México
Un equipo multidisciplinario llevó a cabo el análisis riguroso de la evidencia científica presentada por Bavarian Nordic y concluyó que la vacuna cumple los requisitos de calidad, seguridad y eficacia para expedir el registro sanitario que permite su comercialización en México.

Salvados por las vacunas

Biológicos usados en México bajaron “significativamente” riesgos ante COVID: estudio

14/01/2024 - 11:32 am

El estudio documentó que durante las 9 semanas que duró la ola de la variante Ómicron en 2022 hubo una carga sustancial de ausencias no planificadas de 10.7 millones de días laborales perdidos, un impacto económico mayor al reportado anteriormente en México durante 2020 y 2021.

Ciudad de México, 14 de enero (SinEmbargo).– Un nuevo estudio publicado en México reveló que, gracias a que los mexicanos de todas las edades se vacunaron de forma masiva contra la COVID-19, los riesgos por hospitalizaciones o enfermedad grave se redujeron “significativamente” precisamente por estar inmunizados con una de las siete vacunas disponibles, desde la rusa Sputnik V hasta la británica AstraZeneca.

Los resultados del estudio denominado La ola ómicron en México: protección por vacunación contra la progresión hacia COVID-19 severo en trabajadores infectados con SARS-CoV 2, publicado en el número de enero-febrero del 2024 de la revista Salud Pública de México, demuestran que la población que recibió alguno de los biológicos usados durante la estrategia de inmunización del Gobierno de México –AstraZeneca, CanSino, Janssen, Moderna, Pfizer BioNtech, Sinovac o SputnikV– “presentaron números muy inferiores de hospitalización y muerte que aquellos que no fueron vacunados”.

En México, a diferencia de otros países, la vacuna se aplicó por edades y de forma gratuita, y no se permitió su compraventa hasta finales de 2023.

“Los individuos vacunados tuvieron menor riesgo de hospitalización y muerte en comparación con los no vacunados”, señalan los resultados. Además, en las conclusiones, son contundentes: “Las vacunas COVID-19 redujeron significativamente el riesgo de enfermedad grave durante el pico de transmisión Ómicron en México”.

La vacunación comenzó a finales de 2020 y principios de 2021. Foto: Victoria Valtierra Ruvalcaba, Cuartoscuro.

El estudio se realizó en uno de los momentos más álgidos de la ola en la que predominó esta agresiva variante: del 2 de enero al 5 de marzo del 2022. El reporte se nutrió de un millón 410 mil 675 personas trabajadoras, quienes en ese periodo solicitaron licencia médica temporal por enfermedad respiratoria.

En México, entre diciembre de 2020 y mediados de 2022, se aplicaron 209 millones 673 mil 612 biológicos contra COVID-19 a 88 millones 449 mil 704 personas, de acuerdo con la Secretaría de Salud. Además, recibieron la vacuna de refuerzo 53 millones 260 mil 810 personas mayores de 18 años, lo que representa un avance de 66 por ciento de la población objetivo en ese mismo periodo.

Por edad, recibieron en esos primeros meses al menos una dosis 81 millones 106 mil 925 personas mayores de 18 años, que equivale a 91 por ciento; y siete millones 342 mil 779 adolescentes de 12 a 17 años, lo que representa 55 por ciento.

Además, debido a la Campaña Nacional de Vacunación contra influenza y COVID-19 para la temporada invernal 2023-2024, se aplicarán 54.6 millones de dosis, para toda la temporada, que va del 16 de octubre de este año al 31 de marzo del 2024.

Además, a mediados de diciembre las cadenas de farmacias nacionales mexicanas comenzaron a comercializar las vacunas de Pfizer contra la COVID-19 para la población en general sin restricciones para quienes quieran aplicarse alguna dosis.

La dosis de la vacuna tiene un costo de 848 pesos en cualquier Farmacia San Pablo, sólo se necesita mostrar el ticket de pago y una identificación oficial; mientras que en Farmacias del Ahorro es de 859 pesos.

“El análisis muestra también que las tasas de hospitalización durante el predominio de ómicron fueron mucho menores que las de variantes anteriores, con 3.8 internamientos por cada mil personas contagiadas contra 28.4 por cada mil, respectivamente”, presumió la Secretaría de Salud federal.

“Estos resultados son consistentes con la conclusión de que, si bien los casos de infección por COVID-19 con la variante ómicron fueron muy numerosos, incluso entre población vacunada, estuvieron generalmente asociados con cuadros menos severos de la enfermedad, y que la severidad fue aún menor en quienes recibieron cualquiera de las vacunas integradas a la estrategia del Gobierno de México”, añadió la dependencia.

QUÉ DICE EL ESTUDIO

Los casos por variante en México de acuerdo con los trabajadores que pidieron incapacidad en el IMSS. Foto: Captura de pantalla

En el grupo analizado en el estudio, un total de mil 198 trabajadores fueron hospitalizados y 187 murieron. “Entre los no vacunados que solicitaron una incapacidad, 7.4 por cada mil fueron hospitalizados y 1.5 de cada mil murió. En contraste, ente los vacunados que solicitaron su incapacidad, las proporciones bajaron significativamente, con 2.9 hospitalizaciones por cada mil trabajadores y 0.42 muertes por cada mil”, detalla.

