Ciudad de México, 4 de mayo (SinEmbargo).– Hija de Rosario Robles Berlanga y Julio Moguel, nacida en 1984, está considerada como parte de una generación de políticos que en estos momentos integran la escena pública, no obstante su breve currículum. Mariana Moguel Robles cursó la Licenciatura de Comunicación en la Universidad Iberoamericana; pero su cédula profesional aún no está inscrita en el Registro Nacional de Profesionistas de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Su ser político ya implica controversia. A sus 31 años, ha completado tres cargos de representación popular, de los cuales ninguno ha escapado de las impugnaciones.
En estos momentos, es candidata a Diputada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) por el distrito 34, dividido entre las delegaciones Tláhuac y Milpa Alta. Su nominación ocasionó la protesta de Rogelio Pavel García Leyte, quien también contendió por el cargo. La acusó de utilizar recursos públicos para financiar su candidatura. Y ese dinero –según él– provino de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), dependencia federal a cargo de su madre, Rosario Robles Berlanga.
Cuando fue designada como coordinadora de Atención a los Comités Ciudadanos y Condominales en ocho delegaciones del Comité Directivo del PRI-DF, militantes de ese partido externaron su indignación y pidieron en una misiva la renuncia de Mauricio López, dirigente del PRI en el Distrito Federal. En 2013, Mariana había sido directora general adjunta en la coordinación de proyectos de la oficina del C. Oficial Mayor de la Secretaría de Gobernación con un sueldo neto de 71 mil 168 pesos con 38 centavos al mes (según el Portal de Obligaciones y Transparencia). Los observadores políticos calificaron este disparo en la carrera como nepotismo.
“Es muy difícil desligar el perfil de Mariana Moguel Robles del nepotismo. Es una carrera marcada por sus antecedentes biográficos. Ella sabrá qué hace con su pasado, pero más con su futuro”, expresa Gustavo López Montiel, analista político en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de México (ITESM).
Lo cierto es que en esta biografía, la política es el ingrediente. La misma Mariana escribió: “Nací en el Distrito Federal … tengo familia en el Norte, específicamente en Saltillo donde creció una de las personas más importantes de mi vida, mi abuela Chala. Soy hija de Julio Moguel y Rosario Robles, dos personas comprometidas con su país, han sido mis más grandes maestros en la vida”.
Esa cuna fue la política de izquierda. Sus padres se conocieron en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La madre era la alumna y el padre, el profesor. Juntos, se convertirían en combativos luchadores de la izquierda radical. A Telésforo Nava, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), le provoca cierta expresión risueña recordar cómo un grupo de estudiantes –en los que iba Rosario Robles- logró sabotear un evento mediante una inundación del auditorio en el que estaba programado.
Aquel ambiente lo rememora a través de una lectura, “Cinco tesis filosóficas” de Mao Tse-Tung en cuyo último párrafo se encuentra: “Es preciso educar a nuestros camaradas en la teoría materialista dialéctica del conocimiento para que orienten correctamente sus pensamientos, sepan investigar y estudiar bien, realicen el balance sus experiencias, superen las dificultades, cometan menos errores, trabajen bien y luchen esforzadamente para convertir a China en una gran potencia socialista y ayudar a las grandes masas de los pueblos oprimidos y explotados del mundo”.
El padre de Mariana Moguel Robles es autor de libros de Historia, artículos periodísticos de Economía e incluso Poesía. Desde los ochenta, jamás ha dejado de escribir en la prensa nacional. Asesoró a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en la campaña electoral de 1988 cuando contendió por el Frente Democrático Nacional (FDN) que agrupó a todos las fuerzas de izquierda. Cárdenas perdió frente a Carlos Salinas de Gortari con muy poco margen. Estos comicios fueron los primeros que fueron cuestionados en la Historia electoral de México.
En 2012, Julio Moguel fue nombrado coordinador ejecutivo nacional de Encuentro, organización sectorial en apoyo a Andrés Manuel López Obrador, candidato de las izquierda a la Presidencia. En ese momento, declaró a la prensa que la profunda crisis del PRD se debía a que los chuchos –corriente encabezada por Jesús Zambrano y Jesús Ortega- se habían apropiado del Sol Azteca en contra del cardenismo.
En 2013, dio a conocer su libro, Alebrijes y otros poemas. A propósito de la publicación de ese poemario, le dijo a La Jornada Michoacán: “¿Qué hace un pinche economista escribiendo poesía? No existen los poetas. Existe un maestro de Inglés que escribe poesía, se llama Mallarmé; un vagabundo que se llama Baudelaire; un filósofo que es capaz de hacer una construcción poética, pero el poeta no existe, existe la poesía”.
