Claudia y Xóchitl pasarán a la historia como la séptima y octava mujeres que participan en una contienda presidencial en nuestro país.
Ciudad de México, 14 de febrero (SinEmbargo).- En el primer minuto del viernes 1 de marzo del 2024 se empezará a escribir una nueva historia en nuestro país, pues por primera ocasión, habrá una mujer perfilada claramente para ser Presidenta de la República, pues estarán en el tramo final de la contienda la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum Pardo, y Xóchitl Gálvez Ruiz, abanderada de la alianza opositora Fuerza y Corazón por México.
Ellas están, hasta ahora, muy lejos del virtual candidato del partido Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, que a lo más que podría aspirar es a hacerle un poco de sombra a Xóchitl, la candidata de PAN-PRI-PRD, y complicarle la campaña electoral que empezará el viernes 1 de marzo y terminará el miércoles 29 de mayo.
Claudia y Xóchitl pasarán a la historia como la séptima y octava mujeres que participan en una contienda presidencial en nuestro país. Pero al cerrar la jornada del domingo 2 de junio del 2024, una de ellas será la primera presidenta de México.
En una larga historia de marginación y desencantos, la primera mujer que fue postulada como candidata a la Presidencia de la República fue Rosario Ibarra de Piedra en 1982, por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) quien obtuvo el 1.77 por ciento de la votación; seis años más tarde, en 1988, volvió a competir por el mismo partido, pero sólo obtuvo el 0.38 por ciento de los votos.
En 1994 dos mujeres participaron en la contienda presidencial, Cecilia Guadalupe Soto González del Partido del Trabajo (PT) quien sumó el 2.75 por ciento de los sufragios y Marcela Lombardo Otero del Partido Popular Socialista (PPS) con el 0.47 por ciento de los votos.
En 2006 Dora Patricia Mercado Castro, del Partido Social Demócrata (PSD) apareció en las boletas logrando recaudar el 2.70 por ciento de la votación.
Seis años después, Josefina Vázquez Mota, obtuvo el mejor porcentaje para una mujer en unos comicios federales al sumar 25.39 por ciento de los votos. Por último, en 2018, Margarita Zavala Gómez del Campo participaría como candidata independiente, pero el 16 de mayo de ese año renunció a la contienda, al sumar, en promedio, en las encuestas, apenas el 5 por ciento de los votos potenciales.
Desde 1980 las mujeres son mayoría en nuestro país, según el Censo Nacional de Población elaborado ese año. Y también son mayoría en la Lista Nominal de Electores de la República, que con corte hasta el pasado jueves 6 de febrero del 2024 tenía registradas 50 millones de mujeres contra 47 millones de varones. En porcentaje femenino representa 51.90 por ciento contra 48.10 de los hombres.
El Diario de Debates de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, de fecha martes 7 de septiembre de 1954, publicó el acta en la que consta que Aurora Jiménez de Palacios tomó protesta para convertirse en la primera mujer en la historia de México que ocupó una curul en el Poder Legislativo Federal.
Baja California había dejado de ser territorio para convertirse en en Estado Libre y Soberano de la República apenas en 1952 y en 1954 hubo elecciones extraordinarias para elegir un segundo diputado federal que representara a esa entidad. Aurora Jiménez de Palacios y quien le acompañaba como suplente, Onésimo López, postulados por el PRI, obtuvieron 34,685 votos.
La historia de los derechos político electorales de las mujeres en México ha sido larga, sinuosa y accidentada. El miércoles 12 de febrero de 1947 se publicó en el Diario Oficial de la Federación una reforma al artículo 115 constitucional, con la adición de un párrafo, que permitía la participación limitada de las mujeres en los comicios: “En las elecciones municipales participarán las mujeres, en igualdad de condición que los varones, con el derecho de votar y ser votadas”.
Sin embargo, fue hasta el sábado 17 de octubre de 1953 cuando el presidente Adolfo Ruiz Cortines promulgó la reforma al artículo 34 constitucional para que las mexicanas pudieran ejercer su derecho pleno de votar y ser votadas en las elecciones federales de todo el país. El referido precepto quedó así: “Son ciudadanos de la República los varones y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: I.- Haber cumplido 18 años, siendo casados, o 21 si no lo son, y II.- Tener un modo honesto de vivir”.
Las primeras dos mujeres electas para ejercer el cargo de senadoras de la República fueron María Lavalle Urbina, por el Estado de Campeche, y Alicia Arellano Tapia, por el Estado de Sonora, quienes llegaron a la Cámara Alta para el periodo 1964-1970. La histórica participación de estas senadoras fue de tal relevancia que, en 1965, la Senadora María Lavalle Urbina fue la primera mujer en presidir el Senado de la República.