Ciudad de México, 29 de junio (SinEmbargo).- De cara a la 21ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), o COP21, que se celebrará a partir del próximo 30 de noviembre, hasta el 11 de diciembre de 2015 en Paris-Le Bourget, la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) dice en su informe anual que los objetivos de reducción de emisiones no alcanzan para reducir el calentamiento global a dos grados centígrados, pero que aún hay esperanza de cerrar un acuerdo vinculante para lograrlo.
Fatih Birol, economista en jefe de la AIE, quien pronto será director ejecutivo de la misma, no dejó dudas de que la cumbre sobre el clima, que se celebrará dentro de unos meses, se concentrará sobre todo en el sector energético. “Más de un tercio de las emisiones de gases invernadero en todo el mundo provienen de la industria energética”, dijo Birol. Y señaló que un protocolo sobre protección del clima que no las tome en cuenta sólo podrá fracasar.
De acuerdo con el servicio de radiodifusión internacional Deutsche Welle, las condiciones para lograr cerrar un acuerdo sobre protección del clima son mejores que nunca debido a atisbos esperanzadores. “Por primera vez veo que tanto la industria como los países emergentes hacen promesas vinculantes para los objetivos de reducción de emisiones”, agregó Birol. Entre esos países se cuentan Etiopía, Gabún y Marruecos, pero también Estados Unidos, Rusia, México, Canadá, además de los países de la Unión Europea. Según el economista, si se suman las promesas hechas hasta ahora, éstas cubrirían ya dos tercios de todas las emisiones de gases tóxicos a nivel mundial.
De acuerdo con el sitio oficial del COP21, lo que está en juego es tratar de lograr, por primera vez, un acuerdo universal y vinculante que permitirá luchar eficazmente contra el cambio climático e impulsar y acelerar la transición hacia sociedades y economías resilientes y bajas en carbono.
Por tal motivo, el futuro acuerdo deberá tratar, de modo equilibrado, sobre la mitigación, que son los esfuerzos de disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento global a 2°C. Así mismo, deberá abordar la adaptación de las sociedades a los cambios climáticos ya existentes. Por su parte, estos esfuerzos tienen que tomar en cuenta las necesidades y las capacidades de cada país. Por último, el acuerdo (que entrará en vigor a partir de 2020) deberá ser duradero para permitir una transformación a largo plazo.
Para Birol, las promesas hechas por las naciones representan "una luz de esperanza para las negociaciones sobre el clima", sobre todo si se tiene en cuenta que éstas siempre han estado marcadas por la preocupación por no poder lograr acuerdos reales y concretos para proteger el clima. Sin embargo, una vez logrado el primer paso, ¿qué sigue? ¿Qué medidas se deben tomar para detener el cambio climático?
APUESTA RENOVABLE
De acuerdo con el economista en jefe de la AIE, para lograr ese cambio, un 60 por ciento de las inversiones en nuevas centrales energéticas deberían destinarse en los próximos 15 años a las energías renovables. Sólo un 40 por ciento de ese capital tendría que invertirse en fuentes de energía no renovable entre las que se encuentran centrales carboníferas, atómicas y de gas, por mencionar alguno.
VEHÍCULOS AHORRADORES
El uso de petróleo crudo siempre ha sido señalado como un punto fundamental en asuntos climáticos. La producción de combustible a partir de esta mezcla es uno de los principales causantes de emisores contaminantes, sobre todo en las grandes zonas urbanas del planeta, Por tal motivo se prevé su reducción, ya que los automóviles y ómnibus funcionarían de modo más ahorrativo. Una de las innovaciones tecnológicas en las que más se ha estado trabajando en los últimos años como en el caso de Tesla Motors y , por ejemplo, que cuentan con sus respectivos proyectos para crear vehículos más amigables con el medio ambiente.
CARBÓN A LA MITAD
El futuro de las fuentes de energía no renovable no suena muy promisorio. Sin embargo, dentro de este grupo es precisamente la industria del carbón cuyo futuro pinta menos promisorio: “El uso del carbón en los países de la OCDE, en EU, Japón y Europa se reducirá a la mitad en los próximos quince años, y también se frenará en China e India”, dice Birol. La consecuencia es previsible, sobre todo si existen empresas productoras de energía que aún creen que la política climática mundial no cambiará su modelo de negocios. "Se equivocan completamente”, agrega el futuro jefe de la AIE.
AUTOCONSUMO Y LUZ
El autoconsumo es una tendencias imparables y la energía fotovoltaica es la mejor adaptada para hacer de los hogares, comercios o industrias unidades autónomas de generación eléctrica, publicó el diario español El Mundo. De esta manera, el salto cualitativo definitivo para que esto ocurra será la acumulación eficiente de energía. Por otra parte, dada la cantidad de recursos que se está dedicando a conseguirlo, cuesta creer que antes de 2040 no se haya dado ese salto.
DESCENTRALIZACIÓN
La generación descentralizada, junto con el autoconsumo (mencionado en el punto anterior), son las tendencias más al alza. En América Latina es Uruguay una de las naciones que ha promovido más fuertemente esta tendencia. Según dio a conocer America Economía, el presidente José Mujica declaró en 2014 que en un futuro cargar autos eléctricos en las azoteas va a ser moneda corriente. Las palabras del exmandatario iban en relación al enorme crecimiento del parque eólico en el país sudamericano, con lo que se planeaba reducir el consumo de combustibles fósiles importados del exterior. “Hay que trabajar para ese mundo”, dijo entonces el uruguayo.
La negociación internacional sobre el cambio climático no ha dejado de cobrar importancia desde que se efectuó en Río en 1992. Sin embargo, luego de la entrada en vigor del Protocolo de Kyoto en 2005, se impuso en 2007 una visión a más largo plazo con el Plan de Acción de Bali y, más tarde, se aprobó en Copenhague en 2009 el objetivo común de limitar el calentamiento climático a un aumento de dos grados centígrados. Después de esto, la reunión efectuada en Cancún, en 2010, permitió concretar este objetivo mediante la creación de instituciones específicas para los puntos clave, entre ellos la adaptación, el Fondo Verde para el Clima o el Mecanismo Tecnológico.
La Conferencia de Varsovia en 2013 permitió superar una etapa indispensable para alcanzar un acuerdo universal sobre el clima en la reunión de 2015. Así, todos los Estados deberán comunicar sus "contribuciones" (los esfuerzos a los que pretenden comprometerse para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero) antes de la conferencia en París para poder ser evaluadas durante el primer semestre de 2015.
“Si se cumple con lo prometido, eso tendría como consecuencia una reforma radical de la industria energética”, agrega Birol.