Por vez primera, la reconstrucción del aspecto físico de un animal prehistórico se realizó por métodos forenses.
Ciudad de México, 14 de abril (RT/SinEmbargo).– La cabeza de un perro que vivió en el archipiélago de Orkney (al norte de Gran Bretaña) hace unos 4 mil 500 años ha sido recreada en lo que los expertos creen que es la primera reconstrucción forense canina del mundo.
Los perros habían sido domesticados ya en la era neolítica, pero este espécimen todavía parece un lobo, admiten en la sociedad Historic Environment Scotland. Tenía las dimensiones de un collie grande, que es la raza canina más asociada con Escocia.
Un artículo del periódico The Guardian destaca que la imagen fue reconstruida por un artista forense, que utilizó técnicas similares a las de la investigación de una escena del crimen, a partir de uno de los 24 cráneos de perro desenterrados en la tumba de corredor Cuween Hill.
Arqueólogos escoceses excavaron ese pequeño túmulo en la isla principal de Orkney y establecieron, por método de radiocarbono, que su construcción se remonta aproximadamente al año 2500 antes de Cristo.
La tumba había sido utilizada básicamente para el entierro humano. La razón para la inserción posterior de restos caninos es un misterio, afirma la periodista. En el Museo Nacional de Escocia le dijeron que hubo especulaciones sobre si el "hecho de que haya tantos perros en una tumba, lo cual es muy, muy inusual", tenía que ver con el totemismo.
En otras dos tumbas excavadas en el archipiélago de Orkney también hubo algo excepcional, relacionado con animales. Así, en una un granjero local encontró gran número de huesos y garras de águilas marinas, mientras que otra acumulaba los restos óseos de 36 ciervos.
"Quizás las personas que vivían en el área en ese momento se consideraban 'la gente del perro'", supuso Alison Sheridan, del mencionado museo, quien supervisó la investigación arqueológica en Cuween Hill. De manera similar, los grupos que vivían alrededor de otras tumbas pudieron identificarse con otras especies.
El aspecto físico del perro fue reconstruido como parte de un intento de revivir las historias ocultas detrás del gran número de monumentos neolíticos conservados en el archipiélago y de entender quiénes los construyeron, explicaron en la sociedad Historic Environment Scotland. Estiman que Orkney tenía mucha importancia para el noroeste de Europa en aquellos tiempos, cuando ese animal vivía allí.
La reconstrucción fue presentada este sábado en el Festival de Ciencia de Edimburgo y a finales de este año se exhibirá en algún museo de Orkney.