Ciudad de México, 20 de mayo (SinEmbargo).– Pelusa, una perrita que vivió en las calles de Playa del Carmen con hambre y enfermedades, se recuperó y fue adoptada gracias a la ayuda de varios voluntarios y vecinos.
La suerte de Pelusa cambió drásticamente cuando su tutor, un joven que vivía en Playa del Carmen se suicidó, por lo que la perrita quedó sin cuidados.
Activistas del Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW, por sus siglas en inglés) y otra asociación local encontraron a Pelusa deambulando por las calles en el poblado de Invasores en Playa del Carmen, Quintana Roo.
La organización internacional defensora de los derechos de los animales halló a la perrita enferma, muy delgada y con hambre, además que perdió casi todo su pelaje.
El IFAW reportó que pasaron casi tres meses para poder ver avances en la salud de Pelusa, gracias al tratamiento y comida que le ofrecieron, pero también gracias al amor de una mujer que habita en la colonia: María Chan Dzul.
«Siempre hacemos programas en varios tipos de vecindarios y a diferencia de áreas urbanas o ciudades, cada que vamos a áreas sin muchos recursos como invasores, siempre encuentro gente que se preocupa y siente empatía por estos animales», dijo de la Torre.
María, a pesar de tener a sus propios perros y retos para sostener a su familia, no ignoró a un animal en necesidad , explica el IFAW en un comunicado.
«La única razón por la que creo que esto ocurre en vecindarios con desventajas a comparación de otros, es porque esta gente sabe exactamente lo que es estar con hambre, lo que es estar enfermo y sin ninguna ayuda, saben lo difícil que es sobrevivir y por eso, es que entienden a perros como Pelusa, que nunca dejó de luchar y mover su colita para mostrar aprecio», aseguró Joaquín de la Torre, vocero del IFAW en México.
María Chan esperó a un candidato o familia que tuviera mucho amor para adoptar a Pelusa, pues ella cree que después de todo lo que pasó la «dulce» Pelusa, es lo único que merece.
Pelusa fue adoptada por Marbella, una mujer que habita en ese vecindario y que es vecina de María. Marbella expresó su admiración por la determinación de la perrita para superar su enfermedad, pues muestra que es una luchadora.
«(Marbella) también confesó que Pelusa hizo un muy buen trabajo en que se enamorara de ella; de hecho, Pelusa es una perrita tan linda y agradecida que todos los vecinos la quieren», añadió Joaquín de la Torre.
Como parte del Programa de Apoyo a la Comunidad del IFAW, se hizo la visita a Invasores semanalmente por los últimos 7 meses para ayudar a las personas a mejorar la salud de sus perros y gatos.