En el caso de México, el crecimiento potencial disminuyó en 0.3 puntos porcentuales debido a una menor inversión en el sector energético ante la cancelación de las reformas estructurales en materia de energéticos por el actual Gobierno. Fitch sitúa como economías similares a la de México a Perú, Tailandia y Andorra.
Ciudad de México, 14 de marzo (SinEmbargo).- La calificadora Fitch Ratings volvió a revisar sus perspectivas económicas para México, esta vez disminuyó en 0.3 puntos porcentuales la posibilidad de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para los próximos años, colocándolo en 2.5 por ciento, vinculado principalmente con la inversión en materia energética, asociada a las políticas de la nueva administración.
Esta cifra contradice la propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador de generar un crecimiento económico de 4 por ciento anual para el país. Postura que fue respaldada por el empresario Carlos Slim durante la presentación del informe de los primeros 100 días de Gobierno del mandatario mexicano.
Las proyecciones de crecimiento emitidas por Fitch evaluaron el potencial de diez economías emergentes (India, China, Indonesia, Turquía, Polonia, Corea del Sur, México, Sudáfrica, Brasil y Rusia) para los próximos cinco años y concluyeron que estas se han deteriorado, principalmente, debido a que el panorama de inversión no es claro.
“Esto se traduce en un menor crecimiento de la productividad laboral, ya que vemos menos posibilidades de aumentos en la relación capital-trabajo, o aumento de capital”, expuso Maxime Darmet, del equipo de Economía de Fitch Ratings.
Para la calificadora las perspectivas de producción también parecen ser bastante limitadas por lo que Turquía, Brasil, México, Sudáfrica e Indonesia no fueron catalogados como países que pudieran registrar un crecimiento económico mayor. En tanto que la India sí logró aumentar las expectativas de y China se mantuvo con un posible PIB del 5.5 por ciento.
En el caso de México, el crecimiento potencial disminuyó debido a las condiciones generalizadas para las demás economías emergentes, particularmente por una menor inversión en el sector energético debido a “que el nuevo gobierno suspende la implementación de las reformas en el sector”.
Otro elemento que contribuyó a la disminución en la perspectiva de crecimiento del PIB nacional fue que la población económicamente activa también disminuirá durante los próximos cinco años. Pese a esto, determinó que la demografía continúa siendo el principal apoyo para el crecimiento económico de México y cuando comience su declive, éste generará presiones en las finanzas públicas.
El análisis de Fitch no evalúa la presencia de aceleradores económicos como estímulos fiscales y aumentos en las demandas de consumo.
El argumento central para la calificadora es que la producción de petróleo en México lleva al menos una década en constante declive, por lo que pone en riesgo la economía nacional al ser una pieza clave en el desarrollo del país.
Este tema va en concordancia con las calificaciones que Fitch asignó en meses pasados a la empresa productiva del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex), en la que determinó que los bonos de inversión de la petrolera corresponden casi a basura, ubicando su nota crediticia en BBB-.
En aquél momento la calificadora expuso que la nota de la petrolera reflejaba “su vinculación estrecha, aunque deteriorándose, con el Gobierno mexicano y la importancia fiscal de la compañía para el soberano e importancia estratégica para el país”.
Fitch previó que tras la crisis económica de 2008 el potencial del PIB de México disminuyó hasta el 2.1 por ciento, perspectiva que creció en 2013 con las reformas estructurales en materia energética, situándose en el 2.8 por ciento, dato aún alejado de la media planteada por el Banco de México que sitúa las expectativas nacionales en el 3 por ciento.
A la par de México están Perú, Tailandia y Andorra, países cuya actividad productiva se prevé que se estabilice y los ubicó con la posibilidad de crecimiento económico, sin embargo acotó que este tema siempre ha detenido la calificación crediticia de México.
Fitch calcula que el potencial de crecimiento de Turquía se localiza en el 4.3 por ciento anual, una caída de 0.5 por ciento; para Brasil se rebajó 0.1 puntos y se colocó en 1.7 por ciento; Sudáfrica crecería un 1.7 por ciento; y finalmente, Indonesia cayó del 5.5 por ciento estimado al 5.3 por ciento.
Para la calificadora la India tiene el mayor potencial y sitúa su PIB en el 7 por ciento, aumentando en 0.3 puntos de la previsión anterior.
OCDE TAMBIÉN BAJA PERSPECTIVAS
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) corrigió a la baja las previsiones de México, con un crecimiento del 2 por ciento este año y del 2.3 por ciento en 2020, lo que supone en cada caso cinco décimas menos de lo indicado en noviembre.
La organización considera que la subida del salario mínimo y los planes del Gobierno para reforzar la inversión en infraestructuras y aumentar la producción petrolera podría contribuir a elevar la demanda interior.
Junto a México, Argentina también ha recibido malas previsiones. La recesión económica, sin ser tan profunda como en 2018 (-2.5 por ciento), va a continuar. La caída del PIB del 1.5 por ciento que la organización estima para 2019 es la principal revisión al alza de las expectativas en este informe (era cuatro décimas peor en noviembre). En 2020, el cambio del peso debería continuar a impulsar las exportaciones, como también la producción agrícola, y Argentina debería progresar un 2.3 por ciento.
La zona euro y el Reino Unido también sales mal parados debido a la incertidumbre política, la fuerte ralentización del comercio exterior y el “brexit“. En su informe de perspectivas publicado este miércoles, la OCDE calcula que el producto interior bruto (PIB) de la zona euro sólo crecerá un 1 por ciento en 2019 (tras el 1.8 por ciento de 2018), lo que significa ocho décimas menos de lo que había anticipado en noviembre.