De acuerdo con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, el robo de combustibles a Pemex deja pérdidas anuales de entre 50 mil y 70 mil millones de pesos lo cual ha afectado severamente las finanzas de la empresa productiva del Estado.
La cifra del Gobierno federal duplica lo estimado por la administración pasada, encabezada por Enrique Peña Nieto, cuyo monto ascendía a alrededor de los 35 mil millones de pesos, pero sólo tomaba en cuenta la ordeña de ductos y no el robo de pipas.
Por Laura Quintero
Ciudad de México, 14 de enero (EconomíaHoy/SinEmbargo).- Las pérdidas de Petróleos Mexicanos (Pemex) derivadas del robo de combustible, también conocido como huachicoleo, ascienden hasta los 70,000 millones de pesos, esto es dos veces los recursos destinados en este 2019 a la Universidad Autónoma de México (UNAM), que recibirá 34 mil 778 millones de pesos.
Pese a las inconformidades que ha generado el desabasto de gasolina en algunos estados, derivado de la estrategia de combate al huachicoleo, no poner fin a este problema significa seguir perdiendo recursos importantes, como por ejemplo, casi el doble de lo que se destinará para rehabilitar las seis refinerías (38 mil millones de pesos) este año.
De acuerdo con el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, el robo de combustibles a Pemex deja pérdidas anuales de entre 50 mil y 70 mil millones de pesos lo cual ha afectado severamente las finanzas de la empresa productiva del Estado, la cual, por esa y otras razones, ha perdido su rentabilidad.
La cifra del Gobierno Federal duplica lo estimado por la administración pasada, encabezada por Enrique Peña Nieto, cuyo monto ascendía a alrededor de los 35 mil millones de pesos, pero sólo tomaba en cuenta la ordeña de ductos y no el robo de pipas.
Mientras que, según estimaciones del actual Gobierno, previas a que se llevarán a cabo las medidas para enfrentar el hurto, al día se robaban alrededor de 600 pipas, las cuales transportan cerca de 15 mil litros diarios de combustible. Por lo que, diariamente se perdían cerca de 56 mil barriles de crudo.
En los últimos años el robo de combustible se ha sumado a la lista de los grandes problemas que tiene el país en materia de seguridad, en este ilícito están involucrados empresarios, servidores públicos, carteles del narcotráfico y ciudadanos. Frente a este panorama, Andrés Manuel López Obrador decidió implementar una estrategia para poner fin a este problema, en una primera etapa ésta consiste en cerrar algunos de los ductos que abastecen las gasolineras, esta medida implica modificar la forma de distribución del combustible, esto es que como los ductos se encuentran cerrados se utilizan pipas para abastecer a las gasolineras, lo cual ha hecho que el flujo de combustibles sea más lento y en algunas regiones las afectaciones sean graves.
¿QUIÉN PAGA LOS PLATOS ROTOS?
Esta situación ha derivado en la inconformidad de muchos de los consumidores, ya que ha implicado en algunos casos problemas para llegar a sus centros laborales, pérdidas para quienes trabajan en las gasolineras, retrasos en la entrega de mercancías, entre otras. De acuerdo con cifras de la Confederación Patronal de México (Coparmex), durante los primeros 10 días de desabasto se generaron perdidas por 1,250 millones de pesos para sus agremiados.
“Debe garantizarse que la estrategia se realice con eficacia, debe evitarse que los costos se trasladen a la sociedad, el costo tendría que estarlo pagando quienes cometen el ilícito y tendría que aminorarse el costo para la sociedad y es una tarea que debería acelerarse en estos momentos”, comentó a EconomíaHoy.mx José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo y el Crecimiento Económico (Idic).
La escasez de gasolina ha afectado principalmente a los estados centrales de Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Querétaro, estados en los que encabezan la lista de huachicoleo.
De acuerdo con José Luis de la Cruz, hasta el día viernes el costo por el desabasto ascendía entre 10 mil y 15 mil millones de pesos, esta cifra está calculada con base en el costo del combustible y el tiempo que se está perdiendo en algunas regiones para poderse proveer, el impacto que la reducción del suministro pudiera tener en la actividad económica en algunos estados.
Desde hace 30 años México no había enfrentado un problema de desabasto de gasolinas, desde cuando por la detención del entonces líder sindical de Pemex, Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, se paralizaron las seis refinerías del país provocando un desabasto que duró al rededor de dos días.
A CONTRA RELOJ
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) la lucha contra el huachicoleo es adecuada, ya que además de dar señales de certeza, también mejorará las finanzas de Pemex y eso repercutirá en las finanzas federales, sin embargo, instituciones financieras y el propio Banco de México (Banxico), han advertido que de prolongarse el desabasto podría presionar a la inflación e incluso mermar el crecimiento económico.
Estamos viendo la implementación de una medida extraordinaria en el sentido de que es atípica, es una estrategia de choque contra el crimen organizado en el sector energético, ameritaba una estrategia de comunicación igualmente atípica que concienciara a la ciudadanía para buscar la colaboración de manera preventiva y que evitara los comportamientos que estamos viendo
“De prolongarse más allá del martes (15 de enero) esta situación podría reflejarse en una presión inflacionaria, esto es derivado de la presión que habría en los precios de algunos productos, sobre todo en las regiones más afectadas”, advirtió De la Cruz.