Google ha hecho públicos dos reportes, el primero el 3 de abril y el segundo el día 9. La idea es lanzar un tercero este miércoles y, a partir de ahí, actualizarlo cada 48 horas.
Por Belén Molleda
Madrid, 14 de abril (EFE).- Google reportará desde este miércoles, y cada 48 horas, los datos sobre movimientos de la población, con el fin de afinar aún más en la información que ofrece para la lucha contra una pandemia que ha provocado un nivel de confinamiento de un calibre difícil de imaginar hace unas semanas.
“Si me dicen hace un mes que esto iba a pasar, pensaría que era una locura”, asegura desde su casa en Montain View (California), el gerente de producto y miembro del equipo de Privacidad de Google, Miguel Guevara (Cuernavaca, México), que desvela, en una entrevista telefónica con EFE, cómo trabajan en su compañía “día y noche”, literalmente, para buscar fórmulas que otorguen herramientas a gobiernos e investigadores para atajar la COVID-19.
Una de las iniciativas de Google pasa por difundir un informe estadístico sobre la movilidad en 131 países, extraído a partir de los datos de ubicación que comparten voluntariamente millones de usuarios en sus teléfonos móviles. Se trata de datos anónimos y agregados.
De momento, Google ha hecho públicos dos reportes, el primero el 3 de abril y el segundo el día 9. La idea es lanzar un tercero este miércoles y, a partir de ahí, actualizarlo cada 48 horas.
“Siempre lo hacemos de una forma muy respetuosa con la privacidad del usuario”, insiste.
Bajo esa premisa de privacidad, Google trabaja en hallar nuevos productos contra la pandemia y lo hace desde dos continentes diferentes: Europa (Múnich y Zúrich) y América, EU. (Silicon Valley). “Cuando un equipo duerme, el otro trabaja y, viceversa. Así, incesantemente”, explica.
A corto plazo, el gigante estadounidense prevé ampliar este listado de 131 países y también la “granularidad” de estos informes, en el sentido de empezar a ofrecer datos a nivel de grandes ciudades, como Madrid o Nueva York y, probablemente, Los Ángeles, explica.
“¿Cuánto más allá se puede ir en la difusión de los datos?. No sabemos. Lo estamos estudiando”, reconoce este ingeniero, que advierte: “Si se reporta información por ejemplo de un pueblo de 100 habitantes, igual se vulneraría la privacidad del usuario. Es posible que solo haya una persona que va al parque”.
El objetivo es ofrecer el mayor número de datos posibles, pero siempre con la privacidad por delante, insiste.
Los resultados de los informes no se difunden de una forma inmediata: existe una latencia de entre 48 horas y 72 horas. El objetivo es poder “estar seguros de que la información que se ofrece es la correcta”.
Así, por ejemplo, en España, si se quisieran conocer los datos de movilidad registrados este lunes tras las nuevas medidas de confinamiento acordadas por el Gobierno, habría que esperar a la actualización de los datos de este miércoles, o, incluso, a la siguiente, afirma.
De momento, los dos informes de movilidad difundidos por Google coinciden en arrojar un descenso de la movilidad en el país en más de un 90 por ciento en parques y lugares públicos.
Hacia los lugares de trabajo, la movilidad se redujo en un 68 por ciento en España. La cuestión está en conocer ahora cuánto habrá variado este porcentaje desde este lunes con las nuevas medidas.
Guevara no se atreve a aventurar una cifra sobre cuántos datos se manejan en Google. Son millones y millones de ellos. Para hacerse una idea de la magnitud, lo explica así: cada vez que se hacen gráficas de corridas se tardan entre cuatro o cinco horas en procesar los datos, pese a los potentes soportes informáticos de la compañía.
Ingeniero de Telecomunicaciones por la Universidad de Nacional Autónoma de México y tras cursar estudios de postgrado con una beca en la Universidad de Harvard, Guevara empezó su trayectoria profesional trabajado en varias ONG, en México y Colombia. Ahora, forma parte de un equipo de doce ingenieros de Google.
El teletrabajo no le supone “un gran cambio”, teniendo en cuenta que la infraestructura de esta tecnológica “está bien diseñada para ello”.
A sus 31 años no vive su primer confinamiento. En 2019, pasó otro en México, de tres semanas, como consecuencia de la gripe porcina.
“La diferencia con la actualidad es la velocidad con la que ha sucedido y la escala. Todo el hemisferio norte está paralizado completamente”, afirma este ingeniero, al que le “entusiasma” trabajar en ayudar a la gente que está en primera línea de combate contra la COVID-19. “Nadie se esperaba esto, pero ha pasado”.