La investigación sugiere que la vacuna no incrementa el riesgo de padecer una forma más grave de la enfermedad y que incluso una dosis puede proporcionar protección contra coronavirus.
Ciudad de México, 14 de junio (RT).- Un nuevo estudio en ratones sugiere que la vacuna contra el coronavirus de la compañía estadounidense de biotecnología Moderna no incrementa el riesgo de padecer la enfermedad de forma más grave, y que incluso una dosis puede proporcionar protección contra la COVID-19, según datos preliminares publicados este viernes en el sitio web bioRxiv, que aún no han sido revisados por pares.
Estudios previos realizados para lograr una vacuna contra el SARS —cercano al SARS-CoV-2— sugerían que las vacunas contra este tipo de virus podrían tener el efecto involuntario de causar la enfermedad de forma más grave cuando el paciente se expone más tarde al patógeno, sobre todo en individuos que no producen una respuesta inmune suficientemente fuerte. Por lo tanto, los investigadores consideraban este riesgo como un obstáculo clave que debe descartarse antes de probar las vacunas en miles de personas sanas.
En el nuevo ensayo, los roedores recibieron diferentes dosis de la vacuna, incluidas aquellas consideradas no lo suficientemente fuertes como para provocar una respuesta inmune protectora. Luego, los científicos expusieron a los ratones al virus.
LOS RESULTADOS
Los análisis muestran que las “dosis subprotectoras” no causan lo que se conoce como enfermedad respiratoria reforzada asociada a la vacuna, una susceptibilidad a enfermedades más graves en los pulmones. Además, sugieren que la vacuna induce potentes respuestas de anticuerpos neutralizantes, necesarias para bloquear la infección de las células por el virus. La vacuna también parece proteger contra la infección por el coronavirus en los pulmones y en la nariz sin evidencia de efectos tóxicos.
Por otro lado, los investigadores señalan que los ratones que recibieron sólo una dosis de la vacuna antes de la exposición al virus, siete semanas después estaban “completamente protegidos contra la replicación viral pulmonar”, lo que supone que una sola vacuna impidió que el virus hiciera copias de sí mismo en los pulmones.
Si bien los datos publicados por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) y Moderna parecen alentadores, los resultados en ratones no garantizan que el resultado vaya a repetirse en humanos, recoge Reuters. Moderna anunció el jueves que planea comenzar los ensayos de la vacuna en 30 mil voluntarios en julio.
La vacuna, creada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) y Moderna Inc., será inoculada en esa cantidad de voluntarios, aunque algunos recibirán un placebo.
Moderna dijo que cuenta con suficientes dosis para la prueba crucial, pero antes de iniciarla debe analizar los resultados de estudios anteriores en menor escala.
Sin embargo, el anuncio de la farmacéutica sugiere que esos estudios han avanzado lo suficiente para que la empresa y NIH se dispongan a dar el siguiente paso.
Moderna realizó la prueba inicial a mediados de marzo con 45 voluntarios. La empresa dijo que incorporó 300 adultos jóvenes en la segunda etapa de pruebas y ha empezado a estudiar cómo reaccionan a la vacuna los adultos mayores. Estos estudios iniciales verifican los efectos secundarios y cómo responden los sistemas inmunitarios de las personas a distintas dosis. Pero sólo la prueba clínica en gran escala por realizar puede demostrar si la vacuna es eficaz.
-Con información de Lauran Neergaard, de AP