Las presiones inflacionarias siguen afectando a gran parte de la economía. Los alquileres, los precios en los supermercados y el costo de hoteles, restaurantes y pasajes de avión han estado subiendo a medida que los estadounidenses siguen buscando vivienda, viajando, comiendo afuera y asistiendo a eventos de entretenimiento.
Por Christopher Rugaber
WASHINGTON (AP).— Los precios al consumidor en Estados Unidos cedieron levemente de enero a febrero, pero siguen altos, lo que plantea un desafío para la Reserva Federal en un momento delicado para el sistema financiero.
El Gobierno informó el martes que los precios al consumidor aumentaron 0.4 por ciento el mes pasado, poco menos que el 0.5 por ciento registrado en enero. Sin embargo, los precios básicos, que incluyen rubros más volátiles como los alimentos y los combustibles, aumentaron 0.5 por ciento en febrero y 0.4 por ciento en enero. El banco central estadounidense por lo general centra su atención en la cifra básica como indicadora de las presiones inflacionarias.
Si bien los precios están aumentando a un ritmo más rápido de lo que desea la Fed, algunos economistas opinan que el banco central suspenderá sus aumentos de las tasas de interés en su próxima reunión la próxima semana. Debido al colapso de dos bancos desde el viernes, y la subsiguiente ansiedad sobre la situación de otros bancos regionales, el banco central, por ahora, probablemente preferirá apuntalar la confianza en el sistema financiero antes que en su lucha por domar la inflación.
Ese es un cambio brusco con respecto a la situación de hace una semana, cuando el titular del banco central, Jerome Powell, sugirió ante un panel del Senado que, si la inflación no amainaba, la Fed podría aumentar su tasa de interés referencial a un margen más amplio de medio punto porcentual. Cuando el banco central aumenta esa tasa, por lo general suben las tasas para hipotecas, créditos automovilísticos, tarjetas de crédito y préstamos corporativos.
Comparado con la situación hace un año, la inflación ha estado bajando por ocho meses seguidos. En febrero, los precios al consumidor subieron seis por ciento respecto del año previo, un descenso respecto del aumento de 6.4 por ciento registrado entre enero del año pasado y enero de este año, y muy por debajo del 9.1 por ciento registrado en junio. Aun así, la inflación sigue muy por encima de la meta del banco central, de un dos por ciento anual. Los precios básicos aumentaron 5.5 por ciento anual en febrero, un leve descenso con respecto al 5.6 por ciento registrado en enero.