Entre los predictores para hospitalización y muerte, como a lo largo de toda la pandemia, estuvieron la edad, el sexo, problemas de diabetes, obesidad, hipertensión y otras comorbilidades, añaden los autores.

Además, debido al impacto de Ómicron entre los mexicanos, incluso los ya vacunados, el estudio documentó, durante las 9 semanas que duró la ola de esta variante, “una carga sustancial de ausencias no planificadas y pérdida de productividad (10.7 millones de días laborales perdidos), un impacto económico mayor al reportado anteriormente en México durante 2020 y 2021”. Y es que, incluso aunque la vacuna salvó vidas y previno hospitalizaciones, no evitó que los trabajadores enfermaran y tuvieran que pedir incapacidad.

Durante el período predominante de Ómicron, el estudio confirma que la vacunación completa con cualquiera de las siete vacunas evaluadas “se asoció con una reducción de 2.7 veces en el riesgo de hospitalización relacionada con COVID-19 y una reducción de 4.2 veces en el riesgo de muerte”.

EL PODER DE LAS VACUNAS

En una época donde el movimiento antivacunas ha crecido en el mundo, un nuevo estudio reveló en noviembre que, durante el primer año de inmunización contra la COVID-19, las dosis evitaron que entre 14 y casi 20 millones de personas –con los excesos de fallecimientos ya incluidos– murieran por la enfermedad causada por el virus SARS-CoV2 a nivel mundial.

El estudio, titulado Impacto global del primer año de vacunación COVID-19: un estudio de modelado matemático, se publicó en la prestigiosa revista The Lancet en octubre. Los investigadores, del Imperial College de Londres, en el Reino Unido, utilizaron un modelo matemático que determinó el impacto de la vacunación “estimando los excesos de vidas perdidas si las vacunas no se hubieran distribuido”, esto dentro de un modelo que imitaba la transmisión del virus en 185 países y territorios.

Muertes por COVID-19 evitadas por las vacunas. Foto: Especial

“Según las muertes por COVID-19 notificadas oficialmente, estimamos que las vacunas evitaron 14,4 millones de muertes por COVID-19 en 185 países y territorios entre el 8 de diciembre de 2020 y el 8 de diciembre de 2021. Esta estimación aumentó a 19.8 millones de muertes por COVID-19, cuando se utilizó el exceso de muertes como estimación del verdadero alcance de la pandemia, lo que representa una reducción global del 63 por ciento en total muertes durante el primer año de vacunación COVID-19”, indican las conclusiones del artículo.

En los países donde se firmó el compromiso COVAX –el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 “para un acceso equitativo mundial” a las inmunizaciones–, el estudio estima que unos 7.4 millones de personas se salvaron de morir. Sin embargo, en países de bajos ingresos estimaron que un 45 por ciento de las muertes podrían haberse evitado si se hubiera cumplido el 20 por ciento de cobertura de vacunación que el mecanismo preveía en sus inicios.

UNA LABOR PREMIADA

Dos científicos ganaron en octubre el premio Nobel de Medicina por descubrimientos que permitieron el desarrollo de vacunas efectivas ARNm contra la COVID-19 y podrían utilizarse para crear otras vacunas en el futuro.

Katalin Karikó es profesora de la Universidad de Szeged, en Hungría, y profesora adjunta en la Universidad de Pensilvania. Drew Weissman realizó su investigación premiada junto con Karikó en la Universidad de Pensilvania.

“A través de sus rompedores hallazgos, que han cambiado de forma fundamental nuestra comprensión de cómo el ARNm interacciona con nuestro sistema inmune, los laureados contribuyeron a la tasa sin precedentes de desarrollo de vacunas durante una de las mayores amenazas a la salud humana en los tiempos modernos”, indicó el comité que concedió el premio.

Antes de la COVID-19 ya se estaban probando vacunas de ARN mensajero para otras enfermedades como el zika, la gripe y la rabia, pero la pandemia llevó más atención a ese método, explicó la investigadora.

La producción tradicional de vacunas requería cultivar virus o fragmentos de virus, a menudo en enormes tanques o, como la mayoría de las vacunas de la gripe, en huevos de gallina, y después purificarlos antes de avanzar en la elaboración de las dosis.

La estrategia del ARN mensajero es radicalmente diferente. Comienza con un fragmento de código genético que lleva instrucciones para fabricar proteínas. Al escoger la proteína adecuada del virus a atacar, el cuerpo se convierte en una fábrica de vacunas en miniatura.

Manuel Gonzalez
Ciudad de México | 1993. Estudió periodismo. Actualmente trabaja como Editor en la redacción de SinEmbargo MX. Antes, fue corresponsal para Infobae México, la Agencia Alemana de Prensa (dpa) y El País América. Tiene un blog (Apuntes en la ciudad), un newsletter (Apuntes subrayados) y un podcast (Al otro lado del sueño) personales.
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