Ciudad de México, 1 de junio (SinEmbargo).- En los próximos cinco años, más del 50 por ciento de la población mundial tendrá acceso a internet, y el 80 por ciento del tráfico será dedicado al video. Esto pone sobre la balanza la presencia de las transmisiones televisivas en los hogares. Mientras que cada vez son menos quienes prefieren ver televisión convencional (ya sea programación libre o por sistema de pago), cada día aumentan quienes optan por la opción del streaming, sobre todo por su practicidad y creciente oferta de programación.
El número de videos en línea y el tamaño de estos se ha disparado a medida que más y más usuarios están abandonando los paquetes de cable tradicionales y han decidido optar por sus dispositivos con acceso al internet como una manera alternativa de ver la televisión. Lo que es más, cada vez incrementan más los archivos de streaming de vídeo con la calidad necesaria para reproducirse en monitores de alta definición.
Es así que la televisión no se encuentra ni siquiera cerca de su fin. No obstante, lo que sí está cambiando radicalmente es la manera en la que este aparato se utiliza, desconectándose de la señal tradicional y conectándose, en cambio, a internet, publicó el sitio Gizmodo.
De esta manera aquellos que deciden cortar su señal, no sólo van a cambiar el negocio de la televisión, sino que también van a cambiar drásticamente la cantidad de internet que necesitamos. Tiene lógica, sobre todo si se considera el Informe anual Cisco Visual Networking Index (VNI) Global Forecast and Service Adoption 2014-2019, en el que se dio a conocer que el tráfico IP global es cinco veces más grande que lo que era hace cinco años y se triplicará triple en los próximos cinco años, en donde llegará a alcanzar 1.1 zettabytes (mil exabytes, los que a su vez equivalen a mil millones de gigabytes) anuales.
El streaming es una tecnología utilizada para permitir la visualización y la audición de un archivo mientras se está descargando, a través de la construcción de un buffer por parte del cliente, una vez que este se ha conectado al servidor, el buffer del cliente se va llenando de la información descargada y se va reproduciendo en la computadora o dispositivo móvil. El sistema se encuentra sincronizado de tal manera que, una vez terminada la reproducción del contenido del archivo, finaliza la descarga.
En pocas palabras, no se requiere de una televisión para ver cierta programación. De acuerdo con Alejandro Herrera, coordinador de televisión del departamento de comunicación de la Universidad Iberoamericana y coordinador del Programa de Guionismo de Telenovela, establecido en conjunto por la misma universidad y Televisa, “la penetración, específicamente del ‘canal de las estrellas’, es tal que los dos canales de mayor repetición en la televisión de paga es Canal 2 y Canal 2: la repetición dos horas después. Entonces, el público sigue viendo el mismo contenido, simplemente es una plataforma diferente”.
Por otra parte, servicios como Netflix, incluyen dentro de su repertorio episodios completos de series, películas e incluso telenovelas. al mismo tiempo, en la red, infinidad de sitios proporcionan este mismo servicio de transmisión en vivo, principalmente para eventos deportivos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2014, el 44.4 por ciento de la población de México de seis años o más –es decir, 47.4 millones de personas– se declaró usuaria de internet.
De esta manera, si para los próximos ocho años se replica la tasa anual de crecimiento de 12.5 por ciento que se registró en el periodo de 2006 a 2014, puede estimarse que más de la mitad de los mexicanos tengan acceso a la red de redes para 2022.
Por otra parte, las tres principales actividades realizadas por cibernautas mexicanos reportadas durante el año pasado, la más recurrente está vinculada a la búsqueda de información (67.4 por ciento), seguida del acceso a redes sociales (39.6 por ciento) y actividades de apoyo a la educación y entretenimiento (38.5 y 36 por ciento, respectivamente).
Dado que el ocio en la red representa un buen porcentaje de las actividades realizadas por los mexicanos que están conectados, puede esperarse que la tendencia global de predilección de streaming por encima de los medios televisivos tradicionales pueda llegar a niveles altos dentro del territorio nacional.
Finalmente, tomando en cuenta los datos del estudio, no se trata de un problema de alternativas para ver los programas que cada persona elija. Sino de otros dos muy fundamentales: que podamos quedarnos sin direcciones IP o, más sencillo, que nuestra infraestructura de Internet para no ser capaz de manejar todos esos datos.