Un informe de la CIA, cuyo contenido fue confirmado al portal por dos fuentes de inteligencia estadounidenses, sostiene que China amenazó a la OMS con dejar de cooperar en la investigación sobre coronavirus que llevaba a cabo el organismo si éste declaraba una emergencia sanitaria global.
Washington, 13 de mayo (RT/EFE).– La Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) cree que China intentó impedir en enero que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtiera al resto de naciones sobre el nuevo brote de coronavirus, mientras Pekín estaba almacenando suministros médicos de países de todo el mundo, informa Newsweek.
Un informe de la CIA, cuyo contenido fue confirmado al portal por dos fuentes de inteligencia estadounidenses, sostiene que China amenazó a la OMS con dejar de cooperar en la investigación sobre coronavirus que llevaba a cabo el organismo si éste declaraba una emergencia sanitaria global.
La revelación de este documento sigue a la de un informe de la Inteligencia alemana realizada la semana pasada por Der Spiegel, según el cual, el Presidente chino, Xi Jinping, amenazó personalmente al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el pasado 21 de enero.
En respuesta, la organización rechazó la afirmación de que el propio Xi intervino, si bien no especificó si algún funcionario chino intentó retrasar el anuncio de una emergencia de salud pública.
En relación a esta cuestión, el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, declaró a Newsweek que el organismo no hace comentarios “sobre discusiones específicas con los estados miembros”, al tiempo que aseguró que la OMS “ha actuado de acuerdo con su mandato como una organización técnica basada en evidencia enfocada en proteger a todas las personas, en todas partes”.
Lindmeier también afirmó que Tedros no se comunicó con Xi los días 20, 21 ni 22 de enero, sino que, junto con su equipo, se reunió con Xi en Pekín el 28 de enero. En aquella reunión no se abordó el tema de una emergencia sanitaria de preocupación internacional, recalcó el vocero.
El nuevo informe va en la línea de otro análisis realizado por el Departamento de Seguridad Nacional de EU que acusa a China de encubrir el alcance del brote para abastecerse de suministrosmédicos que necesitaba para responder a la amenaza. Ese análisis, revelado el pasado 4 de mayo por The Associated Press, fue tachado de “infundado” por la Embajada china en Washington en un comunicado a Newsweek.
Además, el FBI y la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Seguridad Cibernética de EU (CISA, por sus siglas en inglés) han emitido este miércoles una advertencia oficial dirigida a las organizaciones estadounidenses que llevan a cabo investigaciones relacionadas con COVID-19, a las que advierte que ‘hackers’ respaldados por China estarían intentando piratear y robar sus datos.
La Embajada de China en Washington calificó estas acusaciones de “mentiras” y comunicó que la advertencia del FBI es infundada y “socava la cooperación internacional en curso contra la pandemia”.
CHINA RESPONDE A “ACUSACIONES ABSURDAS” DE EU
La Cancillería china publicó el pasado sábado un artículo de 30 páginas en el que refuta lo que denomina como 24 “acusaciones absurdas” de algunos políticos importantes estadounidenses sobre el modo en que China manejó el brote del SARS-CoV-2.
Entre otras cosas, desde Pekín mostraron un cronograma que refleja cómo China ha ido proporcionando información a la comunidad internacional de manera “adecuada, abierta y transparente”, pese a que EU afirma lo contrario.
Además, aseguran que el SARS-CoV-2 no debería llamarse “virus chino” o “virus de Wuhan”, tal y como sugieren desde la administración de Trump, ya que la Organización Mundial de la Salud indicó que el nombre de un virus no debe ser específico de un país.
ESTADOS UNIDOS ACUSA A CHINA DE ROBAR AVANCES
Las autoridades de Estados Unidos acusaron el miércoles a piratas informáticos chinos de haber llevado a cabo ciberataques contra centros de investigación estadounidenses para robar información sobre las vacunas y los tratamientos que se están probando frente a la COVID-19.
Así lo denunciaron el FBI y la Agencia gubernamental de Ciberseguridad e Infraestructura (CISA, en inglés), dependiente del Departamento de Seguridad Nacional, en un comunicado, con el que pretenden “concienciar sobre la amenaza a la investigación relacionada con la COVID-19”.
