo 7 (el Chucky) y al de Matamoros y no cumpliste vas a mamar. Atentamente La Maña”.
Su expediente contenía tres antecedentes delictivos:
* El 22 de octubre de 2009 fue detenido por robo con violencia a un supermercado. Lo consignaron en el expediente AP/5394/09/200.
* El 7 de diciembre de 2013 lo capturaron por delitos cometido contra funcionarios púbicos (no proporcionaron más información) bajo la Averiguación Previa 7900/13/20. Llevaba consigo una pistola calibre .45 con siete cartuchos útiles y uno percutido. El expediente fe remitido a la ahora FGR.
* El 26 de marzo de 2014 fue aprehendido por disparar arma de fuego en riña, bajo el expediente AP.21177-14-20C. Fue liberado bajo proceso al tiempo que le dio vista al Ministerio Público federal por la posesión de una pistola calibre .45 automática con tres cartuchos útiles.
Su vida concluyó cuando lo asesinaron el 2 de agosto de 2019 en Baja California Sur.
LA MUERTE DEL “BEBÉ”
De acuerdo a datos de las autoridades en Baja California Sur, “El Cabo 39” se había instalado en La Paz la segunda semana de abril de 2019, después que un grupo de matones atentara contra la vida de su padre en Botánica Olivares, negocio que su familia tiene en Tijuana.
El 2 de agosto, día del asesinato de Ricardo Antonio Álvarez Olivares “El Cabo 39”, el automóvil tipo Sentra blanco, modelo 2005 en el que viajaron los asesinos -con reporte de robo en Tijuana- , estuvo varias horas estacionado afuera de la casa del traficante, en Avenida Península Osa y Península de Azuero, Fraccionamiento Península Sur. Al volante estaba una mujer joven y de copiloto el hombre que le disparó. Nueve casquillos quedaron en la escena del crimen, en tanto que cinco balas impactaron en el cuerpo del también apodado “El Bebé”.
Los homicidas recibieron apoyo local como muestra la huida, ya que mientras la Policía ingresó a la zona por la avenida principal -Bulevar Península Sur-, escaparon por una brecha paralela y abandonaron el auto en la calle Del Mezquite, entre Granate y Opalina de la colonia El Progreso.