Ciudad de México, 19 de junio (SinEmbargo).– “La derrota desune y la victoria une”, explicó con simpleza pero con certeza María Eugenia Valdés Vega, profesora investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa (UAM-I), sobre un fenómeno recurrente tras cada elección de gran envergadura. La especialista se refirió a que cualquier derrota electoral abre fisuras y oportunidades de reacomodos entre los partidos políticos.
En este nuevo reordenamiento político, el Partido Acción Nacional (PAN) no es la excepción de cara al siguiente compromiso intermedio electoral en 2016 y más importante aún, la elección presidencial de 2018.
Tras los malos resultados electorales del 2015, donde la gubernatura de Sonora se le fue entre los dedos, la pérdida de control y votos en Jalisco, los magros resultados en estados que anteriormente eran considerados bastiones panistas, deberán aparecer nuevas figuras en el PAN con un nuevo proyecto atractivo para el electorado o de lo contrario se repetirán los fracasos, pues el partido es ya lo que tanto criticó a partidos como el de la Revolución Democrática (PRD): un instituto político "de tribus" y el "enfrentamiento y el encono" mandan, coincidieron expertos en política consultados por SinEmbargo.
Como era previsible, una derrota electoral del PAN dirigido por Gustavo Madero Muñoz provocaría que se terminara la tregua pactada con el ex Presidente de México Felipe Calderón Hinojosa, emanado de este partido, y sus seguidores con los fieles maderistas.
La derrota, según observaron expertos, también dejó al descubierto que las divisiones y fisuras son más grandes de lo que se observaba a simple vista.
Los analistas consultados por este diario digital también plantearon que la victoria del candidato del Movimiento Ciudadano (MC), Enrique Alfaro Ramírez, en Guadalajara dejó una estela de panistas deseosos de revancha contra el ex Gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, a quien se acusó de apoyar a Alfaro Ramírez y de quien se pidió su expulsión del partido de manera local.
Por otro lado, la derrota de Felipe de Jesús Cantú Rodríguez en la elección a la gubernatura de Nuevo León dejó mal parado al principal grupo político panista en la entidad: el Grupo San Nicolás.
Pocos días antes del nombramiento del abanderado panista este grupo político liderado por Zeferino Salgado Almaguer le retiró su apoyo a la aspirante favorita de las encuestas, Margarita Arellanes Cervantes, Alcaldesa de Monterrey, para cederlo a Felipe Cantú.
La desunión ha sido visible desde la elección federal intermedia del sexenio de Vicente Fox Quesada (2000-2006).
A la efervescencia ciudadana de la victoria le siguió el desencanto del gobierno de Fox. Lo cual provocó una caída en las elecciones federales y los primeros indicios de la fractura política.
“Desde el momento en que llega Vicente Fox a la Presidencia provoca una fisura porque viene de una cultura política totalmente diferente”, explicó Sergio Aguayo Quezada, profesor investigador de El Colegio de México (Colmex).
El especialista detalló que los panistas no supieron resolver el problema, el cual se agravó cuando Felipe Calderón Hinojosa se saltó las trancas y le ganó por la derecha a Santiago Creel Miranda la nominación de candidato panista a la Presidencia de la República.
LOS CALDERONISTAS
Actualmente, los reacomodos en la dirigencia nacional panista llegan de la mano con las pugnas entre maderistas y calderonistas, que llevaron a la esposa del ex Presidente Felipe Calderón a dejar de lado sus aspiraciones para dirigir el PAN y enfocar sus baterías para buscar la Presidencia de la República.
Eduardo Bueno León, académico del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, consideró que el poder de Calderón sobre Acción Nacional se está diluyendo.
“Sí existe el calderonismo, pero está para abajo. Es una corriente que ha ido perdiendo espacios y los sigue perdiendo”. El especialista consideró que el michoacano intentó establecer una especie de maximato en el PAN y eso generó muchos resentimientos.
Esto, sumado a la pérdida de espacios de control dentro del PAN y al interior de la República y las derrotas electorales, en dos ocasiones, de Luisa María Calderón en Michoacán, su propia tierra, han dado como resultado la migración de algunos de sus principales colaboradores.
