Ciudad de México, 6 de mayo (SinEmbargo).- En 2013, cuando la omnipresencia de los memes aún causaba sorpresa a muchos, la galería de arte Gallery 1988 en Los Ángeles tomó al mundo por sorpresa con una exposición de obras inspiradas en los memes de internet. Si bien, no se traba de un museo de gran fama mundial, ni de artistas conocidos, el hecho de que un espacio dedicado al arte se tomara "en serio" estas representaciones gráficas que pululan en la red, llamó la atención de gran cantidad de medios.
La misma tónica se repitió ese mismo año, cuando alrededor 30 artistas visuales fue reunida por la Lowe Mills Art Gallery en Huntsville, Alabama, en una exposición de obras inspiradas en la figura de Grumpy Cat, una de las figuras virales más conocidas de los últimos tiempos.
Dos años después las cosas han cambiado y los memes ya no sorprenden a nadie. Sin embargo, siguen divirtiendo y, no sólo eso, en cierta manera se han convertido en el principal referente visual de esta época al grado en que en el futuro no podrá haber un registro histórico de la primera y segunda década del siglo XXI que no cuente con estos.
Por esta razón, los memes son considerados por algunos medios y expertos como el arte representativo de los primeros años de este siglo. Tal afirmación, por supuesto, ha dado pie a muchas discusiones.
"'Bueno' es un concepto totalmente subjetivo y a menudo un concepto que plaga las artes, y puede haber críticos que se burlen... aunque probablemente no tantos como se podría pensar, ya que este tipo de obras de arte tiene una deuda con Andy Warhol y otros artistas pop que tomaron lo cotidiano y banal y lo trajeron al mundo de arte", publicó hace un par de años Digital Trends sobre la calidad de la producción artística inspirada en tendencias virales, en particular los memes.
Sin embargo, hoy puede apreciarse otra tendencia clara que poco a poco se ha ido apropiando de este tipo de representaciones visuales, independientemente si sirven o no como inspiración para la creación artística.
Desde hace meses los memes que utilizan como base alguna obra pictórica clásica se han ido popularizando entre los cibernautas. No es algo nuevo definitivamente, pero el volumen de estos ha ido en aumento considerablemente. En este aspecto, puede considerarse como pionero el meme inspirado en el autorretrato de Joseph Ducreux, pintor del siglo XVIII también conocido en nuestros tiempos como "Archaic Rap meme" o el "meme culto", en la mayoría de los países de Latinoamérica.
Así mismo, blogs y cuentas de Facebook y Twitter, inspiradas sobre todo en el arte medieval, se han hecho presentes en los últimos meses, como representaciones cómicas de situaciones cotidianas, ilustradas con pinturas del Medievo o del Renacimiento. Así, en un giro de tuerca extraño, de esos que sólo internet puede dar, lo viejo (bastante viejo) se convirtió en tendencia. No sólo eso, de alguna manera u otra comenzó a convertirse en una especie (muy suigéneris) de lección de historia del arte.
La última transformación del meme como vehículo artístico se dio los últimos días, cuando aparecieron circulando por Tumblr, Twitter e Imgur una serie de imágenes que, a manera de guía básica de pintura clásica, explican cómo reconocer al autor de un cuadro en una sola frase. Es obvio que se trata de generalizaciones, no obstante, consiguen transmitir de manera soprendentemente precisa la esencia de cada artista, publicó el diario español El País.
Así, gracias a la iniciativa del usuario de Reddit DontTacoBoutIt un post (hoy inexistente) sirvió para que otros usuarios se inspiraran para hacer sus propias aportaciones al tema, conformándose así una guía que, a pesar de estar bastante sintetizada, resulta bastante útil para reconocer a los grandes maestros de la pintura como Van Eyck, Tiziano,
De esta manera, mediante pistas sencillas, cualquier interesado en conocer la autoría de una pintura puede saber que fue hecha por Da Vinci si la obra en cuestión cuenta con paisajes de fondo similares los de El señor de los anillos o de Rubens, si es que aparecen figuras desnudas con traseros prominentes.
Numerosas variaciones han sido subidas desde entonces y compartidas en las principales redes sociales, pasando a formar parte del legado impersonal de internet. Por otra parte, toda este furor y repentino interés por el arte sólo confirma una cosa: los clásicos siempre funcionan y, en este caso, incluso sus parodias resultan didácticas.