Ciudad de México, 19 de junio (SinEmbargo/HuffPost).- Muchos hemos considerado la posibilidad de que los gatos tal vez sean seres extraterrestres, pero un felino canadiense parece confirmar nuestras sospechas.
Matilda, una gata de dos años de edad que fue rescatada de un sitio donde habitaba con muchos gatos cuando era cachorra, tiene unos enormes ojos vidriosos que le dan un aspecto de otro mundo.
Pero Matilda, apodada la "gata alien", no siempre lució así, según dijo su dueña Meghan –quien pidió que no se usara su apellido para proteger su privacidad. Cuando Meghan y su prometido adoptaron a Matilda en 2013, ella se veía como cualquier otro adorable gatito.
De acuerdo con Meghan, justo después de su primer cumpleaños Matilda comenzó a experimentar un problema en un ojo en el que la pupila se le dilataba casi hasta el tamaño del ojo completo, y luego volvía a la normalidad.
Matilda fue diagnosticada con luxación espontánea del cristalino, lo que significa que el cristalino de su ojo se había desprendido. Pronto, su ojo izquierdo resultó afectado también.
Los hermanos de Matilda presentaron la misma condición, explicó Meghan. Sin embargo, mientras que sus ojos se mantuvieron del mismo tamaño, los de Matilda comenzaron a crecer y crecer, algo que según Meghan ha desconcertado a varios veterinarios.
"Todavía no estamos seguros de por qué eso provocó que sus ojos crecieran", comentó Meghan, añadiendo que su veterinario cree que tiene "algo que ver con su estructura de colágeno".
También dijo que Matilda desarrolló glaucoma secundario cuando sus ojos seguían creciendo, pero que eso ya se detuvo.
A pesar del hecho de que Matilda está casi ciega –puede ver "luz y algo de movimiento", según Meghan– la gata mantiene una actitud positiva.
"Sus otros sentidos deben compensar su falta de vista porque realmente no podrías darte cuenta de que está ciega cuando la ves", señaló Meghan.
La joven gata ama explorar, jugar y acurrucarse con humanos y con su hermano perro, de acuerdo con su dueña.
"Ama acurrucarse y sentarse encima de cualquiera que la deje hacerlo", indicó Meghan.
Megan subrayó que Matilda no está sufriendo. "Los niveles de presión en sus ojos son completamente normales, lo que significa que no hay dolor", señaló.
El médico de Matilda, un veterinario oftalmólogo certificado que también habló con HuffPost bajo la condición de anonimato para proteger la privacidad de sus clientes, dijo que mucha gente cree equivocadamente que la condición de Matilda es dolorosa.
"Muchos ven su foto y asumen que sufre dolor y que necesita ser separada de sus dueños", dijo el experto. "No y no".
El veterinario también confirmó que las fotos y videos de Matilda en Instagram, en donde tiene más de 58 mil seguidores, no han sido alterados para que sus ojos parezcan más grandes.
La Dra. Louise Murray, vicepresidenta del Hospital para Animales de ASPCA, vio las fotos de Matilda y le dijo a HuffPost que la descripción de Meghan sobre la condición médica de la gatita es "verosímil y consistente con las fotos".