Para María Eugenia Valdés Vega, profesora investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), a Calderón le ganó el “protagonismo”, y realizó un apresurado regreso a la vida política de México.
“Su papel fue muy lamentable, mejor se hubiera quedado callado otro rato para poderle echar la culpa bien a Madero”, explicó.
Al inicio de la LXII Legislatura, la corriente encabezada por Felipe Calderón contaba con el apoyo de 23 de los 38 senadores de Acción Nacional.
En el grupo original de calderonistas se podía observar a siete cabezas visibles del movimiento. Tres de ellos trabajaron en el gabinete de la pasada administración: Ernesto Cordero Arroyo, Javier Lozano Alarcón y Roberto Gil Zuarth. Y dos más son familiares directas del ex mandatario: Luisa María “Cocoa” Calderón, su hermana, y Mariana Gómez del Campo Gurza, su sobrina.
Ahora los números se diluyen y, de acuerdo con los politólogos, continuará la desbandada.
LOS MADERISTAS
Desde 2010, Gustavo Madero Muñoz ha dirigido el rumbo del PAN en medio de eventos polémicos, según observaron los entrevistados.
Su forma de dirigir al partido, la exclusión a la oposición y la persecución a sus críticos han sido los principales señalamientos en contra del dirigente partidista.
“A mí me parece que es un dirigente muy malo. En las cuentas que entregan es donde uno los puede evaluar, pues ni modo que solo rindan cuentas en sus discursos”, dijo María Eugenia Valdés Vega, profesora investigadora de la UAM.
“A la debacle de perder la elección se suma una serie de errores políticos, de equivocaciones. Por ejemplo no parar la corrupción al interior del PAN ni frenar la ruptura con los calderonistas que viene de antes de la campaña”.
Sin embargo, uno de sus más cercanos en los meses recientes, el queretano Ricardo Anaya Cortés, coordinador parlamentario y ex presidente interino cuando Madero dejó el cargo para buscarse una diputación plurinominal, se perfila como el candidato único para dirigir al PAN durante el próximo periodo electoral.
Hoy la mayor parte de los panistas ven con agrado una eventual presidencia de Anaya quien durante el tiempo que estuvo al frente del PAN supo conciliar a los grupos en pugna y además se considera el autor de la célebre frase: “¿A poco no?”, que fue el rasgo distintivo de la pasada campaña.
En varias ocasiones, SinEmbargo ha solicitado una entrevista con Anaya Cortés, misma que su equipo ha negado argumentado que tiene una agenda saturada.
LOS CORDERISTAS
La cabeza principal del movimiento calderonista siempre fue el Senador Ernesto Cordero Arroyo. No obstante, una fuente en el Senado reveló a este diario digital que actualmente Cordero trabaja para sus proyectos personales, que no necesariamente son los mismos que los de Calderón.
Lo anterior, a pesar de que públicamente Cordero Arroyo ha revelado que apoya las aspiraciones presidenciales de la esposa del ex Presidente Calderón.
“Yo estoy con Margarita Zavala, me parece que es un gran prospecto, es una gran candidata, y ahora sí que también al tiempo, ahí nos veremos”, dijo.
El ex Secretario de Hacienda y Crédito Público fue el favorito de Calderón para ser el candidato presidencial del PAN en el 2012, posición que perdió frente a Josefina Vázquez Mota, ex coordinadora de la bancada panista en San Lázaro.
Cordero fue destituido en mayo del 2013 por Gustavo Madero, tras múltiples diferencias por el rumbo del partido y la aprobación de las reformas emanadas del Pacto por México.
También intentó ser presidente nacional del PAN, aspiración que se vio truncada cuando perdió la elección interna frente a Gustavo Madero.
Actualmente rechaza aspirar nuevamente a presidir al PAN, “Mira, yo ya me apunté y claramente no hay condiciones de competencia justa”, dijo a pregunta expresa.
Sin embargo, no pierde oportunidad para echar tierra a Ricardo Anaya. “va a ser un candidato único, mas no de unidad”.
Para Cordero, Anaya representa los intereses de Madero y de Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla.
LOS MORENOVALLISTAS
El Gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, no ha hecho público su interés de ser candidato presidencial en el 2018.
