Con plegarias de “Dios, salva a los jóvenes del infierno de la homosexualidad”, un grupo de fanáticos religiosos acudió a las afueras de un bar gay en Mendoza y el video de su visita se volvió viral.
Los Ángeles, 14 e julio (La Opinión).- Una cámara de seguridad en la ciudad de Mendoza, en Argentina, captó una escena inédita, la cual rápidamente se convirtió en viral en las redes sociales, en donde se muestra a un grupo de personas haciendo algo que a simple vista puede parecer un tanto extraño, ya que realizaban un “ritual” frente a un bar gay.
Según medios locales, las personas acudieron a plena luz del día a un bar gay llamado Queen Disco para aparentemente realizar un ritual frente a este local que todas las noches está abierto para que personas, sean o no parte de la comunidad LGBTIQ+, pasen un buen rato.
Este “ritual” consistió en rezar mientras las personas levantaban los brazos, además una de ellas caminaba de un lado a otro frente al establecimiento para rociar agua bendita. Todo esto quedo registrado en un video de la cámara de seguridad del bar gay, el cual fue retomado miles de usuarios.
La dueña del bar gay señaló que sus vecinos le contaron todo lo que hicieron las personas y hasta las plegarias que pidieron.
RITUAL RELIGIOSO EN BOLICHE GAY
ℹEl insólito episodio ocurrió frente al local bailable “Queen Disco” de Mendoza. El hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad del lugar.
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“Según el relato de mis vecinos, con los que convivimos a las mil maravillas, esta gente gritaba ‘Dios, salva a los jóvenes del infierno de la homosexualidad’, mientras tiraban un líquido contra la pared. Estuvieron un rato, y se fueron”.
“Yo no estaba presente, pero me avisaron los vecinos que de repente llegaron dos autos con personas de entre 65 y 70 años. Eran cinco mujeres y un hombre, que se colocaron con las manos en alto y comenzaron a hacer gestos, rezos y oraciones”.
Tras el suceso, la mujer levantó una denuncia y pidió respeto para ella y el antro, “no tolero posturas religiosas que nos toman como enfermos. Soy una mujer absolutamente respetuosa. Uno puede no estar de acuerdo con el estilo de vida del otro, pero el respeto es la base de todo. Yo respeto al otro y demando el mismo trato”.
“Esto en un primer momento puede ser tomado como algo gracioso o de color, y es cierto que podemos caer en el error de hacer humor y restarle importancia, pero estas cosas son graves. Todo fanatismo es peligroso”, insistió.