Dos jóvenes aseguran que fueron abusadas por un profesor y por un administrativo, que usaron el mismo método para tener relaciones sexuales con ellas, en los viajes que se organizan para los cursos de inducción y exámenes de ingreso a la UNAM o universidades de otras entidades de la República Chilpancingo.
Por Lourdes Chávez
Guerrero, 11 de marzo (ElSur).- Adolescentes que estudiaron en el Club de Matemáticas Lobatchewsky confirmaron que existe un sistema para el abuso sexual de alumnas de bachillerato, por parte de maestros
y un trabajador administrativo del centro escolar, tolerado por el director Gabriel Ríos Sánchez.
El Sur habló este martes con dos alumnas abusadas por un profesor y por un administrativo, que usaron el mismo método para tener relaciones sexuales con ellas, en los viajes que se organizan para los cursos de inducción y exámenes de ingreso a la UNAM o universidades de otras entidades de la República.
Las dos omitieron sus nombres. Una de ellas explicó que ya han pasado por muchas cosas y ahora tiene miedo por la reacción de sus padres.
“El hecho de estar con un maestro no es lo mejor de la vida, por ejemplo, tal vez por vanidad puedes decir ‘el maestro me hizo caso’, pero al final lo único que van a hacer es usarte. Vas a quedar como puta, más si el maestro tiene novia, porque en Lobatchewsky los maestros son como si fueran los superhéroes y por más que quieras limpiar tu nombre, no vas a poder”.
Luego de la denuncia pública sobre el hostigamiento sexual, que un día antes realizó el ex profesor Leonardo López, y ahora con sus testimonios, la joven pidió a los padres de familia “que no sean hostiles al momento de estar interrogando a sus hijas. Se supone que ustedes son las primeras personas a las que podemos recurrir cuando algo nos pasa y no lo hacemos por miedo. Si no hablamos es también por ustedes, porque tenemos miedo de que hagan algo contra alguna persona o con que no nos crean”.
Reveló que su caso trascendió entre los directivos y no la escucharon, “porque mil veces prefieren que un maestro sea el que quede bien, antes que defender a una alumna. Así que ojalá, si los papás quieren hacer algo, que lo primero que hagan sea escuchar a sus hijas y entender que ellas no son responsables de lo que está pasando. Porque yo por eso no quería hablar, por miedo a mis papás”.
De acuerdo con el punto 23 reglamento interno y sanciones de la empresa, fechado el 15 de junio, los maestros de Lobatchewsky “tienen estrictamente prohibido relacionarse sentimentalmente con alumnos dentro y fuera de la empresa”, y la sanción es la baja indefinida.
Las dos estudiantes confirmaron que en 2019, cuando recién se conoció la norma, un maestro comenzó un noviazgo abierto con una estudiante y acompañado con la chica, menor de edad, habló con el director para evitar el pago de multas que se imponen a los trabajadores, en lugar de aplicar el reglamento.
La primera adolescente explicó que la mayoría de los maestros de “Loba” son jóvenes, de entre 20 a 30 años de edad, que se hacen amigos de las alumnas. Ella se sintió atraída por un profesor y cuando él le dijo que sentía lo mismo, se sintió muy emocionada.
En el viaje de estudios, el hostigador le dijo que los maestros tuvieron una reunión antes con el director, y ahí les dijo “que sabía que había niñas que se morían por ellos, que iban a hacer todo lo posible por estar con ellos en esos viajes. Gabriel les dijo: ‘si ustedes va a acceder a estar con esas niñas, háganlo, porque es decisión de ustedes, pero fíjense que la niña no va a decir nada de eso’ ”. Prácticamente, reveló que tenían anuencia del director.
Aclaró que en ese momento no se imaginó que ya había arreglado las condiciones para que tuvieran sexo.
En ese viaje, la instalaron en el mismo piso y a poca distancia de la habitación del maestro que le gustaba, con quien se estuvo enviado mensajes hasta que llegó a su habitación. Después de estar con ella, le dijo que nadie debía enterarse, debido al reglamento y para que no lo multaran.
Sin embargo, aclaró que el abusador compartió los mensajes que ella le envió esa noche, con un grupo de maestros en redes sociales, que luego trascendió a los alumnos, “eso me molestó bastante. Ellos pueden escudarse con que ‘yo no la obligué’. El problema es que pueden hacerte pensar que eres de las mejores niñas que han conocido, y cuando ya te usaron, ven qué haces y qué no haces, te botan”.
