Ciudad de México, 31 de mayo (SinEmbargo).- En 2009, cuando era Procurador General de Justicia del Distrito Federal, el hoy Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, inculpó falsamente a cuatro hombres del asesinato de un científico francés, en un caso que en ese momento causó conmoción, de acuerdo con una investigación de Univision.
La cadena de televisión estadounidense refirió que la falsa imputación fue una injusticia que resultó “políticamente conveniente” a Mancera Espinosa, a costa del encarcelamiento de cuatro personas, que a la postre fueron absueltas. El caso hoy sigue sin ser resuelto ni los verdaderos responsables castigados. VER AQUÍ VIDEO DE UNIVISIÓN
En un reportaje publicado la tarde-noche de este domingo, el equipo de investigación de la cadena televisiva, Univision Investiga, rescató la historia de los cuatro hombres que fueron acusados del asalto y asesinato del científico francés Christopher Augur, el 27 de enero de 2009, cerca del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, a donde había ido a cambiar 4 mil 800 euros.
El científico recibió un disparo en la cabeza al momento del asalto y murió cuatro días después. Pero con una celeridad inusitada, dos días después del asalto, el 29 de enero, el entonces Procurador Mancera Espinosa anunciaba en televisión -en el noticiario nocturno de Joaquín López Dóriga- que cuatro personas habían sido detenidas por el caso, y que el único testigo de los hechos identificaba “plenamente y son temor a equivocarse” al homicida de Augur.
Ese mismo día, de acuerdo con la investigación de Univision, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, Romain Nadal, declaró que su gobierno confiaba en que el trabajo de las autoridades mexicanas permitiera detener y juzgar “cuanto antes a los autores de actos criminales tan despreciables”.
“La solución ‘cuanto antes’ fue tomada literalmente por las autoridades mexicanas que querían evitar la mala imagen internacional que genera este tipo de noticias”, refiere el reportaje elaborado por Peniley Ramírez y Tomás Ocaña.
En el noticiero de López Dóriga, Mancera Espinosa aseguró: “Traemos al testigo, identifica plenamente y sin temor a equivocarse como la persona que de manera violenta reventó el cristal con un objeto contundente, posteriormente exigió la entrega del dinero y posteriormente efectuó el disparo”.
Sin embargo, Univision encontró que el caso no estaba resuelto en ese momento ni lo está ahora, más de seis años después. Los cuatro detenidos fueron liberados y declarados inocentes, tras probarse que no tenían relación entre ellos, ni habían participado en el robo y mucho menos uno de ellos disparado.
Pero la noche de ese 29 de enero de 2009, en el noticiero estelar Mancera Espinosa incluso presentó un retrato hablado del supuesto asaltante y asesino del científico francés que, según afirmó, había sido elaborado con base en el testimonio del único testigo del caso, que era el acompañante de Augur al momento del asalto.
“Mancera quedó como un héroe nacional por los resultados de esta operación relámpago, pero la verdad, desconocida hasta ahora, estuvo sepultada por la impunidad y el olvido: el retrato había sido elaborado después del arresto, según lo afirma la sentencia que absolvió al sospechoso luego de cinco años y medio de cárcel”, señaló Univision.
DETENCIONES ARBITRARIAS
En un video del noticiero de esa noche se ve a Mancera asegurar: “Hay una labor muy importante de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, que es enfrentar a estos sujetos, detenerlos, no obstante la argumentación que ellos dieron de estar ligados con cuestiones religiosas, y después queda la labor de la policía hasta tener los comparativos que ya vimos en la pantalla con el retrato hablado”.
En otro momento, dice: “Todos los que tenemos detenidos en este momento niegan, aducen que trabajan para un párroco, aducen que trabajan de comerciantes, cualquier cantidad de versiones”.
Pero las “versiones” de los detenidos eran ciertas. Uno de ellos, Gabriel Valdez Larqué, era sacerdote católico del Rito Tridentino.
