México utilizó los bajos salarios para atraer la inversión extranjera en el TLCAN, coincidieron analistas y aseguraron que la política laboral en este sexenio fue un fracaso: disminuyeron los empleos mejor pagados, la mitad de la población se encuentra en la informalidad.
Estados Unidos y Canadá han insistido fallidamente en poner sobre las mesas de renegociación el tema de los salarios en México. Mientras que en el país se mantienen salarios de 4.6 dólares al día, en algunos estados de la Unión Americana, como Nueva York, el salario mínimo es de 11.50 dólares la hora.
Para los analistas, el Gobierno de México implementó una estrategia equivocada en materia laboral al vincular el aumento al salario mínimo con la inflación. Los aumentos, dicen, deben hacerse en proporción de la productividad promedio de la economía mexicana.
Ciudad de México, 14 de abril (SinEmbargo).– La política laboral fue un fracaso en este sexenio: disminuyeron los empleos mejor pagados, la mitad de la población se encuentra en la informalidad y el Gobierno utilizó los bajos salarios para atraer la inversión extranjera en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), coincidieron analistas.
“Los salarios de Estados Unidos y Canadá son tres veces mayores que los de México, mientras que en el país se mantienen ‘salarios de hambre’, de 4.6 dólares al día, en algunos estados de la Unión Americana, como Nueva York, el salario mínimo es de 11.50 dólares la hora”, dijo el doctor Miguel Santiago Reyes Hernández, investigador del Instituto de Investigación para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana, en entrevista con SinEmbargo.
Estados Unidos y Canadá han insistido fallidamente en poner sobre las mesas de renegociación el tema de los salarios en México, más bajos que en los dos países. Incluso, los demócratas del Congreso estadounidense han afirmado que un nuevo TLCAN debería exigir a México que aumente sus salarios, entre otras normas laborales.
El pasado 27 de marzo, medio especializado Inside US Trade reveló que Estados Unidos presentó a México y Canadá una nueva metodología de regla de origen para automóviles bajo el TLCAN que incluye como contenido regional salarios equivalentes a 15 dólares la hora (unos 270 pesos a tipo de cambio de 18 pesos).
De acuerdo con el medio, la propuesta fue presentada por el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, a sus contrapartes, la Ministra de Exteriores canadiense, Chrystia Freeland, y el Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal.
El acuerdo automotriz es de los que siguen atorados –que son los más importantes– para lograr un nuevo tratado comercial. México se resiste a pagar mejor a sus obreros, pero Washington tiene claro que es la única manera de lograr un equilibrio en ese sector, que genera cientos de miles de empleos en la zona del TLCAN.
“La apuesta del Gobierno de México en el TLCAN consistió en llamar a la inversión a través de los salarios, ahora Estados Unidos quiere equiparar los salarios en los tres países para evitar un déficit comercial”, mencionó Sergio Saldaña Zorrilla, doctor en Economía por la Universidad de Viena y ex economista de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Es una realidad que varias plantas armadoras de automotrices de EU se han establecido en México, lo que ha propiciado que en Estados Unidos algunas ciudades y condados “se queden como si fueran fantasmas, como el caso de Detroit”, explicó el doctor Reyes, quien también funge como director del Observatorio de Salarios de la Ibero.
“Son trabajadores blancos y pobres que viven en los márgenes de sus ciudades, quienes están enojados con los migrantes y los mexicanos, porque asumen que ellos les está quitando los trabajos a los que tienen derecho. Lo que no ven los trabajadores estadounidenses es que fueron las propias empresas las que transfirieron los empleos de Estados Unidos a México, producto de los acuerdos de libre comercio”, detalló el investigador.
La propuesta de Estados Unidos de incorporar un salario de 15 dólares la hora a la regla de origen automotriz en el TLCAN fue vista con optimismo por la Unifor, el mayor sindicato de Canadá.
“No hay duda de que es un paso adelante”, declaró el líder sindical canadiense Jerry Dias en una entrevista con el diario canadiense The Global and Mail publicada el mes pasado.
“Al menos la gente está empezando a comprender que tenemos que solucionar el problema principal, que son los salarios en México”, reiteró el líder de la Unifor al asegurar que los negociadores mexicanos tratarán de disminuir el salario propuesto por Estados Unidos.
Esta no es la primera vez que el mayor sindicato de Canadá se pronuncia a favor de un aumento salarial para los trabajadores de los tres países negociadores. La Unifor insiste en que si México no está de acuerdo en mejorar los estándares laborales el TLCAN debía de ser desechado, tema en lo que no estuvieron de acuerdo los empresarios ni políticos mexicanos quienes argumentaron que los salarios y derechos laborales son aspectos que cada país resuelve internamente.
“Los últimos gobiernos de [Carlos] Salinas, [Ernesto] Zedillo, [Vicente] Fox, [Felipe] Calderón y [Enrique] Peña han sido flojos porque no quieren industrializar el país, le aventaron todo el paquete al comercio exterior y desmantelaron la industria nacional porque mantener una industria demanda mucho trabajo gubernamental y ellos no lo quisieron hacer, son gobiernos irresponsables”, dijo Saldaña Zorrilla.
BAJOS SALARIOS Y MÁS INFORMALIDAD
Para los analistas, el Gobierno de México implementó una estrategia equivocada en materia laboral al vincular el aumento al salario mínimo con la inflación. Los aumentos, dicen, deben hacerse en proporción de la productividad promedio de la economía mexicana.
“Los aumentos al salario mínimo deben hacerse en proporción a los aumentos en la productividad promedio de la economía mexicana y no de la inflación como se ha estado haciendo”, comentó Sergio Saldaña.
“Tenemos que cambiar nuestra estrategia salarial en función de considerar la productividad, además los aumentos en precios deben de ser en función de un indicador que considere los precios volátiles de los productos de la canasta básica”, detalló Reyes Hernández de la Ibero.
De acuerdo con una investigación del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el salario real ha perdido el 13.42 por ciento del poder adquisitivo durante el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, la cifra más alta en los últimos tres sexenios.
El análisis del Centro de Análisis Multidisciplinario detalló que al 1 de diciembre de 2012 el salario mínimo nominal era de 62.33 pesos, mientras que para el 1 de enero de 2018 el salario mínimo es de 88.36, lo que arroja una diferencia de 41.8 por ciento, menor a la cifra señalada por Peña Nieto, que fue de 45 por ciento.
En marzo pasado, un informe de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) reveló que la inflación de los precios de la canasta básica en los primeros dos meses del año provocó que el salario mínimo real cayera 0.9 por ciento, afectando el poder adquisitivo de los mexicanos que viven en las 46 ciudades del país.
Para los especialistas, en este sexenio se crearon empleos, pero mal pagados, con pérdidas del 14 por ciento del poder adquisitivo de los trabajadores, además, se registró un aumento de la informalidad.
“El Gobierno presume mucha creación de empleos, pero lo que realmente hubo fue generación de empleos entre uno y dos salarios mínimos y pérdida de empleos en los trabajadores que tenían más de cinco salarios mínimos”, destacó el investigador Miguel Santiago Reyes.
En resumen, señalaron, la política laboral en materia de salarios y mercado laboral fue un fracaso.
“No hay formalizaciones de empleo, seguimos teniendo a más de la mitad de la población sin seguridad social, donde cuando quieran retirarse no haya ni un sólo peso de ahorro para el retiro ni algún tipo de pensión solidaria que les permita salir adelante”, expuso el académico de la Ibero.