Señaló que después de esa ocasión, otros maestros comenzaron a enviarle mensajes para ver si accedía a estar con ellos.
Sin embargo, añadió que por esta misma condición, muchas niñas compartieron con ella que también recibieron mensajes de varios profesores y le contaron lo que han vivido con ellos.
EL ADMINISTRADOR DE LA ESCUELA
El segundo testimonio sí señaló al administrador de la escuela, Alfredo M, de haberla hostigado para llevarla a la cama y abusar de ella.
La joven indicó que en los cursos “le tiraba la onda” y la tocaba de la cintura, como si fuera algo natural, y en un un viaje al curso de inducción a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se instalaron en el hotel. Aunque ella estaba con sus amigos, él no dejó de enviarle mensajes para que fuera a tomar cervezas con otros maestros.
Más tarde, indicó, Alfredo la invitó a tomar cervezas con Jhoni, otro trabajador administrativo, en su cuarto, “yo de estúpida le dije que sí. Es que el cuarto de Alfredo estaba como a tres cuartos del mío. Cuando llegué, no estaba Jhoni, ni había cervezas”.
Entonces, Alfredo le dijo que Jhoni había ido a comprar las cervezas, sin embargo, cuando Jhoni volvió a la habitación y se dio cuenta que ella estaba ahí, dijo que iría a comprar cigarros y no regresó.
Indicó que tiró su celular al suelo, tal vez para que no hubiera grabaciones, y tiró el suyo también, “se me hecho encima. Le dije ‘¿qué haces?’. ‘¿Pues a qué viniste?’. No sé. No me intenté quitar ni nada, no dije que no, y me comenzó a besar y comenzó a tocar, y pues me desvistió. Y pasó”.
Aclaró que Alfredo M. organiza estos viajes y entendió después que, por estrategia, deja a los maestros acosadores en el mismo piso que ubica las niñas que ya escogieron, para que la gente no se dé cuenta si usan el elevador.
Recordó que esa noche le dijo “que no le dijera a nadie, ni a mis amigas. Me fui a mi cuarto, me sentía mal, como sucia. Al siguiente día fue mi curso de inducción y me sentía incomoda. En la cafetería me dijo: ‘no sé para qué te maquillas si así estás hermosa’, enfrente de todos. Llegamos al punto de verlo tan normal, si un maestro lanzaba piropos a una alumna era como si nada”.
Aclaró que después hubo a otro viaje a la UNAM, con el Club de Matemáticas, y quería quedarse otro día, porque su hermano iba a la Ciudad de México, a su examen de admisión. Así que le pidió al administrador que la dejara pagar su habitación con la empresa que recibe costos más accesibles en paquete.
“Me dijo que si me quedaba sería en su habitación y no pagaba nada. Le dije que no, que me dijera cuánto costaba. No me contestó, cuando nos vimos en la noche, me dijo que me iba a quedar en mi habitación y no quise. Me regresé”.
Él continuó enviándole mensajes como “siempre hermosa”, “quiero un beso tuvo” y “me mueves el piso”, hasta que en el receso de un curso nocturno de geografía, donde hay pocos alumnos, él la jaló hacia una oficina donde cobran todas las semanas. Como la notó enojada no la volvió a molestar.
Las chicas advirtieron que además de los cursos para preparar a los aspirantes, para los exámenes de admisión en universidades, hay clases de regularización y desde ahí los maestros comienzan a hostigarlas.
“Si tienen pechos grandes o caderas grandes, o si estás alta o estás bonita, como que se empiezan a acercar más a ti, como a tener más amistad”. Aseguraron también que han podido percatarse de que los hostigadores usan los mismos mensajes para tratar de ganarse su confianza.
Por separado, el profesor Leonardo López reveló los nombres de profesores señalados por estudiantes como hostigadores: el maestro de biología, Arnulfo C.; de matematicas, Dante R; de física, Ian V. y Oliver C.; de geografía, Omar R.; de historia, Leonel D. y Gerardo P.
En la conversación, las jóvenes mencionaron otros casos de hostigamiento por parte de Kevin, un profesor de química que cita a las estudiantes fuera de la escuela o en su casa. Además de Axel, docente de física, el más joven de la planta de maestros, de 18 o 19 años de edad.
También señalaron que hace un año fue despedido el maestro Dante Gabriel, porque entre los estudiantes circuló un video de él hostigando sexualmente a una estudiante.