Se les conoce como “piedras viajeras”, “piedras rodantes” o “piedras móviles”. Se mueven en sendas que van marcando con su propio paso sobre el suelo liso, sin intervención humana o anima, en la Playa Racetrack del Valle de la Muerte, California.
La fuerza que permite sus movimientos no está clara y hasta hoy es tema de los investigadores. Las piedras se mueven sólo cada dos o tres años y el desarrollo de la mayoría de sus huellas se realiza por tres o cuatros años.
No ruedan por gravedad; cambian de dirección. Posiblemente las mueva el viento, ¿pero por qué no mueve, por igual, el suelo por el que se deslizan?
Teorías sobran. Se han publicado explicaciones científicas y paranormales. Ninguna parece dar con la verdad o convencer a los observadores.
Como sea, las piedras viajeras son todo un espectáculo.
Véalas por su propia cuenta. Bajo las siguientes fotos (que puede ver dando clic sobre ellas) hay incluso video.