Sin embargo, el Senador Javier Lozano Alarcón, ex Secretario del Trabajo en el sexenio de Calderón destapó al mandatario poblano.
"Yo veo a mi Gobernador Rafael Moreno Valle pues muy fuerte, muy sólido, y haciendo un gobierno eficaz, muy bueno, ejemplar, yo diría. Y pues pasado su gobierno estará listo para competir", señaló el legislador en entrevista radiofónica.
Lozano no es el único ex calderonista que se ha sumado a Moreno Valle. Max Cortázar Lara, quien fuera director de Comunicación Social de la Presidencia de Calderón Hinojosa, trabaja ya con Moreno Valle.
Moreno Valle fue priista y cercano a Elba Esther Gordillo, ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
“Moreno Valle es hasta ahora un producto de mercadotecnia muy costosa que quiere replicar el fenómeno de Enrique Peña Nieto en el Estado de México, pero sin la estructura territorial que tiene Peña Nieto y el PRI”, explicó el analista político, Sergio Aguayo.
A Moreno Valle se le responsabiliza por haber enviado al Congreso estatal la iniciativa para regular el uso legítimo de la fuerza por parte de la policía para contener manifestaciones. La ley permitía a la autoridad el uso de elementos físicos como las balas de goma para replegar a los manifestantes.
La primera vez que se usó ese instrumento en el poblado de San Bernardino Chalchihuapan, en donde el niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo perdió la vida, presuntamente como consecuencia de una bala de goma.
El Gobernador también ha sido acusado de usar la fuerza pública para intimidar, aprehender y someter a las personas críticas de su gobierno.
El coordinador de los senadores panistas Fernando Herrera, respondió a la pregunta -¿Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla, sería el mejor candidato del PAN a la Presidencia en 2018?
“Sin lugar a dudas para algunos así será, para otros no”, respondió.
EL PAN JALISCO
En 2015 se reveló una situación de crisis en el PAN de Jalisco, que podría terminar con la militancia del ex Gobernador Emilio González Márquez, por un supuesto apoyo a candidatos que no pertenecen a Acción Nacional, en la elección del 7 de junio.
El descontento de algunos militantes jaliscienses destapó la pelea por puestos de elección a costa de lo que sea.
Para Paulina Martínez González, maestra en ciencias sociales de la Universidad de Guadalajara, lo que podría estar detrás de la expulsión de González Márquez del PAN es un intento por buscar chivos expiatorios para explicar la crisis panista en la entidad, que mantiene al partido blanquiazul en el tercer lugar de las preferencias electorales.
“En este momento no parece [que la solicitud de expulsión] sea un ejercicio democrático al interior del PAN, sino más bien una estrategia electoral y que además tiene ese cariz de ser una revancha política, frente a un personaje que ya se olvidaron que los ayudó a levantar al partido”, dijo la maestra en Ciencias Sociales.
Joaquín Galindo Díaz, coordinador de la licenciatura de Estudios Políticos y Gobierno de la misma universidad, lo sintetizó en una sola frase. “Es una militancia que estuvo acostumbrada al poder y hoy se pelea el reparto de migajas”.
El ex Gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña, quien antecedió a González Márquez en la casa de gobierno, observo una crisis en el PAN pero no como un asunto coyuntural sino como un pendiente que lleva muchos años.
“Eso habla de una crisis ideológica en el PAN que sus dirigentes nacional o estatal no han sido capaz de superar”, dijo en entrevista para SinEmbargo.
Al ser cuestionado sobre los rasgos más significativos de esa crisis ideológica, Ramírez Acuña apuntó que solo es cosa de ver la campaña del PAN en donde hay una ausencia de ideas y una ausencia de propuestas.
Para Jeffrey Allen Weldon Uitti, director de la Licenciatura en Ciencia Política del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el tema no es menor.
“El problema es que perdieron un bastión importante en Jalisco, ahí sí veo una crisis que tienen que ver cómo resolver eso”, dijo.
Y es que no sólo se perdió el control político de una de las tres ciudades más importantes del país, los panistas también perdieron la Zona Metropolitana de la Perla de Occidente.