Ciudad de México, 5 de mayo (SinEmbargo).– El Pez León Colorado es la segunda especie en el planeta no nativa del océano Atlántico que devasta ecosistemas enteros marinos, después del hombre. Se trata de un depredador agresivo y venenoso que se resguarda detrás de una hipnotizante apariencia.
El 22 de abril, investigadores confirmaron la presencia del pteroeis volitans en Brasil por primera vez en un diario científico. El primer avistamiento registrado fue el 10 de mayo 2014 en Cabo Frío, un municipio de Río de Janeiro.
Los investigadores regresaron al sitio para capturar al pez y poder estudiarlo. Luego de hacerle pruebas de ADN, encontraron coincidencias en las firmas genéticas de la población del pez león del Caribe y no con especímenes de su región nativa que es la Indo-Pacífica. Estos resultados sugieren que el pez llegó a Brasil a través de dispersión de larvas desde el Caribe, según explicaron los investigadores.
El problema es que los animales pueden erradicar el 90 por ciento de la flora y fauna en un arrecife por la rapidez en la que se reproducen.
Una vez establecida alguna población de pez león en una nueva área, los cambios predecibles en los arrecifes locales se dan, explicó el ecologista marino, James Morris a la revista de divulgación Nature.
Otro de los principales problemas que acarrea la presencia de esta especie es que al considerarse como invasora, no tiene un depredador, y en parte es responsable de la devastación de los sistemas coralinos del Golfo de México.
Morris advirtió en 2012 que la mayoría de los especialistas y pesquerías creen que la introducción del pez león del Pacífico al Atlántico es uno de los mayores desastres ecológicos en las últimas décadas.
El ecologista dio a conocer que los impactos ecológicos de esta invasión podían alcanzar grandes magnitudes, desde rupturas en la estructura y funcionamiento de arrecifes hasta impactos en pesca comercial e industria del turismo.
Debido a que de tratarse de una invasión intensa en estos ecosistemas, el pez león es capaz de deshacerse de más de 60 por ciento de los peces presa, algunos de los cuales representan especies importantes para la economía.
LEY DE LA SELVA
Existen varias propuestas para deshacerse de esta especie depredadora e invasiva de los ecosistemas de donde no es nativa. Una estrategia propuesta por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) es realizar eventos deportivos conocidos como derbys, en la que se premie a las personas por capturar estos peces.
Otra idea es que el hombre, otro depredador de recursos naturales, intervenga en su captura y erradicación.
El pez león es una especie muy fácil de capturar y que puede fungir como mascota en los hogares. Algunas dependencias locales de varios estados en México y en el mundo que encuentran una seria amenaza en el pez león iniciaron una campaña para el consumo de este animal como comida en varios platillos, aunque los establecimientos mercantiles dudan de la capacidad de producción del pez para su consumo.
El buzo Scott Cassell busca y captura a los peces león en aguas profundas de México. Cassell sugirió el entrenamiento o introducción de tiburones lobo que depreden a los peces león.
El pez león del Indo-Pacífico fue introducido en la costa de Florida, Estados Unidos, hace 30 años y ha invadido gran parte del Océano Atlántico Oeste. Investigadores explican que una de las razones por la cual se registró la presencia de esta especie en ecosistemas donde no pertenecía, fue por descuido de acuaristas. En México ha sido detectado en el Puerto de Veracruz y en la costa de la Península de Yucatán.
La llegada de la especie a las islas de Brasil fue un hecho catalogado como clave en la predicción del desastre ecológico del área.
«Las islas oceánicas probablemente sean lugares muy vulnerables, si el pez león llega ahí, el peligro de volcar a las especies nativas hacia la extinción es real», alertó Luiz Rocha, un biólogo marino de la Academia de Ciencias de California en San Francisco, Estados Unidos y autor del estudio que dio aviso del avistamiento del pez león en Brasil.