De acuerdo con el documento, el objetivo principal de la reforma es que se logre el bienestar, seguridad y la salud de las personas trabajadoras, a fin de que puedan desempeñar su trabajo en condiciones apropiadas en las que no se comprometa su salud ni integridad física.
Ciudad de México, 13 de mayo (SinEmbargo).- El próximo periodo de sesiones que inicia en septiembre se discutirá en el Senado de la República la iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT), propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, respecto a las modificaciones en la tabla de enfermedades laborales, que fue aprobada por la Cámara de Diputados con 427 votos a favor el pasado mes de abril.
Una de las actualizaciones más significativas fue la incorporación de la COVID-19 a la lista de patologías infecciosas y parasitarias. Y el reconocimiento de los trastornos mentales como ansiedad, ciclo sueño-vigilia, estrés grave y depresión como enfermedades.
Después de 53 años, la Ley Federal del Trabajo (LFT) amplió la lista de enfermedades de 161 a 194 padecimientos y aumentó de 409 a 524 la tabla de lesiones por riesgos laborales para la evaluación de incapacidad permanente.
De acuerdo con el documento, el objetivo principal de la reforma es que se logre el bienestar, seguridad y la salud de las personas trabajadoras, a fin de que puedan desempeñar su trabajo en condiciones apropiadas en las que no se comprometa su salud ni integridad física.
En este sentido apunta que, según las estadísticas de riesgos de trabajo registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), del 2006 al 2021 en promedio ocurrieron 513 mil 857 incidentes por año, los cuales se distribuyen, a su vez, en accidentes laborales, de trayecto y enfermedades.
Cabe resaltar que, desde el 2020, año en el que se declaró el confinamiento en México, hasta el pasado 1 de mayo se registraron 333 mil 913 defunciones a causa de esta enfermedad.
¿QUÉ ENFERMEDADES Y PADECIMIENTOS SE MODIFICAN?
Desde su publicación en 1931, la LFT ha sido modificada en tres ocasiones –1970, 1978 y 2012–, finalmente, después de medio siglo de avances en la medicina y la ciencia, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) presentó ante los integrantes de la Comisión Consultiva Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (COCONASST) los proyectos de modificación a los artículos 513, 514 y 515, y la actualización para las tablas de enfermedades de trabajo y la valuación de incapacidades permanentes por riesgos de trabajo.
Entre las modificaciones se adicionan nuevos padecimientos, se establecen los agentes causales y se incorporan los puestos de trabajo susceptibles de contraer enfermedades.
En este sentido dentro de la iniciativa se contempló el aumento de 21 a 41 patologías infecciosas y parasitarias, entre las que se encuentra la COVID-19; al igual que el cáncer de origen laboral, que pasó de cuatro a 30 padecimientos.
Por otra parte, los trastornos mentales –ansiedad, ciclo sueño-vigilia, estrés y depresivo– se reconocen como enfermedades, se agruparon las enfermedades producidas por radiaciones ionizantes y electromagnéticas, a excepción del cáncer; se agruparon padecimientos broncopulmunares producidos por polvos y humos de origen animal, vegetal o mineral.
Asimismo se contemplaron enfermedades de la piel y tejidos subcutáneos; aumentaron de 36 a 46 las afecciones derivadas de intoxicaciones; y los padecimientos producidos por factores mecánicos y variaciones de los elementos naturales incrementaron de 10 a 14.
En la Cámara de Diputados también se destacaron el cáncer, la infertilidad, los abortos repetitivos y la endometriosis, enfermedad que padece una de cada diez mujeres en edad reproductiva, como enfermedades que ameritan incapacidad.
“Esta enfermedad para las mujeres además de dolorosa, es compleja porque para controlarse requiere de un buen diagnostico y en el sector salud ésta se complica por la falta de especialistas y por el gasto de bolsillo que implica ceder a la consulta privada”, expuso al respecto la diputada Leticia Zepeda Martínez, del Partido Acción Nacional (PAN), durante la sesión en la Cámara de Diputados.
¿QUÉ HAY DE LOS CAMBIOS EN LAS “ENFERMEDADES DE TRABAJO”?
Por primera vez, desde su creación, la LFT busca reconocer los padecimientos del sistema osteomuscular, también conocido como sistema locomotor, y del tejido conjuntivo.
El grupo VIII de la tabla de “Enfermedades de Trabajo” agrupa a chóferes, repartidores, operadores de maquinaria pesada, cargadores y vigilantes, así como aquellos que lleguen a realizar actividades en las que se requiera mantener el equilibrio con cargas añadidas, por ejemplo, casco, equipo pesado y posturas añadidas como en el caso del buceo industrial, pesca artesanal y cargadores en puertos.
Según el documento entre las dolencias que se pueden llegar a presentar se encuentran dolor lumbar crónico, epicondilitis lateral (codo de tenista), epicondilitis media (codo de golfista) y el síndrome del túnel carpiano en trabajadores de la industria textil, hotelería o carniceros, por mencionar algunos.
Asimismo se contempla la lesión del nervio ulnar, la metatarsalgia, fibromatosis de la fascia palmar, tendinitis del esteroides radial (enfermedad de quervain), tendinitis del hombro (síndrome del manguito rotatorio), trastornos angiouríticos, bursitis por uso excesivo o tensión, osteonecrosis disbárica y otras osteocondropatías especificadas.
¿Y LAS INCAPACIDADES?
Entre los principales cambios a considerar se contempló el aumento de 409 a 524 las lesiones resultantes de los riesgos de trabajo para la valuación de incapacidades permanentes.
En este tenor, el IMSS propuso que en algunos tipos de lesiones se eliminaran los porcentajes menores y se aplicaran los mayores. Hubo casos en los que se estudió elevar éstos con la intención de beneficiar a los trabajadores.
La iniciativa, explica así, que al descartar algunas tipos de lesiones de la tabla de valuación de incapacidades, se suprimen las diferencias entre porcentajes para respetar el valor más alto y se elimina la discrecionalidad sobre éstas.