Los otros tres detenidos eran Carlos Ortiz, Giovanni Apatenco y Miguel Ángel Herrera, señalado como el presunto homicida. Lo único que tenían en común los cuatro detenidos fue haber estado esa tarde como comensales en el mismo restaurante bar, un local conocido como La Flor de Mixhuca, refirió Univision. Uno de ellos -Ortiz- de hecho se encontraba fuera del lugar hablando por teléfono cuando fue apresado.
Los cuatro fueron detenidos por una supuesta denuncia telefónica de un vecino que aseguró haber visto un grupo de delincuentes reunidos en ese lugar. Sin embargo, la sentencia de liberación de Herrera, consultada por Univisión, indica que en el expediente del juicio “no se advierte alguna prueba que corrobore la recepción de la ‘llamada anónima’”.
Los expedientes de los casos, consultados en su mayoría por Univision Investiga, mostraron que los detenidos “fueron escogidos al azar en un operativo policiaco realizado en el restaurante, cuatro horas antes de que Mancera mostrara en televisión su versión de un caso resuelto y un día previo a que los cuatro fueran fichados oficialmente”.
Todos fueron detenidos sin saber qué cargos se les imputaban, sin poder hablar con un abogado y fueron presentados como culpables ante los medios de comunicación. De acuerdo con una recomendación de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Valdez Larqué incluso denunció actos de tortura durante la detención.
Ortiz estuvo arraigado un mes y fue liberado tras no poder integrar una orden de aprehensión en su contra. Apatenco, de entonces 18 años, estuvo preso seis meses, primero acusado de ser cómplice en el asalto de Augur, y luego de un robo que no tenía relación con ese hecho.
De acuerdo con testimonios obtenidos por Univision, el joven falleció un año después de salir de la cárcel en un extraño accidente de tránsito.
Apatenco había acudido a la cantina con Valdez Larqué, quien estuvo preso durante un año y ocho meses.
Cuando llegaron los policías, Valdez había salido a comprar unos chicles a una tienda vecina. Vio el operativo y regresó para alcanzar a Apatenco y una mesera le dijo que se lo habían llevado arrestado. El sacerdote salió del local y vio cómo los policías trataban de abrir su carro a la fuerza. Él se ofreció a abrirles con su llave; los policías le preguntaron si era el dueño del vehículo y cuando asintió, lo metieron a la fuerza a la patrulla.
“A los cuatro detenidos los llevaron a un parque cercano donde estuvieron durante varias horas sin ser presentados ante una autoridad. Posteriormente fueron trasladados a la delegación estatal, cuando ya Mancera había dado el parte de victoria, y solo al día siguiente fueron finalmente fichados”, refirió Univision.
Herrera, señalado como quien disparó a Augur, fue el más expuesto ante la prensa. Una de las pruebas principales en su contra fue el retrato hablado del testigo.
“Pese a la precisión del mismo, el testigo que dio los rasgos para su elaboración dijo en el proceso judicial que apenas le había visto el rostro ‘entre 5 y 7 segundos’ y además estaba parcialmente cubierto”, consignó Univision.
Además, la imagen no tenía la firma de ningún perito, indispensable en todos los casos de pruebas de este tipo, y cuando se detuvo a Herrera ni siquiera se había realizado, pues el retrato fue hecho a las 7 de la noche del 29 de enero, media hora después de la detención de Herrera.
En julio de 2014, cinco años y medio después de los hechos, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito concedió un amparo liso y llano a favor de Miguel Ángel Herrera, al constatar que las pruebas sobre las que se dictó sentencia eran insuficientes para demostrar su culpabilidad, de acuerdo con el expediente de amparo directo 100/2014.
Además, el tribunal consideró que los testimonios a favor de Herrera, rendidos por sus compañeros y un cliente de la sucursal donde trabajaba como vendedor de créditos hipotecarios, dejaban en claro que él no había podido cometer el crimen, dado que en ese momento él se encontraba trabajando.
