INDEPENDIENTES CONSTRUYEN UN “PODEMOS” INFORMAL, EN MÉXICO

29/05/2015 - 12:00 am

El sistema político mexicano se está abriendo a nuevas avenidas de participación que, el próximo 7 de junio, van a quedar abiertas. Las candidaturas ciudadanas son uno de los elementos que formarán parte de estos nuevos caminos del sistema.

Representantes ciudadanos aseguran que México se encamina hacia un movimiento similar al inciado en España, de nombre "Podemos", pero con un toque a la mexicana en el que los candidatos independientes serán el primer eslabón para realizar cambios sustanciales y terminar con la hegemonía de los partidos políticos.

Ciudad de México, 29 de mayo (SinEmbargo).– Existen personas para las que el domingo 24 de mayo no será solo una fecha más del calendario, para ellos ese día se hizo historia en España cuando un puñado de miembros destacados de la sociedad buscaron incursionar en política, con el propósito de buscar soluciones distintas a los problemas con una visión diferente a la de los partidos tradicionales.

Podemos, el partido político fundado apenas en enero de 2014 y que se dice heredero de las reivindicaciones de las protestas de los Indignados en España en medio de la crisis económica, rompió el tradicional bipartidismo español y reclamó su lugar en la historia al desplazar a los anquilosados Partido Popular (PP) y Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Su mensaje no es extravagante ni novedoso, simplemente ofrece soluciones distintas a los retos que la clase política tradicional de ese país ha sido incapaz de resolver con éxito, entre ellos la crisis económica y el desempleo.

Prácticamente al mismo tiempo, en Nuevo León, México, un mensaje cobra la fuerza de un vendaval: “Nuevo León va a renacer, este movimiento es de todos los mexicanos que estamos hartos y ofendidos por la clase política corrupta del país”.

Se trata de la oferta electoral del candidato independiente, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, quien busca romper el paradigma bipartidista de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) en la entidad más industrializada del país, la cual han gobernado priistas y panistas en las últimas décadas.

El buen desarrollo de la campaña electoral de Jaime Rodríguez y de otros candidatos independientes a lo largo del país solo un par de años después de que el Congreso de la Unión aprobara esta figura abre una serie de posibilidades para los ciudadanos cansados de los acuerdos de la cúpula política del país que sólo benefician a un puñado de empresas, a unas cuantas familias mexicanas y a un selecto grupo de cómplices de sus corruptelas.

Ante la pregunta: ¿es posible que se replique en México el modelo político de Podemos en España?, diversos actores académicos, sociales y ex servidores públicos señalaron que el país avanza en la dirección correcta para empoderar a la ciudadanía en la toma de decisiones y al mismo tiempo para advertir a los partidos políticos que ya no son omnipotentes en el sistema democrático nacional.

Sin embargo, advirtieron que no podrá ser completamente igual a los fenómenos que ocurren en España, Grecia o Colombia, sino que México tendrá sus particularidades, pero con el común denominador de que los ciudadanos han dado la espalda a los partidos políticos tradicionales.

En la Ciudad de México, David Domínguez, uno de los activistas del Colectivo Reforma Política Ya! consideró deseable que en el corto plazo, quizá para la elección presidencial del 2018, pudiera fortalecerse la figura del candidato independiente, a fin de que se refrescara la oferta política con más propuestas ciudadanas.

“Sí, estamos dirigiéndonos hacia un movimiento en el que los candidatos independientes van a empezar a realizar cambios sustanciales en la política de México”, afirmó.

Domínguez como integrante de Reforma Política Ya! estuvo muy comprometido con la Reforma Electoral del 2013, a fin de que ésta pudiera abrir espacios de participación ciudadana mediante figuras como la iniciativa ciudadana, la consulta popular y las candidaturas independientes, entre otras.

En la ciudad de Monterrey, en Nuevo León, el integrante del movimiento Vía Ciudadana, Miguel Treviño, consideró que México vive un proceso de apertura política similar al de otras naciones, pero con acento marcadamente mexicano.

