La compañía RioFilme realiza proyecciones de películas en conjuntos habitacionales para que las familias puedan disfrutarlas desde casa durante el confinamiento por el nuevo coronavirus, en Río de Janeiro; por su parte, personas asisten a autocinemas en sus automóviles, para hacer mas llevadera la cuarentena.
Por Mario Lobao y Eraldo Peres
Río de Janeiro, Brasil 14 de mayo (AP).- Los habitantes de edificios residenciales en Río de Janeiro han permanecido confinados durante semanas para evitar el coronavirus, pero ahora tendrán la oportunidad de distraerse cuando llegue una camioneta equipada y los trabajadores instalen unas enormes pantallas de cine portátiles frente a sus edificios.
Al oscurecer, el equipo de proyección instalado dentro de la camioneta Land Rover modificada transmite una película a la pantalla para que padres e hijos se asomen desde su ventana a ver, primordialmente, cortometrajes para niños.
El audio se transmite desde la camioneta, creando una experiencia similar a la de los autocinemas, pero con las personas viendo la cinta desde sus apartamentos en lugar de sus vehículos.
“Esto es para la gente que no puede salir de casa”, dijo David Coelho de la compañía RioFilme, que pertenece a la ciudad.
El programa en Río lleva el nombre de “Cine en la ventana”. La cuarta proyección se llevó a cabo la noche del miércoles, y hay una gran demanda de parte de las organizaciones que administran los edificios residenciales, las cuales utilizan el sitio web de RioFilme para solicitar proyecciones para sus residentes.
Antes de la llegada de la pandemia a Brasil, la unidad móvil de RioFilme llevaba sus vehículos a vecindarios de toda la ciudad para proyecciones gratuitas al aire libre en parques y plazas.
Pero esas proyecciones fueron suspendidas para evitar las grandes concentraciones de personas que podrían propagar el virus durante una crisis que ha obligado a cerrar las salas de cine de Río. Brasil tiene más de 12 mil decesos a causa de la COVID-19, el país más afectado de América Latina, según un estudio de la Universidad Johns Hopkins.
Otros brasileños hartos de permanecer en casa y de ver películas en la televisión o la computadora han comenzado a acudir a los autocinemas, incluyendo a uno de 47 años de antigüedad en la capital, Brasilia, el cual reabrió el fin de semana pasado mientras que las salas convencionales permanecen cerradas.
Unos 150 vehículos se presentaron la tarde del miércoles en Cine Drive-in para ver la cinta animada “Smallfoot”. Ana Paula Santos llevó a sus dos hijos, diciendo que es la única forma de entretenimiento que pueden disfrutar fuera de casa.
Por lo general, Cine Drive-In recibía unos 30 o 40 vehículos por función antes de la llegada del virus, pero el número de clientes se ha triplicado desde que se permitió su reapertura, dijo la propietaria Marta Fagundes al diario Folha de S. Paulo. Algunos se formaron más de una hora para ingresar al autocinema, que redujo su capacidad de 400 a 200 autos con el fin de permitir un distanciamiento entre los vehículos.
La cadena de cines Cinesystem de Brasil abrió un nuevo autocinema en el estacionamiento de un centro comercial en la ciudad costera de Praia Grande, en el sureste del país.
Los asistentes envían mensajes de texto para pedir que empleados con mascarillas y equipo protector les lleven palomitas de maíz y bebidas a sus vehículos, reportó Folha de S. Paulo. A los clientes se les pide permanecer dentro del auto y utilizar mascarillas en caso de que tengan que ir al baño.