Ciudad de México, 28 de junio (SinEmbargo/Noroeste).– Amnistía Internacional exigió a la Procuraduría General de Justicia del estado de Sinaloa desista de acusar a Yecenia Armenta Graciano como responsable del asesinato de su esposo, Jesús Alfredo Cuén Ojeda.

La investigadora para México de la organización, Madeleine Penman, señaló que tras analizar el caso Amnistía Internacional no encontró evidencias que la inculpen, además que está basado en irregularidades, tortura y en un indebido proceso.

"La exigencia de Amnistía Internacional a la Procuraduría General de Justicia de Estado, es que si no tienen pruebas en contra de Yecenia que comprueben su responsabilidad, que desista de la acusación en contra de Yecenia", dijo.

Desafortunadamente este caso, mencionó, es paradigmático y es un ejemplo de muchos donde las autoridades basan sus actuaciones en la tortura y graves violaciones a los derechos humanos.

El Gobernador ordenó una investigación contra los agentes que presuntamente la torturaron, dijo, pero no ha habido avances.

"El problema de este caso es que la Procuraduría Estatal de Justicia de Sinaloa es Juez y parte de resolver, tanto es así que hay una acusación contra Yecenia, ella sigue en la cárcel acusada de delitos por la Procuraduría estatal de sinaloa".

"Además los policías de la Procuraduría estatal fueron los que torturaron a Yecenia", indicó.

En México, lamentó, la tortura es un método de investigación muy común por el clima de impunidad que existe.

Señaló que a nivel federal se tienen denunciados 7 mil casos, y desde 1991 solo han habido siete condenas por tortura.

"Hoy en día en México la tortura se esconde y muchas de las huellas no se ven, existen las técnicas hoy en día de la tortura en México sofisticadas y diseñadas para ocultarse, tanto es así que la tortura sexual en contra de las mujeres es una técnica recurrida por las fuerzas del orden", indicó.

El caso de Yecenia, mencionó, es una oportunidad del Gobierno de Sinaloa para mostrar a la sociedad su compromiso con los derechos humanos y el debido proceso.