Nombre: Adair Vigil.
Originario: Coahuila.
Profesión: Artista multidisciplinario enfocado en nuevos medios.
Ocupación: Artista sonoro. Forma parte del colectivo musical Minilab Records, dedicado a la música experimental y recreativa. Actualmente también trabaja con el artista Vinicio Fabila y el DJ y productor musical Rafael Rosell (Rafinsky), además de otro proyecto colaborativo con la artista Cristina Maldonado.
Ciudad de México, 28 de junio (SinEmbargo).- Hoy más que nunca, la frontera entre el arte y la tecnología suelen tener un línea divisoria borrosa que no es del agrado de aquellos que prefieren o ejecutan técnicas más tradicionales. Sin embargo, a pesar de esto existe un creciente número de artistas que cada vez experimentan con nuevos medios, utilizando las innovaciones técnicas como una herramienta más del trabajo creativo.
Conversamos con Adair Vigil, formado como artista plástico, especializado en gráfica, al que sus investigaciones lo llevaron a incursionar el terreno de lo sonoro, al buscar ir "más allá del soporte bidimensional propio de la gráfica tradicional". Así, Vigil propone formas de diálogo entre gráfica y sonido, en este caso, a través de dispositivos electrónicos simples capaces de traducir la gráfica en algo auditivo. Recientemente se presentó en la Ciudad de México, en un show en el que incluyó, además de material propio, grabaciones de campo de recorridos en otros lugares del mundo, correspondientes a un proyecto colaborativo. Esto fue lo que nos dijo después de su presentación:
–¿Por qué inclinarse por nuevos medios cuando hay otras maneras de hacer arte más tradicionales?
–Creo que los nuevos medios abren mayores posibilidades de enunciación, concordantes con las necesidades y exigencias contemporáneas globales. El avance tecnológico ofrece nuevas, diferentes y amplias herramientas que el artista puede utilizar conforme a sus necesidades creativas-expresivas.
–En tu caso, ¿qué fue lo qué te llevó a experimentar con estas técnicas?
–Veo en el sonido y en la música un vehículo más inmediato y directo que la pintura o la gráfica tradicionales para transmitir una idea, emoción, mensaje. Además de una inquietud personal en torno a estas prácticas. Tuve formación musical formal desde la infancia hasta la adolescencia, pero siempre me atrajo más investigar las capacidades y propiedades físicas y acústicas de los instrumentos que la ejecución de una estructura de interpretación prodigiosa.
–En general, se piensa que la tecnología y el arte son cosas bastante diferentes y que deben ir separadas. ¿Cuál es tu opinión al respecto? ¿Qué tan cierto es esto? ¿O se trata, simplemente, de una idea que se quedó estancada?
–Me gusta creer que en una época como el Renacimiento arte y ciencia eran una misma cosa, está el ejemplo de los estudios médicos y científicos de Leonardo da Vinci llevados a cabo a través de una técnica impecable de dibujo.
Si hablamos de arte ortodoxo entonces parece válido pensar que arte y tecnología deben ir separadas, pero es hasta contradictorio asumirlo de esta manera, ya que ambas son manifestaciones humanas que siempre han estado vinculadas. Pienso en el hecho de cuando el óleo se pudo comercializar en tubos y contribuir al desarrollo de la pintura al aire libre y con esto al desarrollo del impresionismo.
–Ya que hablamos de estos nuevos medios, ¿por qué arte sonoro? ¿Por qué no visual o cinético u otra variante?
–Vengo de una formación visual y como artista plástico y visual me sentía limitado. Creo también en una forma participativa del arte. Un arte horizontal e incluyente. Siento que la práctica sonora da apertura a esas posibilidades. No descarto trabajar con otros lenguajes como el video. De hecho he comenzado a experimentar con éste desde principios de año, pero hasta el momento es sólo eso, sólo experimentación lúdica. Aún no hay piezas concretas en este sentido.
–Menciona las ventajas y desventajas de los nuevos medios (en particular del arte sonoro), ya sea tanto en el aspecto técnico como en lo referente a la difusión o los espacios que existen, consagrados para acogerlos.
–Pues una de las ventajas que encuentro en el arte sonoro es la rapidez con la que se ha desarrollado en México. Actualmente hay muchos artistas investigando y produciendo en esta área y eso le da empuje al movimiento ya que el sonido desvinculado de su forma musical puede ser abordado desde un sinfín de prácticas y saberes: literatura, escultura, arquitectura, historia, etcétera.
La desventaja que observo es que se puede caer en piezas sin contenido, en el ruido sólo por el ruido.
–En lo que a detractores de los nuevos medios se refiere. ¿A qué creas que se deba este recelo?
–Creo que hay circuitos, círculos y roles para todos. Habrá quien no se sienta cómodo en territorios que desconoce y prefiera quedarse en las prácticas desconocidas. Cuando experimentas e investigas con nuevos medios es un proceso muy similar a la experimentación científica; hay que tener una metodología, sujetos de observación y experimentación, comparación de resultados, etcétera. Lo que quiere decir que el proceso adquiere relevancia y el resultado es incierto. Para muchos académicos fundamentalistas esto es como saltar al vacío con los ojos cerrados.
–¿México sigue siendo el país del "Desnudo con alcatraces"? Si sí, ¿qué es lo qué quiere decir esto?
–Ciertamente mucha de la producción plástica y prácticas docentes están encaminadas a este tipo de manifestaciones, y lo repito; hay quien se encuentra cómodo en éste sitio y sus necesidades expresivas tienen que ver con esto, pero también es cierto que existe amplia apertura a nuevas formas de concebir el arte. En el DF podemos encontrar el Centro Multimedia del CENART, el Espacio de Experimentación Sonora en el MUAC, el Ex Teresa, Laboratorio Arte Alameda, etcétera... que promueven, difunden y catapultan este tipo de prácticas que incorporan nuevos lenguajes.
–Últimamente hay un surgimiento de personas cuya formación es científica y luego decidieron incursionar en la creación artística, mientras que los casos a la inversa son menos frecuentes. ¿A que crees que se deba esto?
–Creo que se debe al rigor que la ciencia exige, mientras que en la creación artística el proceso es más libre. Inclusive, cada uno puede formarse su propio proceso y encontrar la fórmula que mejor le parezca o funcione, pero creo que al final, el resultado que se busca es el mismo.
–Partiendo de que todo es un continuo proceso de experimentación, ¿con que otros elementos tecnológicos te gustaría trabajar?
–Me gustaría comenzar a trabajar con programación y entornos digitales vinculados a hardware de código abierto (Pduino) además de Net Art. El alcance y las posibilidades de éste último me parecen exponenciales.
Se hacen remixes by Adairvigil on Mixcloud
–Para ti, ¿qué es lo que demuestra la unión de arte y tecnología? ¿Hay algo más allá de esta mera unión?
–Pues lo veo en la práctica y en la producción de artistas como Gilberto Esparza y sus Plantas Nómadas, o el proyecto Pulsum Plantae de Leslie García, el trabajo de Ivan Abreu, Marcela Armas, Mario de Vega, etcétera.
Más allá de esta mera unión, está la necesidad expresiva de cada artista que encuentra en la tecnología herramientas creativas para dar salida a sus inquietudes expresivas.