Y ENTONCES, MARIANA
La niñez de Mariana transcurrió a la par de acontecimientos de la Historia moderna de México. En 1994, cumplió 10 años y en Chiapas estalló la rebelión del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). La guerrilla hizo evidente ante el mundo la profunda desigualdad entre las regiones mexicanas y la marcada injusticia histórica con los fundadores del pueblo mexicano, los indígenas. Y su padre, Julio Moguel, no sólo era asesor del EZLN; sino participante en las mesas de diálogo con el gobierno federal para los acuerdos de San Andrés Larráizan, de 1994 a 1996.
Mientras, su madre ascendía en la política. En 1997 (Mariana tenía ya 13 años), Rosario Robles se incorporó como secretaria de gobierno en la administración de Cuahutémoc Cárdenas, primer Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Uno de los actos más representativos durante su gestión fue presidir la mesa central de la Reforma Política del DF, integrada por grupos de negociación de los distintos partidos con el fin de concretar reformas.
Tras darse a conocer las aspiraciones presidenciales de Cárdenas Solórzano en los comicios de 2000, la Asamblea Legislativa del DF la designó en 1999, Jefa de Gobierno del Distrito federal para que terminara el encargo. De modo que la madre de Mariana se convirtió en la primera mujer en gobernar la capital del país.
Era marzo de 2000 y Rosario Robles acusó al ex regente priista Óscar Espinosa Villarreal, quien en ese entonces ocupaba la Secretaría de Turismo, de peculado y desvío de fondos por 420 millones de pesos, delito por el que fue declarado culpable en 2005; sin embargo, un año después, la Suprema Corte dejó sin efecto la sentencia.
Ese mismo año, en que cambió el siglo, se incendió la discoteca Lobohombo en Insurgentes Norte de la Ciudad de México (hubo 22 muertos y hasta ahora, el peritaje no ha sido claro) lo que exhibió la falta de seguridad de verificación para que se cumpliera con las normas gubernamentales.
Robles Berlanga terminó su gestión el 5 de diciembre de 2000. Mediante elecciones, Andrés Manuel López Obrador llegó a la Jefatura de Gobierno y dos años después, Rosario Robles fue investida como presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRD. Entonces, se empezó a hablar de que buscaba el trampolín hacia ser la primera Presidenta de México.
Pasó el tiempo. Para Mariana llegó el momento de la universidad. Y para su madre, el de la desgracia política. En marzo de 2004, el panista Federico Döring entregó al noticiario de televisión “El Mañanero” un video en el que René Bejarano, entonces coordinador de la bancada perredista en la Asamblea de Representantes del DF, aparecía mientras el empresario argentino Carlos Ahumada le entregaba fajos de billetes en un portafolios. El suceso debilitó la imagen de Andrés Manuel López Obrador, quien se postularía por el PRD a la Presidencia de la República. Pero a Rosario –la madre de Mariana- la exhibía en carne viva. Se supo entonces que era amante del empresario, entonces casado con Cecilia Gurza.
Renunció al partido y escribió el libro “Con todo el Corazón”, en el que reconoció haberse equivocado y pide una segunda oportunidad. En 2012, la oportunidad llegó. Al tomar posesión de la Presidencia de la República, el priista Enrique Peña Nieto la nombró Secretaria de Desarrollo Social. Es en estos años, en los que la carrera de Mariana, la hija, arranca.
El 1 de agosto de 2011, un episodio de su vida privada saltó a las páginas de los periódicos del siguiente día. A las 3:00 de la mañana de ese día Mariana Moguel Robles fue detenida por el operativo del alcoholímetro cuando conducía sobre la avenida Altavista y Revolución en la delegación Álvaro Obregón. Tenía 27 años y fue trasladada en primera instancia al Juzgado Cívico AO-3 de Altavista y avenida Toluca. Rosario Robles se presentó ahí para liberarla; pero no lo logró. Mariana Moguel cumplió con una estancia de 20 horas en el Centro de Sanciones Administrativas, conocido como El Torito.
Dos años después, su rostro volvió a los escaparates. Esta vez, a las revistas de sociales. Se casó en Puebla, el 26 de enero de 2013, con Francisco Ramos Montaño, conocido como Paco Ramos. Él es hijo del abogado Francisco Ramos (QEPD). Se graduó de la Licenciatura en Derecho en la Escuela Libre de Derecho de ese estado y dirigió el Instituto Poblano de la Juventud cuyas instalaciones fueron levantadas en el sexenio de Mario Marín Torres, quien gobernó el estado de 2005 a 2011. Es amigo de Mario Marín García, hijo del ex Gobernador.
A la boda estaban invitados el Presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera Hurtado. Pero no fueron porque estaban en una gira. Los que sí asistieron fueron Gerardo Ruiz Esparza, Secretario de Comunicaciones y Transportes; Enrique Martínez y Martínez, de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA); Mercedes Juan, de la la Secretaría de Salud (SSA); Alfonso Navarrete Prida, del Trabajo y Previsión Social (STPS) y Jorge Carlos Ramírez Marín, en ese momento, de la Reforma Agraria (SRA). Hacia el altar, Mariana entró del brazo de sus padres.
Seis meses después, Mariana y Francisco Ramos se divorciaron.