Recalcó que lo valioso del proceso democrático que actualmente se vive en México con el novedoso mecanismo de las candidaturas independientes es la apertura de nuevos espacios y el incremento de la competencia electoral, lo cual generará incentivos positivos por todos los rincones del país.

“Creo que sí podemos estar en las vísperas de un fenómeno que se va replicando a nivel local y eso va generando presión a los partidos políticos desde la base”.

Los especialistas consultados sostuvieron que existen diversos factores políticos, económicos y sociales que están produciendo un impacto muy fuerte en la ciudadanía, la cual busca desesperadamente abrir espacios para que sean atendidas sus demandas.

¿ES FACTIBLE UN PODEMOS A LA MEXICANA?

En el caso español Podemos es la respuesta de los ciudadanos “indignados” ante la crisis económica creciente, el desempleo y el hartazgo de los partidos políticos tradicionales.

“Podemos nace de muchas personas que nos encontramos en esa situación de no encontrar mucho sentido en los partidos políticos y que creamos una herramienta o iniciativa que permite dar respuesta a las demandas que los partidos políticos no han podido ofrecer a la ciudadanía”, explicó a SinEmbargo, Graciela Martínez González, integrante del círculo Podemos México.

Este círculo cuenta con aproximadamente 140 españoles radicados en México cuya principal aportación es de difusión de las propuestas de Podemos en España entre la comunidad ibérica.

En el caso mexicano están dados los factores de crisis económica y hartazgo hacia los partidos políticos que podrían ser caldo de cultivo para un movimiento similar a Podemos en México.

Respecto a la economía, el doctor Jesús Valdés Díaz de Villegas, profesor investigador del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana, sostuvo que las crisis económicas los electores voltean a ver otras ofertas políticas con la esperanza de mejorar su calidad de vida.

Del otro lado, diversos actores políticos comienzan a ofrecer un discurso chauvinista o nacionalista, con la promesa de resolver los problemas una vez que lleguen al poder político.

“Es un discurso que plantea que se van a rescatar los programas sociales, que se va a generar empleo, que se va a renegociar las deudas contraídas con la banca privada, son cosas que uno sabe que así no funciona la economía”, explicó el académico.

Diversos académicos agregan a estos factores la corrupción, la impunidad y la tibia respuesta de la clase política ante los escándalos de tráfico de influencia.

Jesús Cantú Escalante, director de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, afirmó que un fenómeno como Podemos en España podría darse en México, pero con las características propias del sistema político mexicano.

En primer lugar, no podría crearse en México el que ciudadanos, académicos y activistas formaran un nuevo partido político para postular a un candidato presidencial en la elección del 2018, porque así está establecido en la ley electoral.

Lo que sí podría suceder es que ciudadanos, académicos y activistas generaran un movimiento social tan grande que pudiera insertarse en la candidatura de uno de los partidos políticos existentes o en una candidatura independiente, y desde allí tener acceso al poder.

“Yo creo que esta posibilidad de insertar un movimiento social en una candidatura independiente es algo que cada día está cobrando más potencial a nivel nacional, es decir, hay mayores posibilidades de que esto pudiera suceder”.

Una de las características más interesantes de estos movimientos político-sociales en Europa, y particularmente en España, es que está conformado por actores no politizados que ingresan al sistema político, pero desde la sociedad civil.

El doctor Jesús Cantú, quien fuera consejero del Instituto Federal Electoral (IFE) de 1997 a 2003 consideró que en términos generales, en México hay evidencia de que movimientos sociales se han insertado con éxito en partidos políticos para promover sus demandas, tal es el caso de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), partido que en parte surge de un movimiento nacional de descontento con la actual clase política.

“Aunque muchos dirán que Morena es una fractura del Partido de la Revolución Democrática (PRD), sí una parte importante lo es, pero otra parte importante es un arraigo de movimientos sociales, particularmente de las zonas más pobres del país.

