Sin dudarlo un instante, Víctor Sotto, taxista en Buenos Aires, responde cuando se le pregunta su opinión sobre Javier Milei, el economista que asumió la presidencia de Argentina el pasado 10 de diciembre: “Uf, lo peor que nos pudo haber pasado en la vida”. Y se refieren no sólo a un Presidente que afirma que su hermana le hace hablar con su perro muerto llamado Conan y que éste le da consejos. Se refieren a un Presidente que mandó clonar a su mascota para dar vida a sus cuatro nuevos mastines ingleses que ahora habitan Los Olivos, la residencia presidencial y cuyos rostros hizo tatuar en el bastón presidencial con la cual asumió el mando hace un mes.

Y en apenas un mes Javier Milei, ha empeorado la crisis económica y la calidad de vida de la mayoría de los argentinos. Tras llegar a la presidencia, el nuevo gobierno devaluó el peso argentino frente al dólar más de 100 por ciento; de 400 pesos por dólar pasó a 820, aunque en las casas de cambio y en las calles se cambia un dólar por mil pesos o más. Tras la devaluación llegó la avalancha de aumentos de precios: gasolina, transporte público, medicinas, comida, servicios, todo excepto el salario mínimo fijado para diciembre de 2023 en 156 mil pesos argentinos que poco alcanza para alcanzar la canasta básica. Por estas condiciones, la prensa argentina ironiza, no sin razón, que los perros de Milei viven mejor que millones de argentinos.

Milei no provocó la crisis, pues el gobierno peronista le dejó un país con una inflación de 160 por ciento, pero en apenas un mes de gobierno, el costo de la vida ya subió 60 por ciento más para llegar a 211 por ciento.

Los que más sufren, como siempre son lo más débiles: familias con menos ingresos, personas de la tercera edad y pensionados. Muchos jubilados tienen qué volver a una vida laboral en activo porque la pensión no alcanza para nada. Les llega 105 mil pesos argentinos al mes (105 dólares, que equivalen a menos de 1,800 pesos mexicanos). Un bono de 55 mil pesos que concedió el gobierno anterior del peronista Alberto Fernández, ahora está amenazado de retirarse por el gobierno del “libertario” Javier Milei que está poniendo en riesgo la mayoría de los derechos sociales, laborales y políticos que los argentinos se precian de haber conquistado décadas atrás, especialmente desde el fin de la dictadura que ensangrentó al país de 1976 a 1983.

El fenómeno Milei, llamado “El Loco” por muchos en las opinión pública, fue inesperado para muchos en Argentina, pero comparte muchos ingredientes de la crisis del sistema político que ocurre en otras partes del mundo capitalista: un hartazgo de la población a la política tradicional, décadas de crisis económica, y un uso novedoso de redes sociales y mensajes cortos y contundentes para los programas estridentes de noticias argentinos que luego se traducen en cortos reels para Tik Toc, Instagram o las viejas redes sociales como Twitter y Facebook.

Milei es un economista que ganó fama en los programas de noticias o tertulias políticas en la televisoras de Buenos Aires. Pero además de su histrionismo y forma agresiva de debatir son sus oponentes, Milei encontró poderosos padrinos del poder económico que lo fueron encumbrando, como Eduardo Erneukian, un empresario de medios, según se revela en el libro “El Loco”, del periodista José Luis González.

“El Loco” Milei sintetizó ese hartazgo prometiendo un programa que enfrentara a lo que llamó “la casta”, es decir todos los actores de la vieja política argentina, especialmente el peronismo reciente de los Kirchner y Alberto Fernández. Así ganó sorpresivamente el segundo lugar en las elecciones primarias y la presidencia de la república en la segunda vuelta electoral.

Pero apenas tomó posesión empezó a intentar a golpe de decreto presidencial (el Decreto de Necesidad y Urgencia y la Ley Ómnibus) que es, sintéticamente, el programa más radical de privatizaciones, desregulación, eliminación de derechos laborales y políticos (como el derecho a la protesta) que hayan padecido los argentinos en muchos años.

Víctor Sotto, quien afirma que “El Loco” es lo peor que les pudo pasar a Argentina, también está convencido de que Milei no terminará su mandado y que terminará huyendo en helicóptero desde la Casa Rosada en un futuro cercano. “(…) y encima, éste se va a ir como se fue De la Rúa, ellos ya lo saben eso, pero en dos o tres meses ya saben lo que venían a hacer…”, dice anticipando que antes de que se vaya, el país ya habría saqueado y vendido a las grandes corporaciones internacionales.

Como cabría esperar, los argentinos no están de brazos cruzados. A pesar de las amenazas de represión, salen a protestar en marchas, cacerolazos frente a la Casa Rosada a los lugares donde los turistas van a escuchar tango. Ya se prepara una huelga para el próximo 24 de enero y vienen más protestas. Todo indica que el estallido social es inminente.

Rubén Martín

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Periodista desde 1991. Fundador del diario Siglo 21 de Guadalajara y colaborador de media docena de diarios locales y nacionales. Su columna Antipolítica se publica en el diario El Informador. Conduce el programa Cosa Pública 2.0 en Radio Universidad de Guadalajara. Es doctor en Ciencias Sociales. Twitter: @rmartinmar Correo: [email protected]

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