Ciudad de México, 1 de mayo (SinEmbargo).– «Las próximas generaciones podrían no vivir lo que yo porque el Gobierno mexicano aprobó la ampliación del puerto de Veracruz, que pone en riesgo dos de los tesoros naturales más importantes del estado: el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano y la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas», advierte la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) .
El Sistema Arrecifal Veracruzano alberga una gran variedad de flora y fauna y es el mayor ecosistema de coral del Golfo de México y funciona como barrera contra olas y tormentas. Sin embargo, el sitio se verá reducido gracias al permiso del gobierno para ampliar el puerto, a pesar de tratarse de un Área Natural Protegida. Actualmente ya hay daños registrados en la barrera coralina y con este proyecto, esos daños podrían ser más visibles y profundos.
La Reserva de Los Tuxtlas, es una de las últimas selvas húmedas en México, un muro natural contra huracanes y tormentas tropicales, lo cual lo posiciona como un refugio de millones de especies vegetales y animales.
La autorización permite a construcción de dos rompeolas con una longitud conjunta de protección de 7 mil 740 metros, nueve tipos de terminales de muelles y 30 posiciones de atraque para embarcaciones. El proyecto de ampliación en el puerto de Veracruz en total abarca una superficie de 910 hectáreas, el doble del tamaño actual del puerto.
«Ese ecosistema único también está en riesgo porque el gobierno autorizó un proyecto para explotar en el sitio una mina de piedra basáltica para construir las escolleras de la ampliación del puerto a pesar de la prohibición del uso de explosivos en el Programa de Manejo de la Reserva», denuncia Ivette Sánchez Mejía de AIDA.
La extracción de dos millones de metros cúbicos de piedra basáltica en la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas para la construcción de las escolleras del nuevo puerto, que tendrá lugar en un predio de 52 hectáreas en el ejido de Balzapote, municipio de San Andrés Tuxtla. El parque nacional es hábitat de corales, delfines y tortugas marinas.
El Sistema Arrecifal Veracruzano (SAV) es considerado el principal ecosistema coralino del Golfo de México, compuesto por 27 arrecifes de coral y seis islas. En 2004 fue enlistado como humedal de importancia prioritaria internacional bajo la Conservación Ramsar por ser un arrecife único y amenazado por la contaminación de las actividades urbanas y portuarias de Veracruz.
La medida de llevarse a cabo vulneraría la legislación ambiental mexicana y tratados internacionales como la Convención Rasmar, el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Convención de Washington, entre otros. Estos tratados protegen ecosistemas importantes como los arrecifes de coral y la flora y fauna que habita en ellos.
Las obras de construcción de dicho proyecto destruirían la Bahía de Vergara, afectarían la dinámica del conjunto de arrecifes y las funciones ambientales que el mismo cumple como humedal.
En tanto, en la plataforma Change.Org se pidió con una petición al titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan José Guerra Abud, proteger los arrecifes y la selva de Veracruz.
«No estoy de acuerdo con la ampliación del puerto de Veracruz por los impactos negativos que ocasionará y tú tampoco deberías estarlo. Veracruz somos todos: los que decidieron quedarse, los que decidimos salir, su flora y fauna; cada ser vivo merece respeto y un hogar donde vivir tranquilamente», firma Ivette Sánchez en la misiva dirigida a Abud que reunió más de 11 mil 300 firmas en tan sólo dos días.
Organizaciones civiles como como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda)respaldaron la petición para solicitar que se revocara la autorización en materia ambiental expedida a favor de la Administración Portuaria Integral de Veracruz para explotar la roca basáltica en Los Tuxtlas.
«El gobierno no puede ir en contra de normas nacionales e internacionales y debe considerar los impactos acumulativos que el proyecto tendrá en el ecosistema debido, entre otras cosas, al crecimiento poblacional y al mayor tráfico marítimo en el puerto», consideró el CEMDA.
Las obras de construcción de dicho proyecto destruirían la Bahía de Vergara, afectarían la dinámica del conjunto de arrecifes y las funciones ambientales que el mismo cumple como humedal.
«La situación es preocupante. El Gobierno mexicano está permitiendo la regresión ambiental al afectar un estado de protección ya alcanzado para el Sistema Arrecifal Veracruzano, incumpliendo su propia legislación ambiental y sus compromisos internacionales», declaró AIDA mediante un comunicado.