El Ministro de Asuntos Exteriores de España señaló que a pesar de que la relación con México es buena, el Gobierno español “va a defender a sus ciudadanos y empresas y el buen nombre de España ante cualquiera y en cualquier situación”.
MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS).- El Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha asegurado este lunes que la relación con México es buena y más que pausarla, como ha planteado el Presidente de este país, Andrés Manuel López Obrador, lo que hay que hacer es “acelerarla”.
Como ya hiciera su departamento en un comunicado el jueves pasado, el Ministro ha insistido en el rechazo tajante a las “palabras injustificadas” del Presidente mexicano, que abogó por una “pausa” en la relación y arremetió duramente contra España y contra las empresas españolas, a las que acusó de saquear su país.
Cuestionado expresamente sobre si el Gobierno sopesa llamar a consultas a su Embajador en el país azteca, Albares ha asegurado que no se está “barajando ninguna otra medida” puesto que “las relaciones son buenas”, si bien ha dejado claro a López Obrador que “el Gobierno va a defender a sus ciudadanos y empresas y el buen nombre de España ante cualquiera y en cualquier situación”.
“En estos momentos esas relaciones no están pidiendo una pausa, están pidiendo que los gobiernos acompañemos lo que no deja de ser una aceleración año a año desde hace 15 o 20 años”, ha sostenido, poniendo en valor que hay siete mil empresas españolas en México que generan 300 mil empleos directos y un millón indirectos.
También hay cada vez más una presencia de empresas mexicanas en España, con 25 mil millones de euros en inversión, ha añadido, incidiendo en que hay más de 175 mil españoles que viven en México y cerca de 30 mil mexicanos que residen en territorio español.
HAY QUE ACELERAR LA RELACIÓN
“Tanto por nuestro pasado común, con ese idioma común y esos lazos culturales, como por nuestro presente y nuestro futuro lo que tenemos que hacer es acelerar nuestras relaciones”, ha reivindicado Albares, que ha aclarado que en su opinión, tras haber hablado con el Canciller mexicano, Marcelo Ebrard, “estamos todos de acuerdo en transitar por ahí”.
#España tiene una visión global del mundo y debe actuar como puente entre #Iberoamérica y #Europa, pero también entre las regiones y sensibilidades latinoamericanas.
Así lo he defendido hoy ante la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del @Senadoesp. pic.twitter.com/vvf2EMXXAi
— José Manuel Albares (@jmalbares) January 31, 2022
El Presidente mexicano, que ha mantenido desde su llegada al cargo una tensa relación con España, se mostró partidario el miércoles pasado de una “pausa”, para aclarar al día siguiente que con ello no se refería a romper relaciones.
“No hablé de ruptura”, puntualizó el mandatario, partidario de “serenar la relación” para que España asuma que no se puede “saquear México impunemente”. “Deberían ofrecer hasta disculpa. No lo han hecho, no importa, pero vamos a entrar en una etapa nueva, despacio”, alegó.
El Presidente mexicano se ha mostrado muy crítico con el legado colonial español, exigiendo en varias ocasiones que España se disculpe por ello. En este sentido, remitió en marzo de 2019 una carta al rey Felipe VI reclamando que “el Estado español admita su responsabilidad histórica” por las ofensas cometidas durante la conquista y “ofrezca las disculpas o resarcimientos políticos que convengan”.
Hace unas semanas, sin embargo, sostuvo que las relaciones “están bien”, aunque reconoció que había habido “discrepancias” y de hecho “las sigue habiendo”. En este sentido, se refirió al hecho de que nunca hubo una respuesta a su carta al rey.
“Lo tomaron a mal y ni siquiera me respondieron la carta”, señaló, lamentando el que el Gobierno no hubiera aceptado “ofrecer una disculpa para reiniciar una etapa nueva”. “Sin embargo, pues eso ya pasó, cada quien que asuma su responsabilidad”, manifestó, si bien consideró que el “perdón” es algo importante y “pudo ayudar mucho”.
El Gobierno, por su parte, ha minimizado en todo momento las críticas, que ha llegado a enmarcar en “los debates internos” del país azteca, y ha reconocido la importancia de la relación con México, “un socio estratégico”, pero también ha dejado claro que no se disculpará por el pasado.