Virginia Ramírez Tavera era una mujer alegre, sana y muy amable; ella fue asesinada dentro de su casa en Ecatepec, Estado de México. Familiares de la víctima denunciaron que las autoridades no han avanzado en la investigación y tampoco hay voluntad para hacerlo e incluso han pedido a los deudos que ellos busquen y aporten elementos.
Ciudad de México, 14 de junio (SinEmbargo).- Virginia Ramírez Tavera cocinaba frijoles cuando llegaron a su casa ubicada en la colonia Villa de Guadalupe Xalostoc en Ecatepec, Estado de México, y la atacaron con el cuchillo de cocina. La mujer de 77 años, de estatura baja y complexión delgada trató de defenderse con sus sartenes, pero sus atacantes lograron herirla a muerte.
El crimen ocurrió la tarde del 23 de septiembre de 2020 y hasta la fecha no hay indicios que apunten al inmediato esclarecimiento del crimen; sólo se ha considerado que habrían sido dos mujeres las atacantes.
Familiares de la víctima denunciaron que las autoridades no han avanzado en la investigación, que no hay voluntad para hacerlo e incluso han pedido a los deudos que ellos busquen y aporten elementos.
“Inclusive los agentes nos han mandado a nosotras (las hijas) a que le sigamos con la investigación y que, si damos con algo, ya les digamos”, indicó Eréndira Cabrera Ramírez, hija de Virginia, en entrevista con SinEmbargo.
Además, los peritajes no se realizaron de manera inmediata sino dos meses después. Las huellas de las agresoras se perdieron, pues las autoridades indicaron que no encontraron rastros de las atacantes, a pesar que éstas revisaron toda la casa y se encontró el arma homicida (el cuchillo).
Desde el año 2015 a marzo de 2021 al menos dos mil 466 mujeres han sido asesinadas en el Estado de México, de acuerdo con cifras oficiales. De estos crímenes, sólo 621 fueron clasificados y son investigados como feminicidios.
De enero a abril del presente año, el Estado de México, gobernado por el priista Alfredo del Mazo, se ubicó como la primera entidad federativa más violenta para las mujeres con un total de 132 asesinatos de mujeres (48 de ellos investigados como feminicidios). Le siguen Baja California con 122, Guanajuato con 121 y Chihuahua con 83 víctimas.
UNA PERSONA AMABLE
Virginia tenía 77 años de edad y era madre de tres mujeres a quienes sacó adelante con su trabajo. Su hija la describe como una persona sana, activa e independiente.
No estaba pensionada, subsistía de lo que sus hijas le daban y de ayuda de Gobierno. Su carácter era alegre y sus familiares la recuerdan como una persona amigable y amable con sus vecinos.
“Era ama de casa. Ella siempre andaba ocupada con su casa, en su mandado, iba a visitar a gente, a sus familiares, amigas, a nosotras sus hijas. Ella trabajó, pero no alcanzó a pensionarse porque la liquidaron antes”.
Virginia, originaria de Hidalgo, llevaba 30 años en la casa donde fue privada de la vida. La mujer y su familia ya habían tenido episodios de violencia, principalmente el robo de vehículo y un asalto violento.
Eréndira recordó que en el año 2012, tres hombres encapuchados irrumpieron en la vivienda y esperaron a que llegara la joven. Cuando llegó junto con su novio fueron amagados por el trío de delincuentes en una de las recámaras y luego saquearon la vivienda.
Los episodios de violencia provocaron que Eréndira se mudara y aunque intentó convencer a su madre de que saliera de la vivienda, Virginia no quiso irse.
“A raíz de que se meten constantemente en la casa pues yo me cambié de casa. Después de ese día (el asalto con violencia) yo ya no quise estar ahí, pero mi mamá no se quiso ir, se quedó viviendo ahí solita”, platicó Cabrera Ramírez.
Los hechos violentos, previos al feminicidio de Virginia, también quedaron impunes.
EL CRIMEN
El feminicidio de Virginia ocurrió el 23 de septiembre de 2020 entre las 8:00 y 8:30 de la noche. La mujer preparaba frijoles en su cocina cuando sus atacantes llegaron a su casa, entraron a la cocina y luego la agredieron con un cuchillo.
La familia está convencida que las personas que asesinaron a Virginia no eran desconocidos debido a que las chapas de la casa no fueron forzadas.
“Nosotros pensamos que ella abrió la puerta de la casa —que estaba toda protegida por los robos anteriores— porque no tenía daños. Se presume que mi mamá confío en estas personas en específico y las dejó entrar”, relató Eréndira.
Virginia trató de defenderse con los trastes de la cocina, pero las personas lograron herirla con el arma blanca en el abdomen.
“Mi mamá luchó mucho, porque la cocina quedó dañada. Las autoridades creen que fue una persona; que probablemente fueron dos mujeres las que la atacaron”, abundó.
