Los precios del crudo han subido en las últimas dos semanas a medida que algunos países relajaron las restricciones y cierres por la pandemia del coronavirus para permitir que reabrieran fábricas y tiendas.
Nueva York, Londres, 14 de mayo (EFE).- Esta mañana, la Agencia Internacional de Energía (IEA, en inglés) reportó una caída en los inventarios estadounidenses de crudo en la última semana y la menor acumulación para el segundo semestre del año, lo que favoreció los precios de las principales mezclas de petróleo.
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este jueves con una fuerte subida del 8.98 por ciento, hasta los 27.56 dólares el barril. El barril del crudo Brent para entrega en julio subía esta mañana el 3.1 por ciento en el mercado de futuros de Londres hasta situarse en 30.04 dólares.
Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) los contratos de futuros del WTI para entrega en junio sumaron 2.27 dólares respecto a la sesión previa del miércoles, cuando el Texas avanzó un 2.85 por ciento. El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, había terminado la jornada del miércoles a 29.13 dólares.
Los precios del crudo han subido en las últimas dos semanas a medida que algunos países relajaron las restricciones y cierres por la pandemia del coronavirus para permitir que reabrieran fábricas y tiendas.
El barril de referencia en Estados Unidos subía además apoyado en un ligero optimismo por los datos de la IEA, la ampliación de los recortes para junio anunciados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y por el compromiso conjunto de Arabia Saudí y Rusia de apoyar los mercados energéticos.
En cualquier caso, todavía existe cierta preocupación por si las reaperturas están siendo prematuras en algunas zonas y por la posibilidad de que un rebrote del COVID-19 ralentice la recuperación económica e imponga nuevas medidas de contención que afecten la demanda, que comienza a recuperarse.
Asimismo, la preocupación en torno a la capacidad de almacenamiento, especialmente en Estados Unidos, ha disminuido por la primera caída en los inventarios desde hace 15 semanas y el repunte en la demanda, pero continúa siendo un problema que si bien ha perdido importancia no ha desaparecido aún.
“Los inversores quedaron impresionados por las noticias con respecto a los niveles de almacenamiento, que nadie en el mercado esperaba. Sin embargo, no creemos que la capacidad de almacenaje esté en camino de recuperar niveles saludables y más bajos aún”, señaló el analista jefe de mercados petroleros de la consultora Rystad Energy, Bjornar Tonhaugen.
Para Tonhaugen, el exceso de oferta aún no desaparecerá del mercado por una disminución puntual de los inventarios ya que a su juicio “el mercado no se ha equilibrado todavía y llevará algo de tiempo para que esto ocurra”.
“La demanda de gasolina se correlaciona bastante bien con el nivel de empleo, y es difícil ver que la demanda de gasolina regrese mucho más de lo que ya lo ha hecho”, avisó no obstante John Kilduff, socio de Again Capital LLC en Nueva York.
Por otra parte, los contratos de futuros de gasolina con vencimiento en junio sumaron 25 centavos, hasta los 0.91 dólares el galón, y los de gas natural, que expiran el mismo mes, avanzaron más de seis centavos hasta los 1.681 dólares por cada mil pies cúbicos.