Actualmente el FBI desarrolla pesquisas sobre supuestos ciberataques de “hackers” chinos a organizaciones en EU que llevan a cabo investigación sobre el nuevo coronavirus.
“Se ha observado que estos actores (los piratas informáticos) están intentando identificar y obtener de forma ilícita propiedad intelectual valiosa y datos de salud pública relacionados con vacunas, tratamientos y tests de redes y personal afiliados a la investigación relacionada con COVID-19”, indica la nota.
UN TRATAMIENTO SEGURO FRENTE A LA COVID-19, EN PELIGRO
El FBI y CISA alertaron de que el robo de ese tipo de información pondría en riesgo la meta de alcanzar un tratamiento “seguro, efectivo y eficiente” para la COVID-19.
Por ese motivo, instaron a los centros de investigación que refuercen su ciberseguridad para evitar hurtos y solucionar cualquier brecha en sus sistemas informáticos; y aconsejaron rehuir de cualquier atención mediática para evitar “un mayor interés y ciberactividad” por parte de los piratas.
Las autoridades estadounidenses lanzaron estas acusaciones contra China sin aportar ninguna prueba que las sustenten.
Un funcionario consultado por la cadena de televisión CNN precisó que algunas de las instituciones y organizaciones de investigación presuntamente blancos de ciberataques chinos han sido hospitales, laboratorios y compañías farmacéuticas.
El “hackeo” ha afectado también al Departamento de Salud y Servicios Humanos, que supervisa los gubernamentales Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) y que ha experimentado un incremento de los intentos de ciberataques diarios, de acuerdo a esa fuente.
EL CORONAVIRUS ALIMENTA LOS CIBERATAQUES
En los últimos meses, los ciberataques han aumentado como consecuencia de la crisis del coronavirus.
El pasado 22 de abril el Departamento de Justicia de EU informó de que el FBI había recibido más de tres mil 600 quejas relacionadas con delitos informáticos relacionados con COVID-19, muchos de ellos perpetrados a través de páginas web que anunciaban vacunas y curas falsas.
Como consecuencia de la crisis sanitaria también ha aumentado la tensión entre Washington y Pekín, ya que el Gobierno estadounidense alimenta la hipótesis de la responsabilidad de China en la expansión de la pandemia por presuntamente “ocultar” información sobre la “gravedad” del coronavirus, al que el Presidente Donald Trump se refiere como el “virus chino”.
Además, desde la Casa Blanca se defiende la hipótesis, rechazada por gran parte de la comunidad científica y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que atribuye el patógeno a un “origen animal”, de que el coronavirus se generó en un laboratorio en la ciudad china de Wuhan, foco inicial de la pandemia.
UN AVISO QUE NO ES UN MERO AVISO
Según el diario The New York Times, que cita a funcionarios y exfuncionarios de la Administración estadounidense, la decisión de hacer públicas estas acusaciones de ciberataques forma parte de una estrategia amplia de disuasión, diseñada por el Cibercomando de EU, que depende del Departamento de Defensa, y la Agencia de Seguridad Nacional.
Bajo la autoridad legal que les concedió Trump hace casi dos años, ambos organismos tienen poder para infiltrarse en las redes chinas para orquestar ciberataques de respuesta proporcionados, aunque por el momento se desconoce si finalmente se ha llevado a cabo alguno.
Este nuevo episodio de la nueva “Guerra Fría” entre Washington y Pekín se produce en medio de la grave crisis sanitaria desencadenada por la expansión del nuevo coronavirus.
El país norteamericano es el epicentro actual de la pandemia, al liderar a nivel mundial tanto el número de contagios como el de muertos, con un millón 380 mil 465 casos confirmados y 83 mil 249 fallecidos por COVID-19.
Ante esta situación, el director del Programa de Ciencia e Innovación Tecnológica del laboratorio de ideas Wilson Center, Meg King, destacó en un declaración enviada a Efe la importancia de “las herramientas de tecnología sanitaria”, claves para acabar con la pandemia, pero que también pueden servir para llevar a cabo ciberataques.
Y consideró que ese tipo de información puede servir para lograr ventajas geopolíticas o ganancias financieras, con lo que el aviso de hoy de EU “es crucial”: “Al igual que la comunidad médica protege los datos de los pacientes, los avances en investigación también deben ser salvaguardados”, indicó.