Ciudad de México, 18 de junio (SinEmbargo).- El Gobierno Federal de los Estados Unidos fijó un plazo de tres años a la industria de alimentos de ese país para eliminar las grasas trans en sus productos, éstas han sido relacionadas con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y la obstrucción de las arterias.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) declaró el 17 de junio que dejaba de existir un consenso generalizado, por parte expertos calificados, sobre la seguridad de alimentos que provengan del aceite parcialmente hidrogenado.
Estos aceites son una fuente primaria para la producción industrial de las grasas trans, y según esta agencia federal, la decisión corresponde tanto a la petición de ciudadanos, como en la disponibilidad de evidencia científica de los “riesgos que implica su consumo”.
Pese a que algunas marcas de la industria han minimizado el uso de estas grasas, aún es común encontrarla en alimentos chatarra, como productos glaseados, pizza y palomitas de maíz, entre muchos otros.
Pero el problema no es sólo de aquel país, en México, la Encuesta Nacional sobre Obesidad, hecha por la Alianza por la Salud Alimentaria, estableció en 2013 que 145 mil 237 personas murieron por problemas cardiovasculares y 87 mil 245 por diabetes.
En contestación a la medida del Gobierno de Estados Unidos, fuentes de la industria alimentaria consideraron que el plazo de tres años era justo para poder aplicar estas nuevas restricciones, reportó el diario estadounidense The New York Times.
“Tres años también brinda tiempo para el crecimiento, cosecha y procesamiento de nuevas variedades de aceites comestibles para atender la demanda de productos hechos con aceites alternativos”, recalcó el dictamen de la FDA.
Aún así, ante esta circunstancias, algunas empresas barajean la posibilidad de pedir a dicha agencia federal una extensión que les permita usar pequeñas cantidades de grasas trans en ciertos alimentos.
En este sentido, la Asociación de Fabricantes de Comestibles (Grocery Manufacturers Association, por su nombre en inglés) hizo saber a la opinión pública que la industria alimenticia ya había reducido de forma voluntaria un 86 por ciento la utilización de las grasas trans anteriormente.
Dicha asociación que aglutina a 300 líderes de alimentos, bebidas y productos de consumo, perdería 92 mil millones de pesos con esta transición, según prevé la FDA, pero el ahorro en gastos de salud rondaría en 2 mil 160 millones de pesos.
Asimismo, las empresas deberán enumerar las grasas trans en las etiquetas de los alimentos sólo si hay más de medio gramo por porción, ya que pequeños porcentajes de esta grasa se producen de forma natural en la carne y productos lácteos.