Nombre: Rodolfo JM.
Originario: Ciudad de México.
Profesión: Ingeniero Industrial.
Ocupación: Escritor. Cursó el Diplomado de literatura en la SOGEM. Ha sido dos veces ganador del Concurso Interpolitécnico de Poesía. Ha publicado el plaquette de poesía Veneno para las hadas (1994), y el libro Poesía incompleta (1998). Ganó el Premio de Narrativa Breve “Tirant Lo Blanc” (2006), el Premio Nacional de Cuento Julio Torri (2008), así como el Premio Nacional de Cuento Fantástico y de Ciencia Ficción (2011); y ha obtenido menciones honoríficas en el Premio Nacional de Literatura Policiaca (2007) y el Premio Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz (2013). Ha publicado los libros de cuentos Todo esto sucede bajo el agua (FETA, 2009) y La vida amorosa de las cigarras (CONACULTA, 2013). Como antologador ha publicado Negras intenciones, antología de cuento negro mexicano (JUS, 2010); El abismo: asomos al terror hecho en México (Ediciones SM, 2011); y Hic Svnt Dracones (FETA, 2013).
Ciudad de México, 11 de mayo (SinEmbargo).- La ciencia ficción, ese género de definición vaga que, sobre todo, ha sido acogido por la literatura y el cine. A simple vista su definición puede ser simple y, con ello, se pueden caer en imprecisiones, pero sobre todo en estereotipos. Mientras que en el séptimo arte deja muy buenos dividendos, a nivel literario se trata de uno de los géneros históricamente más subestimados aunque, irónicamente, con mejor salud. No obstante, en México la historia es bastante distinta, ya que es visto más bien como un recurso narrativo al que pocos recurren (valga la redundancia), y aún menos son los creadores que han decidido entrarle de lleno y (sobre todo) sin temor. Platicamos con Rodolfo JM, escritor reconocido por ser de los pocos que sostienen el estandarte de la ciencia ficción en el país y que además imparte el taller "Ingeniería narrativa: La ciencia ficción". un taller que se pretenden generar relatos de ciencia ficción que prescinden del futurismo y se centran más en los conflictos generados por la ciencia y la tecnología. Se lee complicado, pero deja de serlo al momento de ser explicado.
–¿Por qué "Ingeniería narrativa"?
–Yo soy de formación ingeniero. Y, aunque siempre me ha gustado la escritura y literatura en general, siempre ha sido de una forma autodidacta... No me sentía yo con las credenciales suficientes para dar un taller literario como tal, justo por esto. Por otro lado me parecía muy interesante analizar, no solamente el proceso creativo literario, sino también analizarlo con herramientas que no son del campo literario... de la ingeniería, muy propias de la planeación como diagramas de flujo, cronogramas, projects, diagramas de Gantt. Me interesaba analizarlo, pero además utilizar estos elementos también como elementos narrativos. No nada más como herramientas para planeación, sino también explorar su parte narrativa y, yo creo, que de esa manera podía aportar un poquito más; no solamente al proceso creativo, sino también aportando algo de otra disciplina.
–¿A quienes tienen una formación en humanidades les hace falta un razonamiento más metódico?
–Exacto. Y justamente estas herramientas no vienen a sustituir el proceso creativo. No te van hacer mejor escritor... No pretenden eliminar el proceso creativo natural de la escritura y decir "con esto vas a ser mejor escritor", pero sí son herramientas que te pueden ayudar no solamente a detonar ideas, sino a resolver conflictos que muchas veces, cuando estás escribiendo, no puedes ver claro.
–¿Qué relación tiene la Ingeniería Narrativa con la ciencia ficción?
– Yo elegí a la ciencia ficción en particular porque he tenido la fortuna que desde que empecé a publicar se empezó a catalogar mi trabajo dentro de la literatura fantástica y, muy particular, dentro de la ciencia ficción. Aunque, la verdad, es que yo no me veo como un escritor de ciencia ficción. Sin embargo sí, la leo mucho, la aprecio mucho y los elementos que te ofrece la ciencia ficción me interesan como herramientas para poder desarrollar la narrativa. (...) Más que decirles "la ciencia ficción es lo que hay que escribir y así es como tienes que escribirla" me interesa darle la vuelta y salirnos de los temas tradicionales... del futurismo, de los robots, de los clones, de las naves espaciales y, aunque sea en el presente, cómo sí es posible escribir ciencia ficción con temas presentes e incluso con temas no tan actuales, es decir tecnologías ya obsoletas, incluso algunas teorías científicas que por alguna razón ya no se siguieron explorando.
–¿Este rompimiento ayuda a realizar un trabajo más creíble de literatura?
–Yo creo que sí. Cada vez las mismas etiquetas literarias se van volviendo más porosas. (...) Hoy en día nos encontramos que los libros más interesantes tienen elementos de varios géneros... terror, aventura, novela histórica e incluso de ciencia ficción. En el talle se han mencionado libros de autores muy presentes como Don DeLillo o Thomas Pynchon que, si bien no son autores netamente de ciencia ficción, al hablar del mundo contemporáneo introducen el tema de la ciencia y el tema de la tecnología y la hacen parte capital de la narración, pero sin este modelo "campbelliano"; este modelo de los '50 o los '60 de la ciencia ficción.
– Sí, porque es muy clásico ese término.
–Incluso, desde años se viene diciendo que la ciencia ya alcanzó a la literatura, que ya no hay sobre qué especular... Y, si bien, yo creo que sí hay sobre qué especular, el tema de cómo está afectando la ciencia y la tecnología al mundo (y las implicaciones éticas y el conflicto de esta misma tecnología con el ser humano) yo creo que es muy contemporáneo. No hay por qué irnos al futuro y a un futuro muy lejano para poder explorarlo.
–¿La ciencia ficción puede ayudarnos a una mejor comprensión de nuestra realidad?
–Totalmente. Ha habido varios escritores que opinan que el género o la literatura del futuro... el género que había que ir practicando era la ciencia ficción. Precisamente por todo ese desarrollo tecnológico. Pero yo insisto en que hoy en día está tan presente en nuestra vida que... Sí, escribir y olvidarnos un poquito de la tecnología, de la ciencia y de la manera en la que ha venido a afectar nuestro día con día sería un poquito miope. Creo que tenemos que incluirla ya en la misma ficción... ya forma parte de la ficción y por supuesto que nos dice mucho de nuestra condición humana.