Las personas agresoras, luego de registrar las cosas de Virginia, le robaron sus tarjetas de ayuda de Gobierno y credenciales de adulto mayor. Después del ataque, Virginia salió a buscar ayuda. Una pareja que pasaba en un vehículo se detuvo y la mujer les alcanzó a decir: “mi estufa está prendida y háblale a mi hija, el celular está en la mesa”.
Las personas llamaron a la ambulancia, buscaron el celular de la mujer y se lo entregaron a una vecina pues el móvil estaba bloqueado.
Virginia quedó mal herida en la banqueta fuera de su casa en donde murió. La ambulancia, según información recabada por sus hijas, habría llegado 40 o 50 minutos después del llamado.
“Mi mamá quedó a pie de banqueta”, detalló Eréndira.
La joven se enteró de los hechos más tarde, pues ella fue notificada después de las 10 de la noche. “A mí me llamaron después y cuando llegamos, mi mamá ya no estaba”.
CREEN QUE FUERON VECINAS
Según las primeras indagatorias ministeriales, se cree que fueron al menos dos personas las que atacaron a Virginia y habrían sido dos mujeres. Por su parte, la familia de la víctima considera que incluso se podría tratar de vecinas o personas conocidas.
“Mi mamá no le abría a nadie en la noche, no dejaba pasar a nadie. Además, como es en Ecatepec, nadie le abre a un hombre desconocido”, dijo la joven. Sin embargo, las hijas no tienen mayor información o sospechas de alguien en específico:
“Mi mamá tenía tantos conocidos en la colonia y en otras colonias, que la verdad nos ha sido imposible conocer a toda la gente que ella le hablaba porque mi mamá era muy amable, era de esas personas que pasaba riendo en la calle, invitaba a vecinas a tomar el té o café”, recordó Eréndira.
LA INVESTIGACIÓN Y EL SILENCIO
La carpeta de investigación se abrió por el delito de feminicidio, pero a la fecha son muy escasos los avances. La familia de la víctima denunció que las autoridades han sido lentas en las diligencias, tal ha sido el caso que hasta les dijeron que investigaran y les aportaran elementos.
“Las investigaciones realmente no nos han dicho nada y como ocurrió en plena pandemia fue muy lento. […] inclusive agentes nos han mandado a nosotras a que le sigamos con la investigación y que, si damos con algo, que ya les digamos”, relató la joven.
Eréndira comentó que algunos policías “medio entrevistaron a los vecinos”, sin embargo, no han aportado información suficiente que permita identificar a las responsables.
“Algunos vecinos dicen que mi mamá (cuando pidió ayuda) sí alcanzó a decir que fue la hija de no sé quién, pero en realidad los vecinos no quieren apoyar ni aportar nada al caso […] Los vecinos no son muy cooperativos. El perito ha entrevistado a algunos vecinos, pero se conforma con lo que le dicen porque él argumenta que no puede hacer más”, comentó la joven.
Imágenes o videos de la zona tampoco hay, pues la única cámara de seguridad era la de una vecina con un negocio al lado y no servía. “Nosotros le dijimos al agente que estaba esa cámara de enseguida, pero él no nos hizo mucho caso, nos dijo que la vecina le dijo que no servía y que no se podía hacer nada”, comentó.
Por otro lado, la familia de Virginia denunció que también han sufrido de la pérdida de evidencia debido a que la diligencias no se hicieron en tiempo y forma.
“Esa noche del crimen obviamente debieron quedar huellas porque dejaron ahí el cuchillo. Las sillas, las cosas, el tocador de mi mamá fueron removidos y la Fiscalía dijo que no había encontrado absolutamente nada (de huellas), que ya había pasado mucho tiempo y que ya no habían encontrado nada, porque el peritaje no lo hicieron inmediatamente, lo hicieron meses después”.
Para los familiares y allegados de Virginia el caso no se ha esclarecido porque hay falta de voluntad por parte de las autoridades para actuar.
“Yo lo que creo es que los policías sí tienen más datos, pero pues no quieren trabajar. La familia clama porque le pongan atención a la investigación del crimen contra Virginia, que los agentes ministeriales, Ministerio Público y personal de la Fiscalía den resultados; que ellos puedan acceder a la justicia”.
La familia pide una investigación profesional, diligente y avances del caso para dar con las o los responsables y que Virginia tenga justicia.
“Nosotros creemos que no es un caso tan difícil porque nosotros pensamos que fue un vecino que conoce a mi mamá, y mi mamá se confió, pero no han avanzado. Sólo queremos que cumplan con su trabajo”, reiteró Eréndira.
Y añadió: “A las autoridades les pedimos que trabajen. Todos trabajamos en algo y cumplimos nuestras obligaciones, entonces es justo que ellos se sensibilicen y hagan su trabajo. Queremos justicia, porque esto a cualquiera nos puede pasar”.