Aunque todavía no ocurre en México un fenómeno en el que ciudadanos ajenos al sistema político accedan a cargos de elección popular, lo que está cobrando fuerza es el impulso de las candidaturas independientes, es decir candidaturas sin el apoyo de los partidos políticos tradicionales.

Si bien es cierto que en algunos casos se postulan personajes que ya estaban en el sistema político que rompieron con los partidos políticos, principalmente por no obtener una candidatura, y ahora tratan de irrumpir en el sistema político por la vía independiente.

“Pero [los candidatos independientes] logran aglutinarse a su alrededor este descontento popular y en muchos de los casos sí hay un descontento popular muy amplio, incluso e sectores de la población que no necesariamente estaban interesados en la política pero que se han visto inmersos, simplemente por la necesidad de buscar alternativas para sobrevivir”, dice Cantú.

Otra diferencia del modelo español con el modelo mexicano es la dificultad para que un conjunto de ciudadanos sobresalga en el ámbito político en lugar de que un solo político emblemático abandere causas sociales.

“En América Latina tenemos más experiencia con liderazgos personales, para decirlo todavía más gráficamente con caudillismos que con estas expresiones que se están dando en Europa a partir de liderazgos colectivos y de movimientos sociales masivos”, explicó el doctor Jesús Cantú Escalante.

LAS CANDIDATURAS INDEPENDIENTES EN EL 2018

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El proceso electoral 2015 trae consigo una particularidad nunca antes vista en los comicios nacionales, la apertura de candidaturas a ciudadanos que no cuentan con registro y apoyo de algún partido político.

Este fenómeno es respuesta a años de lucha por parte de actores ciudadanos de diversas áreas: académica, organizaciones y colectivos que lucharon porque se escuchara la voz ciudadana en la elaboración de la reforma electoral del año 2013 en el Congreso de la Unión.

Si bien los partidos políticos intentaron imponer una serie de candados abusivos para desincentivar la participación de ciudadanos mediante las candidaturas independientes, lo cierto es que estas han avanzado con buen ritmo en el presente proceso electoral.

Aunque todavía es temprano para evaluar la actuación de las candidaturas independientes pues falta la principal evaluación ciudadana el 7 de junio, lo cierto que los buenos resultados de las campañas permiten a diversos actores sociales ser optimistas sobre el futuro de las candidaturas ciudadanas.

“Le veo posibilidades a raíz de que se reconocieron en la Constitución los mecanismos de participación ciudadana pues se empieza a ver este despertar de una activación ciudadana, empiezas a ver cómo la gente empieza a buscar la forma de presentar iniciativas ciudadanas”, dijo David Domínguez de Reforma Política Ya!

El activista consideró “un avance muy grande” el hecho de que algunas figuras puedan acceder a cargos de elección sin el control de los partidos políticos o sin tener que responder a los intereses de las cúpulas partidistas.

Por su parte, Miguel Treviño afirmó que en el sistema político mexicano se están abriendo nuevas avenidas de participación que van a quedar abiertas.

Sin embargo, aclaró que esto no significa el fin de los partidos políticos tal cual se conoce, “seguirán jugando un rol fundamental en la competencia por el acceso al poder”, dijo.

El gran avance, continuó, se observa en que quienes lleguen a los puestos de elección deberán demostrar mayor contacto con la ciudadanía si no quieren verse rebasados por otros personajes más ciudadanizados.

No obstante, ambos consideraron que el fenómeno de las candidaturas independientes dará pauta a un movimiento mayor en la elección presidencial del 2018.

“Esto se va a replicar en el proceso electoral de 2018, habrá candidatos independientes. Estoy seguro que el fenómeno se presentará y que será un factor decisivo en la elección de 2018”, sostuvo Miguel Treviño, desde Nuevo León.

Dentro de tres años sería factible que en la boleta electoral aparecieran los nombres de uno o dos candidatos independientes en la elección presidencial.

