Ciudad de México, 14 mar (SinEmbargo).- Ha sido su estampa de galán irresistible lo que condicionó toda su imagen pública, pero Leonardo DiCaprio (California, 1974) no es sólo lo que parece.
También y sobre todo es un actor talentoso, comprometido con su oficio y que no teme asumir riesgos de peso como el que lo llevará próximamente a Cannes, cuyo festival 66 abrirá con la proyección de El Gran Gatsby, la esperada película del australiano Baz Luhrmann, que “Leo” protagoniza.
Se trata de la nueva adaptación de la novela de F. Scott Fitzgerald, que ya ha sido llevada al cine de la mano del prodigioso Robert Redford en 1974, en el aclamado filme dirigido por Jack Clayton.
En este punto es de nobles admitir que en la memoria colectiva difícil será que se borre la imagen del gran rubio de Hollywood, con esos ojos grandes y verdes, junto a una jovencísima Mia Farrow en el personaje de Daisy.
Como si esto no alcanzara, DiCaprio competirá no sólo con Redford, sino también con la mismísima historia de la filmografía, en cuyo marco se llegaron a realizar cuatro adaptaciones de la novela de Fitzgerald. Además de la mencionada de Clayton, El Gran Gatsby inspiró los siguientes filmes:
En 1926, Herbert Brenon dirigió una película muda que no llegó a nuestros tiempos. Sólo se conservaron algunas imágenes sueltas.
En 1949, Alan Ladd protagonizó la versión de Elliott Nugent.
En 2001, Robert Markowitz llevó a cabo una adaptación televisiva, con Toby Stephens y Mira Sorvino.
Sin embargo, a Leonardo DiCaprio, tantos antecedentes no lo asustan. Está curtido. Nadie tiene tanto talento como él y nadie ha sido (bueno, tal vez Brad Pitt) tan “ninguneado” por la Academia de Hollywood que le niega una y otra vez el reconocimiento que merece.
No tiene un Oscar, la prensa suele interesarse más en la mujer que se le cuelga del brazo que en sus proyectos profesionales, pero abrirá Cannes con El Gran Gatsbyy nadie le quitará nunca su derecho a ser tan Leonardo, tan DiCaprio. Salud.
La cita es el próximo 15 de mayo, cuando la película de Luhrmann, filmada en 3D, sea proyectada en la selección oficial fuera de competencia, en el Teatro Lumière, en Cannes.
En declaraciones a la prensa, el cineasta australiano destacó que Fitzgerald escribió algunas partes de su novela en la Costa Azul y que el Festival de Cannes fue dulce hogar para su ópera prima Strictly ballroom, hace 21 años.
Cannes, por tanto, está muy cerca del corazón de Baz Luhrmann, quien ha creado enorme expectativa en torno al modo en que contará la historia del aspirante a escritor Nick Carraway (Tobey Maguire), un joven llegado del Medio Oeste de Estados Unidos a Nueva York, que en la primavera de 1922 conoce al excéntrico millonario Jay Gatsby, encarnado por DiCaprio.
EL ACTOR FAVORITO DE MARTIN SCORSESE
Leonardo DiCaprio es el favorito de Martin Scorsese. También lo es de Robert De Niro, quien no ha dudado decir que su querido “Leo” es “uno de los mejores actores de todos los tiempos”.
Scorsese y DiCaprio se conocen extremadamente bien y sus lazos se construyen en el frente de batalla de la filmación de películas, con una relación profesional que se extiende por más de una década.
Claramente comparten el mismo enfoque – empujándose al límite para conseguir los mejores resultados, hacer la mejor pieza de cine que puedan. Juntos han llevado a cabo Pandillas de Nueva York, El Aviador, The Departed y la increíble Shutter Island.
“No creo que nuestra colaboración cambie necesariamente con el tiempo, pero se ha vuelto más intensa”, dice Scorsese.
Baz Luhrmann repite con DiCaprio, a quien dirigió en su particular y exitosa versión de Romeo y Julieta, en 1996.
EL GRAN GATSBY ILUSTRADO
Para aquellos que quieran volver a leer la que está considerada de manera unánime como una de las mejores novelas estadounidenses de la historia, la editorial Sexto Piso acaba de sacar El gran Gatsby ilustrado, acompañado y reinterpretado por el talentoso artista gráfico norteamericano Jonny Ruzzo.
Sus magníficas ilustraciones tienden un puente tanto visual como temporal que actualiza un libro tan clásico como El gran Gatsby y lo aproxima a los lectores contemporáneos, al otorgarle una nueva dimensión que tan sólo refuerza la indudable vigencia de una de las novelas más leídas y alabadas de la literatura contemporánea.