Las gestiones de mediación, dirigidas por Estados Unidos, Egipto y Qatar, intentaban lograr un acuerdo entre las partes beligerantes para lograr una tregua tras meses de guerra que han provocado la muerte de más de 28 mil palestinos, en su mayoría mujeres y niños.
Por Tia Goldenberg, Samy Magdy y Wafaa Shurafa
JERUSALÉN (AP) — Las gestiones internacionales para negociar un cese de fuego entre Israel y Hamás sufrieron un revés el miércoles al trascender que Israel retiró su equipo negociador y el Primer Ministro Benjamin Netanyahu acusó a Hamás de trabar las negociaciones con sus reclamos “ilusorios”.
Netanyahu habló horas después de que la prensa local informó que el mandatario israelí ordenó a su delegación que no continuara las conversaciones en El Cairo, lo que causó inquietud sobre la suerte de las negociaciones y suscitó críticas de las familias de los aproximadamente 130 cautivos, de los cuales se dice que la cuarta parte han muerto.
Los parientes de los rehenes dijeron que la decisión de Netanyahu equivalía a una “sentencia de muerte” para sus seres queridos.
Los combates han destruido una parte enorme de Gaza, desplazado a la mayoría de la población y provocado una catástrofe humanitaria.
“En El Cairo, Israel no recibió una nueva propuesta de Hamás sobre la libertad de nuestros cautivos”, dijo Netanyahu en un comunicado. “Un cambio en las posiciones de Hamás permitirá progresar en las negociaciones”.
Los dirigentes de Hamás no hicieron declaraciones de inmediato.
El martes, el jefe de la CIA, William Burns, y el de la agencia de espionaje israelí Mossad, David Barnea, asistieron a las conversaciones en la capital egipcia, pero no hubo señales de un avance. Las conversaciones continuaron el miércoles en un nivel más bajo, al tiempo que persistía la violencia mortífera en la Franja de Gaza y en la frontera israelí con Líbano, donde los combates se han intensificado desde que comenzó la guerra.
Según la prensa israelí, Netanyahu ordenó a su delegación no regresar a las conversaciones a menos que Hamás cediera en sus reclamos.
Hay una amplia brecha entre las condiciones presentadas por las partes. Netanyahu ha jurado continuar la guerra hasta la “victoria total” sobre Hamás y el regreso de todos los rehenes.
Hamás ha dicho que no liberará a los cautivos hasta que Israel ponga fin a su ofensiva, se retire de Gaza y libere a gran número de presos palestinos, incluidos jefes de la milicia. Netanyahu ha calificado esos reclamos de “ilusorios”.
La suerte de los cautivos ha conmocionado a los israelíes, que ven en su cautiverio prolongado un símbolo de la incapacidad de su Estado para protegerlos del ataque de Hamás.
Un grupo de representantes de las familias de los rehenes dijo que la supuesta decisión de Netanyahu de retirar a la delegación de las conversaciones era “escandalosa” y que las familias instalarían una “barricada masiva” frente al Ministerio de Defensa israelí a menos que Netanyahu aceptara recibirlos.
Más de 100 rehenes fueron liberados durante un cese de fuego de una semana en noviembre, canjeados por 240 palestinos presos en Israel.