Su sola presencia, coincidieron los activistas sociales contrarrestará poder a los partidos políticos tradicionales, les quite posiciones en el Congreso de la Unión, y generará mayor competencia electoral en los estados de la República.

“Sí, estamos dirigiéndonos hacia un movimiento en el que los candidatos independientes van a empezar a realizar cambios sustanciales en la política de México”, dijo David Domínguez.

LIMITACIONES LEGISLATIVAS

Si se pretende que en el 2018 más ciudadanos tengan acceso a las candidaturas independientes, será necesario que en los dos años siguientes se generen las reformas electorales necesarias para solventar la inequidad de ambos procesos.

“Tal como está hoy la legislación electoral no podría haber nuevos partidos políticos. No podría haber un nuevo partido político para 2018, salvo que hubiese una reforma electoral en ese sentido”, explicó Jesús Cantú, director de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.

El ex consejero electoral del IFE explicó que los partidos políticos impusieron un candado para limitar el registro de nuevos partidos políticos a 10 años, por lo cual sería imposible que en estos dos años se abra una nueva fuerza política con participación exclusivamente ciudadana.

“Cerraron esta puerta porque quieren tener nuevos partidos políticos para tener mayor acceso a los recursos públicos”, detalló Cantú Escalante.

Si bien es cierto que actualmente algunos partidos políticos se ostentan como “100 por ciento ciudadanos”, tal es el caso de Movimiento Ciudadano (MC) o los de reciente creación como Morena, Encuentro Social o Partido Humanista, los electores no confían plenamente en su carácter “ciudadano”.

La puesta en marcha de las candidaturas independientes en el presente proceso electoral ha dejado al descubierto una serie de vacíos legales que han provocado inequidad entre las campañas de los candidatos de los partidos políticos y los independientes.

Las principales inequidades se han observado en el financiamiento y en los topes de gasto de campaña. Aunque también pudieron observarse desde el inicio del proceso: en los ominosos trámites de registro, la obligación de la recolección de firmas y la falta de difusión de las actividades de los independientes.

“Yo esperaría que una vez que concluya el proceso electoral de este año los legisladores hicieran el trabajo de aclarar el punto fino, principalmente en financiamiento y topes de gastos de campaña, pero también en qué pasa cuando declina a favor de otro, por ejemplo”, explicó Miguel Treviño de Vía Ciudadana.

Sin embargo, cabe mencionar que aunque se legisle sobre estos tópicos siempre van a quedar temas pendientes sobre los que la autoridad electoral tendrá que interpretar y tendrá que resolver sobre la marcha.

Miguel Treviño consideró que ya están dadas las condiciones en la legislación para que no se detenga el fenómeno de las candidaturas independientes.

“Más que la importancia de los candidatos independientes en sí mismo, el aspecto más relevante es que estamos transitando hacia una competencia en donde el monopolio del acceso a los cargos públicos ya no está en los partidos políticos, ahora es mucho más abierto y en los estados, pues ya no está seguro para nadie”, recalcó.

Para David Domínguez la reforma constitucional en materia electoral sentó ya un precedente muy relevante para el derecho a los ciudadanos sin partido político, sin embargo, consideró prudente realizar una reforma a la ley electoral de nuevo que considere todas las dificultades a las que se enfrentaron los candidatos independientes.

“Yo no avistaría tanto una reforma constitucional que busque ampliar, pero sí veo urgente y necesario que terminando este proceso electoral se empiece a evaluar todas estas inequidades como es el registro, el aviso, la recolección de firmas, el financiamiento público”, explicó.

En el caso de México, la ciudadanía lleva muchos años demandando apertura a los partidos políticos.

La obstinación de éstos para mantener su hegemonía y el control de la democracia nacional, ha provocado en muchos puntos un efecto de “olla exprés”. En algunos lugares de la geografía nacional empezaron a surgir municipios autónomos ante la negativa partidista de abrir más espacios de participación ciudadana.

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