El inédito asalto al Capitolio que ocurrió el pasado 6 de enero, cuando simpatizantes del expresidente Donald Trump irrumpieron en el recinto en Washington, causó la muerte de un policía de la institución y de otros cuatro civiles.
Washington, 14 abr (EFE).– La Policía del Capitolio de Estados Unidos fue advertida de “forma clara” y anticipada sobre la violencia de los atacantes de esa institución el pasado 6 de enero, pero sus mandos ordenaron a los oficiales que no usaran contra los manifestantes sus tácticas “más agresivas” para contenerlos.
Estas son las conclusiones de un nuevo informe sobre el ataque contra el Capitolio de 104 páginas elaborado por el inspector general, Michael A. Bolton, y que este miércoles ha hecho público The New York Times.
En el documento, que será presentado en el Capitolio mañana jueves, se critica la forma en que la Policía del Capitolio se preparó y respondió a la violencia de los manifestantes el 6 de enero.
Bolton descubrió que los responsables de la seguridad de la institución no se prepararon adecuadamente a pesar de las advertencias explícitas de que los extremistas pro-Trump representaban una amenaza para las fuerzas del orden y los civiles y que la policía usaba equipo de protección defectuoso.
También descubrió que los estos responsables ordenaron a su Unidad de Disturbios Civiles que se abstuviera de usar sus armas de control de multitudes más poderosas, como granadas paralizantes, para sofocar el ataque.
El informe ofrece el relato más devastador hasta la fecha de los fallos y errores de cálculo en torno al ataque más violento que ha sufrido el Capitolio en dos siglos, según el diario neoyorquino.
Tres días antes del asedio, un informe de inteligencia de la Policía del Capitolio advirtió sobre la violencia de los partidarios del Presidente Donald J. Trump que creían en sus falsas afirmaciones de que las elecciones habían sido robadas.
Algunos de los violentos incluso habían publicado un mapa del sistema de túneles del complejo del Capitolio en foros de mensajes a favor de Trump.
“A diferencia de las protestas postelectorales anteriores, los objetivos de los partidarios de Trump no eran los contramanifestantes como lo fueron anteriormente, sino que el propio Congreso era el claro objetivo el día 6”, aseguraba el informe sobre las amenazas detectadas, según el inspector general.
Las protestas lideradas por el movimiento “Stop the Steal” (Parad el robo electoral) podían atraer a supremacistas blancos, miembros de la milicia y otras personas que promueven activamente la violencia y podía conducir a una situación significativamente peligrosa para las fuerzas del orden y el público en general, agrega Bolton.