Herrera había sido acusado de robo agravado (cometido en pandilla y con violencia física) y homicidio calificado, por lo que se le había impuesto una condena de 41 años 9 meses de prisión y la reparación del daño material, que consistía en la restitución del monto robado, pago de gastos funerarios e indemnización por la muerte.
El amparo del tribunal señalaba también que existieron indicios de que la policía llevó a cabo detenciones arbitrarias como mecanismo de localización es ese caso.
SIN CASTIGO NI VERDAD
Por este caso incluso la CDHDF emitió dos recomendaciones en 2010 y 2011, a partir de quejas interpuestas por Valdez, en las que se acreditan la detención arbitraria y la tortura.
Ambas recomendaciones, la 6/2010 y la 11/2011, fueron dirigidas a Mancera Espinosa y a Manuel Mondragón y Kalb, entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, por violaciones al debido proceso, la libertad, seguridad, la honra y la dignidad de Valdez Larqué.
Entre las recomendaciones, se asentó que se le brindara una disculpa pública al sacerdote, se le diera atención médica y psicológica, se le otorgara una indemnización y se investigara a los funcionarios que estuvieron involucrados en su detención y tortura.
Aunque la Procuraduría aceptó el documento elaborado por la CDHDF, la única respuesta que Valdez ha recibido es un boletín de prensa, publicado en noviembre de 2010, de acuerdo con Univision. En éste, sólo dice que la dependencia "lamenta la afectación que se pudo generar en la esfera personal del agraviado por la presentación en los medios de comunicación, por lo que en ese sentido ofrece una disculpa".
Sin embargo, a pesar de las numerosas evidencias de que se trató de un caso fabricado, asienta Univisión, “ningún funcionario de alto rango ha recibido sanción alguna por le prejuicio cometido contra estas cuatro personas que estuvieron en prisión. Sólo un agente del ministerio público fue detenido, por las torturas, pero el proceso judicial aún se encuentra en curso”.
Univision consultó a la PGJDF sobre el estatus del caso y el número de personas que aún se encontraban en la cárcel por esta investigación. En respuesta, la dependencia sólo entregó a la cadena televisiva fotocopias de unos boletines de prensa en los que se anuncian las detenciones de los cuatro inculpados originalmente, sin ninguna referencia a su posterior absolución. La Procuraduría no proporcionó datos sobre otros detenidos, pese a que testigos dijeron al medio que se habían hecho otras detenciones posteriores.
Durante los años de prisión y tras su excarcelamiento, tres de los falsamente imputados sufrieron ataques de paranoia y de depresión, insomnio y penurias económicas. Valdez Larqué, el sacerdote del Rito Tridentino, dijo que incluso perdió la fe.
En contraste, refirió Univision, “Mancera, actual alcalde de México, no ha perdido nada. Es un político con un futuro brillante, para muchos presidenciable, a quien la gente le reconoce la intrépida operación que habría resuelto el homicidio del científico Christopher Augur.”.
Univision solicitó una entrevista con Mancera Espinosa, y pese a que su equipo de prensa la había aceptado e incluso agendado, ante la negativa del medio de proporcionarles previamente información sobre cuáles testigos y organizaciones habían aportado datos a la investigación, el encuentro fue cancelado, según asentó en su reportaje.
“El director de comunicación social del gobierno capitalino, Oscar Kauffman, se comprometió a hacer llegar a Univision una postura por escrito sobre el caso, lo cual tampoco sucedió. En varias ocasiones ofreció una entrevista con el actual procurador en lugar del alcalde, pese a estar fuera de sus competencias”, consignó el medio.
La Embajada de Francia en México no respondió tampoco a la solicitud de entrevista de Univisión ni se ha pronunciado sobre la declaratoria de inocencia de los cuatro detenidos, de acuerdo con Univision.