Ciudad de México, 8 de junio (SinEmbargo).- A estas alturas ya se sabe que Joseph Blatter no está. Muchos esperaban ese día en el que por fin dejara de mover los hilos de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), pero también otros (no tantos) esperaban que no se fuera nunca. Para estos últimos no parecía descabellado, cinco reelecciones repartidas en 17 años de mandato al frente del organismo que regula el deporte más popular del mundo lo situaban como una terrena imitación del Emperador de la saga de Star Wars.
No obstante, luego de que el septuagenario suizo anunciara su dimisión, terminó convirtiéndose en una suerte de Robert Baratheon, rey de la serie televisiva Game of Thrones, mientras que la FIFA, inevitablemente, no puede evitar sus similitudes con el continente de Westeros.
Sin embargo, antes que nada hay que poner en contexto los sucesos que a partir de la semana pasada se han venido anunciando. No sólo se trata de escándalos y corrupción. Por si alguien lo había olvidado, también se trata de futbol.
Dentro de pocas horas dará inicio la XLIV edición de la Copa América, que se celebrará en Chile, a partir de este jueves y hasta el próximo 4 de julio. El torneo no necesita demasiadas presentaciones, se trata de la competencia internacional, a nivel continental, de selecciones nacionales masculinas de fútbol más importante de Sudamérica, además de la más antigua en su tipo.
Sin embargo, ¿por qué nos preocupa la Copa América? O, mejor dicho, ¿por qué tendría que preocuparnos esta edición en particular?
En primer lugar, juega México. Esto, de entrada, ya es motivo suficiente para que los medios locales y los aficionados estén con los ojos puestos en el país andino desde hace meses. Pero, luego de ocho participaciones y dos subcampeonatos del "Tri en tierras de la CONMEBOL (Confederación Sudamericana de Fútbol), la aparición de la Selección Nacional ya no resulta tan sorpresiva como hace 22 años.
Sin embargo, lo que no deja de hacer es despertar esperanzas y, como cada ocasión en la que es anunciada la participación de México en un torneo internacional, las esperanzas son altas, sobre todo si se trata de enfrentarse a equipos del Cono Sur.
Aunque muchos se desviven haciendo pronósticos, vaticinando vencedores y derrotados, lo que despierta más morbo no es la alineación que ordene Miguel "Piojo" Herrera o cualquier otro seleccionador. Lamentablemente, ahora más que nunca, la Copa América está en la mira de todos por las turbulencias que la preceden.
Luego de que se hiciera pública la investigación en la que se acusa formalmente a 14 personas (nueve autoridades de la FIFA y cinco ejecutivos) de haber recibido o pactado sobornos por alrededor de 150 millones de dólares (2 mil 350 pesos aproximadamente) a cambio de derechos de transmisión, publicidad y patrocinio de torneos de fútbol y adjudicar sedes de campeonatos, la cabeza de Blatter comenzó a tambalearse. Hasta que cayó.
Sin embargo, aquellos que creen que el futbol, sin Blatter a la cabeza, cambiará de la noche a la mañana para convertirse en un reino idílico, la respuesta más acertada podría ser: "Esto apenas está comenzando".
TIENEN EL PODER ¿Y LO VAN A PERDER?
Para empezar, los derechos televisivos, uno de los grandes negocios de la FIFA en las últimas dos décadas, están siendo revisados con mucha más suspicacia que en cualquier otra ocasión. Esto tiene sentido, sobre todo si se toma en cuenta más de dos tercios del monto total de los sobornos destapados correspondían a pagos ilegales por los derechos de transmisión y publicidad de la Copa América.
Así, de esta manera, detalles aparte, el saldo del reciente escándalo deja, además de millones en sobornos recibidos por autoridades de la FIFA para facilitar derechos de transmisión, publicidad y patrocinio de torneos de fútbol y adjudicar sedes de campeonatos, a 14 acusados de 11 países y 25 personas señaladas como coconspiradores. Sin embargo, con el trono desocupado, también surge otra disputa. Todos quieren el poder.
Los dedos señalan para todos lados y la lista es larga. Figo, Ali Bin Al-Hussein, Maradona, Platini, Michael Van Praag y Zico son solo algunos nombres de una serie de potenciales sucesores que muy probablemente irá creciendo a medida que pasen los días. Tal parece que la moda, en estos días, es nominar a alguien para que ocupe la presidencia de la FIFA. Sin embargo, queda muy poco para que el balón comience a rodar en el Estadio Nacional de Santiago en el partido inaugural protagonizado por las selecciones de Chile y Ecuador. Todo parece que habrá que esperar hasta el 5 de julio para que comience, ahora sí, la competencia por la presidencia de la FIFA.
EL TORNEO INVISIBLE
Sin embargo, ¿será la Copa América el primer torneo post Blatter? No, pero parece que así es. Apenas el sábado dio inicio la Copa Mundial Femenina, una competencia que "casualmente" vivirá a la sombra de la justa disputada en América del Sur.
No resulta sorpresivo que así ocurra. La presencia femenina en el balompié, diga lo que diga la FIFA, siempre ha padecido la suerte de ser el "patito feo", a pesar de que la calidad de sus deportistas esté probada de sobra. A pesar de esto, hubo un "genio" que decidió empatarla con el torneo de selecciones de la CONMEBOL y "amigos", y quitarle reflectores a la séptima edición del máximo torneo femenino a nivel selecciones del mundo.
Ya Blatter alguna vez puso muy en claro su postura al respecto, cuando en 2004 hizo un comentario machista acerca de cómo llamar la atención en el fútbol femenino. “Dejemos que las mujeres jueguen con ropas más femeninas como en el voleibol; por ejemplo, tener shorts más ajustados. Las jugadoras son guapas, discúlpenme por decirlo así, y ellas tienen actualmente reglas distintas al fútbol varonil, como usar un balón más ligero. Esto fue pensado para hacer más estético su juego, entonces, ¿por qué no hacerlo en la moda?”, dijo entonces.
Sin embargo el sexismo, inequidad y discriminación son problemas añejos y no sólo en el deporte. Aún así, resulta increíble que, tratándose del deporte más popular del planeta y, por lo tanto, el más visto, se permita la indolencia con tanto descaro. Y uno de los ejemplos más claros es el de Brasil, en donde dos de sus principales estrellas viven realidades totalmente opuestas.
De este modo, mientras el por todos conocido Neymar fue catapultado desde hace años hacia el éxito y de una de las transacciones más millonarias en la historia del futbol, luego de que Barcelona pagara 57 millones de euros para adquirir sus servicios; Marta, la jugadora más importante de la selección brasileña, lleva ocho años luchando para encontrar una liga que la apoye, publicó el diario estadounidense The Atlantic.
Así, de nada sirve que se refieran a Marta como "Pelé con falda" y haya sido nombrada como Jugadora del Año por la FIFA durante cinco años consecutivos, de 2006 a 2010. Para la FIFA y la CONMEBOL siempre será más redituable un torneo de varones, aunque se trate de uno con una larga fama de desorganización como la Copa América.
No, no es que la vida o el futbol sin Blatter sean mejores, pero al menos ya hay un cambio.