Facebook, punto de partida de teorías conspiracionistas

27/05/2015 - 12:00 am
Los cibernautas más impresionables tienen un gran nicho en Facebook. Foto: Shutterstock
Los cibernautas más impresionables tienen un gran nicho en Facebook. Foto: Shutterstock

Ciudad de México, 27 de mayo (SinEmbargo).- La cantidad de información que circula por internet es tal que supera con creces al flujo de cualquier otra época en la historia de la humanidad. Sin embargo, con este torrente sale también a flote una larga discusión sobre la legitimidad de los datos que se comparten a través de la red. Así, todo parece indicar que la información no es todo lo "auténtica" que pudiera desearse y, en gran medida, es gracias a las redes sociales.

De esta manera, una investigación realizada hace dos años en la Universidad Northwestern (NU) realizó una muestra con 2.3 millones de personas, para ver la manera en la que los usuarios de Facebook consumen información que se encuentra en el borde de la discusión política y las noticias utilizando como terreno virtual las últimas elecciones en Italia.

Los científicos clasificaron entonces un determinado número de páginas informativas de acuerdo con sus temas y las comunidades de intereses a las que pertenecen. De esta forma, fueron divididas en (a), fuentes de información alternativas (que difunden temas que son abandonados por la ciencia y los principales medios de comunicación); (b), activismo político en línea; y (c), medios más importantes.

Por último, se clasificó a los usuarios en función de sus patrones de interacción entre los diferentes temas y se midió cómo respondieron a una 'inyección' de 2 mil 788 informaciones falsas.

"Se demostró que los patrones de atención son similares a pesar de la diferente naturaleza cualitativa de la información, lo que significa que las afirmaciones sin fundamento (principalmente las teorías de conspiración) reverberan durante tanto tiempo como cualquier otra información", escribieron los investigadores, de acuerdo con Science Direct.

Nuestro análisis revela que los usuarios que están interactuando prominentemente con las fuentes de información conspiradores son más propensos a interactuar con reivindicaciones falsas intencionales", dijo entonces el autor del estudio, Walter Quattrociocchi, de la Universidad Northwestern (NU).

Seres extraterrestres citados, a menudo, como reales, forman parte de un gran sector que difunde su existencia en la red de redes. Foto: Wikimedia Commons
Seres extraterrestres citados, a menudo, como reales, forman parte de un gran sector que difunde su existencia en la red de redes. Foto: Wikimedia Commons

"La información falsa", agregó Quattrociocchi, "es especialmente omnipresente en los medios sociales, fomentando a veces una especie de credulidad colectiva."

Este fenómeno no es ajeno a cualquier persona con una cuenta en Facebook, Twitter o redes sociales similares. De hecho pareciera a veces que aquellos que comparten información falsa son mucho más escuchados que quienes acuden a fuentes comprobables.

Sin embargo, en un afán por analizar también las diferencias entre los grupos que consumen información convencional y quienes prefieren las fuentes alternativas de información, Quattrociocchi y compañía realizaron un nuevo trabajo en el que muestran que existe una importante polarización entre ambos grupos.

Lo anterior también se traduce en el hecho de que las personas de una y otra tendencia son prácticamente impermeables a los puntos de vista opuesto, debido a que “dos individuos solo son capaces de influirse si sus opiniones están por debajo de una distancia determinada”, dio a conocer el diario español El País.

Para llevar a cabo dicho análisis, nada mejor que la red social más influyente en la actualidad: Facebook. Así, 271 mil 296 posts de 73 páginas de esta red fueron clasificadas según el tipo de información que ofrecen, ya fuera fuentes "alternativas” o, bien, noticias científicas o verificables. De igual manera, se clasificó a los usuarios según su preferencia por uno de estos dos sectores noticiosos.

"La amplia disponibilidad de de usuario provistos de contenidos en medios sociales en línea facilita la agregación de personas alrededor con creencias, intereses, visiones del mundo y narrativas compartidas", escribe Quattrociocchi en PLOS ONE.

Desde fenómenos paranormales a sociedades secretas, el impacto de las fuentes de "noticias alternativas" es grande en la red. Foto: Shutterstock
Desde fenómenos paranormales a sociedades secretas, el impacto de las fuentes de "noticias alternativas" es grande en la red. Foto: Shutterstock

Esto explica, entre otras cosas, por qué, a pesar de los esfuerzos de muchos por echar abajo teorías conspiracionistas como reptilianos e illuminati, este tipo de creencias siguen siendo omnipresentes en las redes sociales en línea.

Los investigadores estudiaron, en una muestra de 1.2 millones de individuos, cómo la información relacionada con muy distintas narrativas (teorías de conspiración y medios formales, por ejemplo) consume y moldea comunidades en Facebook. "Nuestros resultados muestran que las comunidades polarizadas emergen alrededor de tipos distintos contenido y los consumidores habituales de noticias de conspiración resultan estar más centrado y reservados en sus contenidos específicos", escriben.

Para probar posibles sesgos inducidos por la exposición continua a rumores sin fundamento sobre la selección de contenidos de los usuarios, el análisis se concluyó midiendo cómo los usuarios respondían a 4 mil 709 afirmaciones hechas por trolls, es decir, imitaciónes paródica y sarcástica de las teorías de la conspiración. De esta manera se encontró que 77.92 por ciento de los "likes" y 80.86 por ciento de los comentarios provenían de usuarios que suelen interactuar con historias de conspiración. Esto quiere decir que aquellas personas dispuestas a creer en teorías de conspiracionistas son más propensas a interactuar y difundir informaciones completamente falsas.

La hipótesis del equipo de la NU es que este tipo de afirmaciones es que la exposición a historias imposibles de comprobar por parte de los consumidores habituales de “noticias alternativas” podría afectar los criterios de selección de los usuarios aumentando su propensión a interactuar con información falsa.

Por otra parte, la inclinación por creer teorías de conspiración se relaciona con la necesidad de tener explicaciones completas como ocurre, por ejemplo frente a desastres naturales o actos bélicos. Este tipo de eventos producen una sensación de desamparo que el análisis de la realidad no ayuda a aliviar y que, por su propia naturaleza, dejará cabos sueltos. Las teorías de la conspiración, en cambio, tienen la libertad de no tener que presentar pruebas de lo que afirman y proporcionan una narración más redonda y, para muchos, más satisfactoria. No obstante, esta tendencia deja desprotegidos frente a todo tipo de mentiras a aquellos que son propensos a este tipo de creencias.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas